Sabado 27 de abril 2024

En Castex sumaron centenares de participantes para red del trueque

Redacción 11/02/2024 - 00.12.hs

(Eduardo Castex) - "El truequecito de Castex arrancó por la gran necesidad que existe, porque si comprás una remera no podés comprar un kilo de carne picada. Todo aumenta todos los días, y como tiene un movimiento tremendo aspiramos tener un espacio físico para que la gente se pueda reunir a hacer trueques, porque es mejor que hacerlo por WhatsApp", explicó la castense Natalí Kurtz. La entrevistada consideró que esta iniciativa surgió porque la gente "está desesperada por conseguir trabajo y no le alcanza para comer".

 

La historia de la joven Natalí Kurtz está atravesada por el trueque. Aún recuerda que era una adolescente cuando su madre, Amanda Rodríguez, fue una de las responsables del entonces denominado "Club del Trueque", que llegó a esta localidad tras la crisis del 2001 desencadenada por la caída del gobierno de Fernando De la Rúa.

 

Hoy centenares de castenses se sumaron a un grupo de WhatsApp para hacer trueques, y aún no cuentan con un espacio físico y tampoco tienen los "troqueles" de aquellos tiempos dolorosos de nuestro país, donde proliferaban las cuasi monedas, se criaban caracoles (supuestamente para exportar) y se dictaban talleres para enseñar a cocinar con soja, por ejemplo.

 

Recorrer el grupo permite percibir que hay quienes "no la ven". La gente ofrece -principalmente- ropa y electrodomésticos por mercadería y ahora artículos escolares. Los altos precios de guardapolvos, mochilas y zapatillas para los niños que comenzarán -si Nación gira el dinero adeudado a las provincias- el ciclo lectivo 2024, no resulta fácil de afrontar para las familias.

 

"¿Hay algún guardapolvo en permuta?", consulta una mujer; mientras que otro ofrece un televisor "de los cuadrados" por "carne y mercadería". En otro posteo permutan un cuaderno de 98 hojas cuadriculadas. Y otra de las usuarias aclara que ofrece ropa para permutar por talles más grandes o directamente "por mercadería".

 

"Buscamos un espacio".

 

Kurtz explicó que hace pocos días se habilitó el grupo de WhatsApp y que ya tiene varios centenares de participantes. "La intención es hacer reuniones donde se pueda canjear ropa, mercadería o alimentos, porque hoy la gente que gana 50 mil pesos por semana cuando va al supermercado no compra dos bolsas. Y ni hablar si necesitás comprar un pantalón o una remera, ahí ya no te alcanza", explicó.

 

"Necesitaríamos un espacio físico para hacer los encuentros, porque todos coinciden que no es lo mismo por WhatsApp pasando fotos que ver las cosas personalmente", admitió.

 

"Nosotros pretendemos funcionar como en 2001 donde se intercambiaban cosas, la gente volvía a su casa para trabajar y regresar a hacer canjes por productos, ropa usada, ropa nueva, muebles o por mercadería", explicó.

 

En el grupo solamente se permite las permutas, pero también evalúan "agregar los troqueles de nuestro grupo con distintos valores para que no haya dinero de por medio", detalló. "Hoy está muy difícil porque todo aumenta menos los sueldos, cuesta encontrar trabajo y hay gente que está desesperada por conseguir trabajo", agregó.

 

Mientras se desarrolla la entrevista, el grupo "está al rojo" porque los integrantes siguen realizando intercambios, y ofreciendo aquellas cosas que consideran que pueden desprenderse, aún sabiendo quizás en otro momento lo necesiten. Pero, hay que afrontar la crisis. "Chicas la ropa es nueva, la cambio por mercadería", escribe una mujer. "Mercadería o carne. ¿Qué tenés para ofrecerme?, consulta otra. Por ahí aparece una vecina que quizás esté afrontando una mejor situación, o directamente entiende la crisis que se atraviesa y considera que es necesario tener empatía con los sectores vulnerables: "Alguien tiene un niño que empiece primer grado y sea talle 4 de guardapolvo... tengo uno nuevo para regalar".

 

"No pensé que regresaría".

 

Amanda Rodríguez ya está jubilada, pero escucha atentamente a su hija Natalí Kurtz, y recuerda que en 2001 fue "muy difícil" poner en funcionamiento el Club del Trueque, pero "cuando se encaminó nos desbordó porque venían colectivos de otros pueblos".

 

Inicialmente funcionó en el predio de la Capilla de Luján. "Una vez lo hicimos en el gimnasio de Estudiantil y fue impresionante la cantidad de gente que había, porque en ese momento iban peluqueros, albañiles, plomeros, cortadores de pasto, electricistas, era tremendo", rememora.

 

"No me quedó nada de aquella época. Y si bien hace mucho que venimos mal con la economía, tiré todo porque pensé que no iba a volver nunca más el trueque, pero nos dejamos llenar la cabeza por los espejitos de colores y la juventud que no vivió lo que vivimos nosotros en el pasado", se lamenta Rodríguez.

 

"No sé si ya estamos como en 2001 porque no estoy tratando con tanta gente, pero lo que cobra un jubilado si tiene que pagar alquiler más la luz y el gas, en este momento no puede vivir", agregó.

 

"¿Y porque desapareció el trueque de 2001?, bueno...a medida que fue cambiando la situación, se fue apagando porque apareció trabajo y la gente empezó a mejorar su situación y ya no fue necesario el trueque", concluyó.

 

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