Ministro se ganó el elogio de una motociclista accidentada

«Ministro… qué hace aquí», dijo sorprendido uno de los dos policías que llegaron a esa esquina donde minutos antes hubo un pequeño accidente. El titular de la cartera de Seguridad estaba en cuclillas curando algunas heridas de una joven que poco antes se había caído con su moto.

«No pasó nada… la suerte es que la chica está bien, sólo eso», trató de minimizar el ministro de Seguridad, Horacio Di Nápoli, consultado por el gesto que tuvo el miércoles en horas de la mañana cuando paró a auxiliar a una joven que había sufrido una caída con su moto en la intersección de Avenida Belgrano y Córdoba.

Joven agradecida

La información trascendió porque fue la misma protagonista la que contó qué le pasó, y la forma en que actuó el funcionario -y enseguida otra persona de la empresa Pastorutti, de quien no preguntó su nombre-, y que fue auxiliada mientras otros autos pasaban por la Avenida Belgrano sin atinar a detenerse.

«Tuve muchos raspones en una mano y una pierna. Fue un gran susto porque era la primera vez que me pasaba», dijo la joven, quien le agradeció al ministro de Seguridad «que por casualidad circulaba por ahí y que frenó, mientras los demás autos pasaban a mi lado sin que nadie me ayudara. Él sacó un botiquín de la camioneta y me hizo las primeras curaciones. Yo no sabía quien era, pero él solo quería ayudarme… Sé que se acercó otro señor que incluso me quiso llevar en su camioneta y cargar mi moto para que yo esté tranquila (me olvidé de preguntar su nombre). A todos ellos y también a dos policías que llegaron después muchas gracias», expuso en Facebook.

El incidente

Ayer el ministro Di Nápoli, consultado por este diario, confirmó el episodio y trató de restarle trascendencia. «Eran más o menos las 8 de la mañana y estaba en el semáforo cuando la chica con la moto parece que rozó el cantero central y se cayó. Lamentablemente nadie paraba, así que me bajé y traté de ayudarla», recordó.

Di Nápoli siguió diciendo que la joven «estaba muy nerviosa, que tenía que llegar a trabajar, y allí me ofrecí para decirle que me encargaría de explicar en la empresa de limpieza en la que cumple tareas lo que le había pasado. Fueron raspones y el susto pero la piba no paraba de llorar. Mi actuación se reduce a eso, y lo bueno es que la chica está bien», expresó.

Lo cierto es que la joven se mostró agradecida, y también quedó en claro que -lamentablemente- hubo muchos automovilistas que no mostraron precisamente un gesto solidario.