Abogados y peluqueros piden volver al trabajo

«Con todas las precauciones del caso, con las medidas preventivas que corresponden, paulatinamente hay que ir hacia una normalización», sostuvo Pablo Rodríguez Salto, presidente del Colegio de Abogados y Procuradores de La Pampa.
El dirigente, de esa manera explicó que los abogados de nuestra provincia agrupados en el Colegio están en línea con lo que está pidiendo la Federación Argentina de Colegios de Abogados, que en estas horas solicitó a la ministra de Justicia, Marcela Losardo, el reestablecimiento del funcionamiento de tribunales; y exigió también que se incluya a los letrados dentro de las excepciones al aislamiento».

Una solicitud.
Cabe señalar que el presidente Alberto Fernández anunció que el aislamiento social, preventivo y obligatorio se extenderá hasta, al menos, el 23 de abril, y ante la incertidumbre respecto a la vuelta al ruedo de los tribunales, la Federación Argentina de Colegios de Abogados(FACA) hizo esa solicitud a la ministra de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Marcela Losardo.
¿Qué le piden? En principio el dictado de «medidas necesarias» tendientes al reestablecimiento del servicio de administración de justicia en todo el ámbito del territorio nacional. Señalan los abogados que el servicio está hoy «reducido a una mínima expresión», según se puede leer en el texto que firma el presidente del cuerpo, José Luis Lassalle y su secretario general, Marcelo Scarpa.

«Necesidad imprescindible».
Dice la FACA que «sin soslayar la magnitud de la pandemia desatada y la obligación de actuar en consecuencia», estima que «cabe en estas horas analizar la necesidad imprescindible de volver al pleno funcionamiento del servicio de justicia, cuya administración es confiada al Poder Judicial, pilar fundamental en que se asienta el sistema republicano y federal de gobierno».

Iniciar paulatinamente.
Rodríguez Salto, titular del Colegio de Abogados pampeano, ante una consulta de LA ARENA manifestó que vienen «charlando con responsables del Poder Judicial local», y que como miembros de FACA «también hablamos para que paulatinamente se inicie de alguna manera la actividad. Eso sí, con modalidades para reducir al máximo posible riesgos de contagio», advirtió.

Abogados parados.
El dirigente amplió señalando que «como sucede con todas las actividades, nuestro colectivo también está castigado… No estamos incluidos en ningún tipo de excepción; y si bien algunos abogados pueden seguir avanzando de alguna manera desde sus domicilios, muchos están prácticamente parados».
Al extenderse, Rodríguez Salto manifestó que «cuando la Justicia no funciona es un poco el paraíso del deudor, que está en la panacea… esta situación no se trata sólo de que los abogados no trabajan, sino que hay una repercusión directa en transferencias económicas… La ausencia de justicia contribuye a paralizar trámites, y así hay menores de edad que no pueden reclamar alimentos, y trabajadores y consumidores lo suyo (indemnización, salarios, etcétera)… Si el deudor no es intimado de que algo le va a pasar si no paga… no paga», resumió.
«No es sin repercusiones que el sistema judicial no funcione», advirtió. «En lo penal de alguna manera continúa -agregó-, pero lo que no se hace es armar debates de casos pendientes. Sí la tarea investigativa de hechos de este momento se está haciendo; pero de antes se resuelve lo más urgente, donde puede haber gente detenida», explicó.
Reflexionó que una buena manera de poder ir terminando con la inactividad es «desde lo tecnológico, ir avanzando con eso… que en lo Civil sea como está pasando con lo Penal», pidió.

Feria judicial, hasta el martes
Dos días hábiles más fue prorrogada la feria judicial extraordinaria, hasta tanto el Gobierno Nacional anuncie qué otras medidas se adoptarán en el marco del «aislamiento social, preventivo y obligatorio», que se darán a conocer el domingo próximo.
Cabe mencionar que mediante acuerdo nº 3695, se dispuso feria judicial extraordinaria a partir del 20 al 31 de marzo, la que fue prorrogada por otro acuerdo -nº 3696- hasta el 12 de abril.
Como es de público conocimiento el Poder Ejecutivo Nacional ha indicado que habrá nuevos plazos para continuar la cuarentena, aunque resta anunciar por cuánto tiempo y las condiciones.
Por esa razón, ante la inminencia de la finalización de la feria dispuesta por aquellos acuerdos, el Superior Tribunal de Justicia resolvió prorrogar la feria judicial extraordinaria hasta el 14 de abril inclusive. Esto es que por resolución del 9 de abril nº 5520, se decidió ampliar en dos días el paréntesis de la actividad judicial.

«Al estudio, en soledad»
Algunos abogados han solicitado que se les permita -en el marco de este período de aislamiento- poder movilizarse de sus domicilios a sus respectivos estudios para trabajar «en soledad». Esto es sin personal alguno y sin atención al público.
La inquietud fue trasladada recientemente al intendente Luciano Di Nápoli, que a su vez la haría conocer al Gobierno provincial. Lo que se está solicitando es que se flexibilice la tarea de los profesionales en ese sentido.
«Esta semana tuve que ir a buscar un libro a mi estudio y, con buen criterio, me paró un policía: me dejó pasar pero con el compromiso de volver en diez minutos y fue lo que hice. Lo entiendo y está bien, pero necesitamos poder trabajar directamente en nuestros estudios. No romperíamos el aislamiento de ninguna manera porque lo haríamos en total soledad», explicó un abogado del foro local.
Agregó que «en general esta ‘feria extraordinaria y forzosa’ nos ha permitido sacarnos de encima distintas cosas que antes no podíamos hacer por falta de tiempo, y que son situaciones en que nosotros podemos manejar los plazos».
Concretamente lo que los abogados le están pidiendo ahora puntualmente al intendente Luciano Di Nápoli, al gobernador Sergio Ziliotto y al Comité de Crisis es que se contemple que puedan ir de los domicilios a sus oficinas. «Sólo eso», reafirman.
Admiten los profesionales de las leyes que es cierto que algunas diligencias por medio de la informatización son posibles, pero hay también impedimentos: por ejemplo en la Justicia Federal Civil se exige para los trámites llevar el soporte papel, lo que naturalmente les representa una dificultad más.

Reclamo de la Cámara de Peluqueros de La Pampa
Los más diversos sectores de la economía están naturalmente afectados por la realidad que nos rodea y nos ocupa en este tiempo. Los peluqueros/as, los propietarios y trabajadores del sector, no son la excepción y desde que comenzó el cese obligado de distintas actividades por el aislamiento soportan en algunos casos como pueden la situación.
Están los cuentapropistas -los que tienen su local y de alguna manera aún con dificultades pueden afrontar el momento-, pero están llegando al límite de sus posibilidades. Muchos de los salones ocupan también a ayudantes de peluquería -tienen allí su fuente de trabajo- que por estos días también están parados.

«Trabajar con cuidados».
Paula Tolosa, presidenta de la Cámara de Peluqueros de La Pampa, consultada al respecto señaló que «estamos tratando que nos escuchen, porque aún con algunas restricciones y cuidados necesitamos trabajar».
Agregó que algunas personas mayores y con años en el oficio dicen «de esperar todavía», pero hay otros más jóvenes, muchos de ellos con familias e hijos que necesitan volver al trabajo y están pidiendo que la flexibilización los alcance».

Alquileres, un problema.
Paula explicó que si bien «por ahora hay servicios que no se pagan como la luz que se podrá abonar más adelante, el alquiler no lo perdona nadie, y hay quienes ya no pueden afrontarlo y por eso alguna gente está desesperada».
La dirigente señaló que «estoy enterada que un peluquero tuvo que abrir por necesidad, pero llegaron y le clausuraron el local… pero lo cierto es que algunos no soportan más, y algo habrá que hacer».

Los clientes piden turnos.
En su caso contó que «tenía la peluquería en México y Unanue, pero ahora estoy en el barrio Néstor Kirchner en mi propio salón…pero además el público, tanto caballeros como damas, están necesitando el servicio, al punto que con esto que se decía que la actividad se abría en estos días me pidieron un montón de turnos. Por eso creo que apenas se habilite todos van a tener trabajo», se esperanzó.

«No entró un peso más».
Oscar Ochoa, uno de los peluqueros más antiguos de la ciudad, con 38 años en el oficio -estuvo 34 en un salón en Quintana 166, y desde hace 4 en Avenida Luro-, también, obviamente, resulta directamente perjudicado desde lo comercial. Porque «desde que empezó al aislamiento tuvimos que cerrar, así que aquí no entró un peso desde entonces», explicó.
Oscar señaló que «me las arreglo porque tenía unos pesitos ahorrados para irme de vacaciones, pero ahora tengo ‘vacaciones forzosas’ en mi casa. Pero la situación se está complicando, porque alquilo el salón y tengo mi casa aquí mismo, hay que pagar el alquiler y no hay ingresos».

Trabajar con turnos.
Agregó que en su peluquería también trabajan «a porcentaje» dos chicas, pero por supuesto tampoco les está ingresando nada. «Voy a ver si las puedo ayudar un poco», agregó.
El conocido peluquero opinó que «tal vez, con el tema que se está flexibilizando el aislamiento se nos puede tener en cuenta… que por ejemplo trabajemos con turnos de a una persona por vez dentro del salón, ésa podría ser una salida», completó.

Otro caso.
Sergio Fernández tiene un salón de peluquería en la calle 25 de Mayo, casi Avenida San Martín, donde trabajan cinco peluqueros. Como corresponde, de acuerdo a las medidas adoptadas, permanece cerrado, y las cinco personas que trabajan allí están en sus hogares.
«La verdad que esto me agarró en un momento donde hacíamos planes para agrandarnos un poquito, porque nos trasladábamos a un local más grande, en calle Avellaneda, al lado del Banco Nación, pero ahora tenemos que esperar… Lo malo es que estoy pagando dos alquileres: el lugar donde estamos ahora y el que pensábamos para trasladarnos…», lamentó.
El hombre vive en Winifreda desde hace algunos años, y todos los días viaja a Santa Rosa para abrir: «Nos levantamos con mi señora (Melina Bruno) a las 7 y a las 8 salimos. Trabajamos de corrido hasta las 6 de la tarde, y somos cinco personas en total que dependemos del negocio», informó.

Un poco psicólogos.
Sergio contó que hace 20 años su vida gira en torno a este oficio. «Trabajaba en una fábrica de premoldeados en el Parque Industrial, hasta que empecé a hacer esto, primero como un ingreso más, pero me atrapó definitivamente. Me encanta lo que hago… no me cansa y estaría horas, porque es un laburo que te permite charlar con la gente, es muy social. Y sí, es un poco como dicen: te enterás de todo, pero queda ahí. Pero además a veces uno tiene que hacer un poco de psicólogo, porque hay personas que tienen la necesidad de ser escuchadas», completó.
Padre de tres hijos -un par ya grandes e independizados- Sergio se mostró esperanzado en «salir adelante… esto nos agarra en un proceso de cambio en el negocio, pensando en el cliente, en darle más confort… es un momento difícil pero todos tenemos que entender porque los comerciantes estamos muy afectados… Roguemos que esto pase y podamos volver a trabajar», concluyó.