Lunes 15 de abril 2024

Padre e hijo en el Aconcagua

Redacción 16/02/2018 - 01.25.hs

El montañiista pampeano, único guía de montaña de la provincia, Juan Pablo "Pollo" Pollak, hizo cumbre en el Aconcagua durante la tarde del miércoles. Esta es la séptima vez que llega a la cima de América aunque la ocasión tuvo un gusto especial ya que se dio el lujo de ascender los más de 6.000 metros junto a su hijo Joaquín, de apenas 22 años.
En compañía de ellos fueron dos pampeanos más, el santarroseño Horacio Alcaráz y Daniel Fernández, de General Acha. El último integrante de la lista fue el médico rosarino Martín Ré. La Expedición Norden Aconcagua hizo cumbre en un día especial para todos los pampeanos ya que los escaladores retrasaron el ascenso para el miércoles 14, día en que el Gobierno provincial llevó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación la propuesta del caudal hídrico apto para el río Atuel.
Con apenas una campera de pluma, abrigo suficiente para un hombre experimentado que conoce bien cómo soportar las temperaturas cercanas a los 15º bajo cero, y a través de un teléfono satelital, Pollak describió ayer las sensaciones que le produjeron volver a subir los más de 6.000 metros de altura que representa la cima más alta de América.
"Es un día increíble, de esos que no hay una nube alrededor, y desde un lugar donde uno ve la curvatura de la tierra, el océano Pacífico. Esto es realmente increíble".
"El Pollo", quien se comunicó personalmente con el programa El Aire de la Mañana (Radio Noticias 99.5) ante la pregunta de un azorado periodista que no lograba creer que realmente estuvieran observando al Pacífico, aseguró "sí, sí, claro que se ve. Se ve a 150-220 kilómetros, más o menos".

 

Día especial.
De acuerdo a sus palabras, la idea principal de Pollak era poder comunicarse con los periodistas durante la jornada del miércoles 14, considerado para él "un día especial", y no por la celebración de San Valentín, sino porque, como es de público conocimiento, el gobierno de La Pampa llevaba a la CSJN su propuesta sobre el caudal hídrico apto del río Atuel, para que llegue el agua al noroeste pampeano y se restablezca el medioambiente, ante la imposibilidad de acordar con Mendoza un caudal del cauce interprovincial.
"Postergamos un día para tratar de estar en la cumbre el 14, día importante por las cuestiones hídricas para todos los pampeanos" sostuvo y aprovechó a dejar cierta calma a los familiares, amigos y conocidos al asegurar que "todos estamos en excelente estado", mientras tanto el resto de los integrantes de la expedición mateaban y tomaban café a la espera de descender a Plaza de Mulas, el Campo Base del cerro, donde ayer harían anoche y para hoy esperaban llegar a Penitentes.

 

Muy emotivo.
En sus palabras entrecortadas por la falta de oxígeno, el entrevistado contó las sensaciones de hacer cumbre junto a su hijo. "Yo hice mi primer cumbre con 44 años y él la hace con 22", sostuvo y agregó que "tiene mucho por hacer aún. Es algo muy emotivo".
En este sentido dejó un mensaje dirigido a los padres y expresó: "quien tenga la posibilidad de hacer actividades con el hijo, andar a caballo, en bicicleta, lo que sea, lo tiene que hacer".
Respecto de las diferentes vivencias que provocaron escalar por séptima vez la cima de América, Pollak dijo que "las diferencias se encuentran más adentro que afuera".
"Te encontrás otros guías, otras personas, otro clima... nos tocó participar de un rescate, siempre pasa algo distinto a las otras veces". Sin embargo Juan Pablo, segundos previos a que la comunicación se interrumpiera por el viento, consideró esta experiencia como algo "inigualable".

 

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