Efecto aislamiento: fuerte caída de la mortalidad

Las medidas sanitarias adoptadas ante la pandemia de Covid-19 no solo habrían evitado la propagación del virus y la consecuente saturación del sistema de Salud, sino que también habría tenido efectos positivos en otros aspectos. Según las estadísticas de sepelios de la Cooperativa Popular de Electricidad (CPE),en comparación con el año anterior, entre abril y agosto las cifras de decesos disminuyeron un 13,7 % en Santa Rosa y las localidades interconectadas.
Los números a los que accedió LA ARENA muestran una importante caída y permite inferir en que la principal causa fue el aislamiento social, preventivo y obligatorio que se implementó en todo el país. En nuestra provincia, las medidas sanitarias comenzaron a regir el 20 de marzo y generó una abrupta disminución de la circulación de personas en las distintas localidades pampeanas, debido a que solo quienes prestaban «servicios esenciales» estaban autorizados a salir. Luego, gracias a la situación epidemiológica de la provincia, la cuarentena se flexibilizó y La Pampa pasó a Fase 5, donde la principal característica estuvo marcada por el distanciamiento social.
Además de frenar la propagación del coronavirus, estas medidas tuvieron otros «efectos positivos», entre ellos una drástica caída en las enfermedades estacionales en nuestra provincia y en las muertes en accidentes de tránsito.

Fallecimientos.
Sin embargo, también implicó una disminución de los fallecimientos. Según las estadísticas de la CPE, entre abril y agosto de este año se registraron un total de 369 decesos en Santa Rosa, Toay, Ataliva Roca, Anguil, Uriburu, La Gloria, Lonquimay, Catriló y Mauricio Mayer. Estas cifras permiten inferir que el principal factor fue la escasa circulación de personas, la prohibición de actividades que impliquen un aglomeramiento y la profundización de las medida de higiene personal que se implementaron a raíz de la pandemia.
Esta hipótesis toma mayor fuerza cuando se analiza el número de muertes mes a mes. Desde comienzo del año y hasta marzo, mes en el que hubo 85 fallecimientos, las cifras no mostraban mayores variantes en relación a los años anteriores. Sin embargo, en abril el número comenzó a descender bruscamente. En ese mes se contabilizaron 82, luego en mayo hubo 66, en junio se registraron 77, en julio 78 y en agosto la cifra volvió a sumar 66.
En comparación con el mismo período pero de 2019, los números reflejan una disminución en los fallecimientos del 13,7 %, debido a que el año pasado se registraron 428 muertes (77 en abril, 84 en mayo, 87 en junio, 103 en julio y 77 en agosto). A su vez, si se contrastan los datos con lo ocurrido en 2018, período en el que hubo 420 muertes, la caída llega al 12,1 %. En aquel entonces, en abril se registraron 69 muertes, en mayo 80, en junio 84, en julio 92 y en agosto 95.
El descenso es mayor cuando se compara con las estadísticas del mismo período pero de 2017, donde la caída alcanza el 23,9 %. En aquel año, Santa Rosa y las localidades interconectadas sumaron un total de 485 fallecimientos, es decir 116 fallecimientos más que el corriente año. De ese total, 81 fueron en abril, 83 en mayo, 105 en junio, 120 en julio y 96 en agosto.

Efectos positivos.
Los efectos positivos de la cuarentena ya habían sido advertidos por las autoridades sanitarias. En junio, el ministro de Salud, Mario Kohan, dio cuenta de la «abrupta caída» que se ha detectado en las enfermedades estacionales como «consecuencia secundaria a las medidas de prevención que se han tomado» desde que el virus del Covid-19 llegó a nuestro país. «En La Pampa, prácticamente no tenemos diarrea, no tenemos enfermedad tipo influenza, ha caído también la cantidad de casos de neumonía», destacó el funcionario.
Caen todas las enfermedades pero la sífilis es la excepción.
El último informe Boletín Epidemiológico publicado por el Ministerio de Salud de La Pampa, correspondiente a la semana 35 (del 23 al 29 de agosto de 2020) marcó una caída sensible de las enfermedades respiratorias si se compara el acumulado del año 2019 con el del año en curso hasta la misma fecha, es decir, fines de agosto.
La información contenida en el Boletín surge de la notificación de los denominados ENOs (Eventos de Notificación Obligatoria) que realizan los Establecimientos de Salud y laboratorios de la provincia de La Pampa al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS 2.0) que integra y unifica las estrategias de Vigilancia Clínica y Laboratorial.
El único alerta que surge de observar las cifras de un año y el otro está marcado por enfermedades de trasmisión sexual, como la sífilis. El reporte no tiene documentada la cifra de casos de VIH, puesto que esos datos están volcados en un programa específico. Tampoco se encuentran consignados aquí los casos de coronavirus, puesto que no hay posibilidad de compararlos con los del año pasado, cuando la enfermedad no había llegado al país.
Sí están consignadas el resto de las enfermedades respiratorias, las cuales han tenido una merma de casos muy considerable si se las compara con el acumulado hasta la semana 35 de 2019.
El informe señala que en el caso de la Bronquiolitis en menores de dos años, bajó de 1.887 casos confirmados hasta la semana 35 del año pasado a 250 en el mismo período de 2020 (es decir, -1.637). Las otras patologías respiratorias que forman parte del informe son: Enfermedad Tipo Influenza, hubo 4.191 casos en 2019 y 659 en 2020 (-3.532); neumonía, 1.091 contra 432 (-659); Tuberculosis, 24 contra 23 (-1) e Infección Respiratoria Aguda Grave, 572 contra 121 (-451).

Accidentes.
En cuanto a los siniestros, de los que ocurren en el hogar hubo 432 casos confirmados menos que en el mismo período de 2019. Entonces se confirmaron 1.022 accidentes del hogar y en 2020 solo 590.
En cuanto a accidentes sin especificar, el boletín indica que se produjeron 4.255 menos este año que el año pasado. En 2019 hubo 6.413 y en 2020, 2.158. En cuanto a siniestros viales, hasta la semana 33 del año pasado, se habían registrado 1.790 y en el mismo período del corriente año fueron 473, con lo cual, la merma fue de 1.317.
Las enfermedades de trasmisión alimentaria también estuvieron en baja. El informe oficial señala que el Botulismo del lactante (-2), botulismo (-4), brucelosis (-7), diarreas (-5.300), SUH Síndrome Urémico Hemolítico (-1) y diarreas agudas sanguinolientas (-68) registraron menos casos este año que en 2019.
También se registraron menos intoxicaciones. Las medicamentosas disminuyeron de 33 a 14 (-19), las de monóxido de carbono bajaron de 4 en 2019 a ninguna en el año actual; las de otros tóxicos y de plaguicidas no tuvieron registro ni este año ni el pasado.

Sexual y otras.
En cuanto a las enfermedades de trasmisión sexual, el informe marca una merma en la secreción genital en mujeres (-9), pero incrementos en la secreción genital de varones (39 casos más que en 2019), sífilis en mujeres (+77), sífilis en varones (+66), sífilis congénita (+3) y sífilis en embarazadas (+12).
En cuanto a Hepatitis, no hubo casos confirmados ni en 2019, ni en 2020 en todas sus variantes (A, B, B en embarazo, C, D y E).
En cuanto a las patologías inmunoprevenibles, el informe destaca mermas en Coqueluche (-6), Parotiditis (-31) y Varicela (-337).
Respecto a las meningoencefalitis, esta, la bacteriana, la viral y la micótica o parasitaria no presentaron casos o estuvieron por debajo del año anterior. Sin embargo, la meningoencefalitis sin especificar etiología registró dos casos en lo que va de 2020 contra uno del año pasado.

Zoonóticas.
Salvo el Dengue, que registró 6 casos este año contra uno del pasado, las enfermedades zoonóticas también estuvieron por debajo, puesto que en 2019 hubo un caso de chagas agudo congénito, 9 de chagas en embarazadas y uno de hidatidosis, mientras que este año no hubo casos. La Leptospirosis tuvo 4 casos en 2019 y solo uno en el año en curso.
Respecto a la fiebre Chikungunya, la Enfermedad por virus del Zika, Psitacosis, Fiebre Hemorrágica Argentina y Hantavirus, entre otras, no hubo casos en ninguno de los dos períodos analizados.
Por último el reporte refiere a los envenenamientos por animales ponzoñosos, como alacranes, serpientes y arañas. Las cifras son realmente bajas en los dos años, pero hay más casos en 2020. Este año hubo un envenenamiento por picadura de alacrán, contra ninguno de 2019; tres de araneismo (latrodectus) y 0 del año pasado; dos de araneismo (loxosceles) contra uno del período anterior; y dos mordeduras de yarará este año contra una del 2019.