Jueves 28 de marzo 2024

Hubo evacuados en Winifreda y se inundó el hospital de Santa Isabel

Redacción 26/02/2015 - 04.12.hs

En una hora cayeron más de 130 milímetros que anegaron las calles del barrio El Molino. El agua ingresó a la mayoría de las casas. Los evacuados se refugiaron en el municipio. Vecinos volvieron a reclamar obras de infraestructura.
Una fuerte lluvia azotó a Winifreda el martes a la noche. El fuerte aguacero inundó la casi totalidad de las calles del barrio El Molino, ubicado al oeste del radio urbano, y dos familias fueron evacuadas. Ese sector del pueblo se encuentra en una zona muy baja y los desagües no dan abasto cuando llueve intensamente.
El fenómeno climático generó más complicaciones que otras veces porque afectó a un número mayor de pobladores incluso dos familias (en total cinco personas) abandonaron sus viviendas y fueron albergadas en el edificio municipal, que actuó como centro de evacuados hasta que cesó el alerta.
El temporal se desató pasadas las 20.30 y desparramó más de 130 milímetros en poco más de una hora. En ese lapso también se registró caída de granizo y vientos huracanados. Después siguió lloviendo más tenuemente hasta ayer a la noche.
La abundante agua superó ampliamente la altura de los cordones cunetas, rebalsó de punta a punta los sumideros e ingresó al interior de los hogares de las calles Calderón, Salvetti, Villalba, Meyer, Victorica, Legnani, entre otras. En una calle el nivel del agua alcanzó los 50 centímetros de altura.
Alertados por la situación, bomberos voluntarios, policías y personal municipal acudieron a los sectores afectados donde cortaron las arterias anegadas para prohibir la circulación de vehículos y ayudaron a los damnificados. Cuando ingresaron a sus casas lo primero que hicieron fue cortar el servicio eléctrico.
"Casi lo perdí todo, que impotencia", escribió ayer una pobladora en la red social Facebook donde agradeció a los servidores públicos por haber salvado sus muebles, a sus familiares y vecinos por haberse acercado en plena tormenta para ayudarla a sacar el agua de la cocina, baño y piezas.
En el mismo sitio virtual un joven comerciante apuntó: "La casa de mis viejos tenía entre 7 y 8 centímetros de agua en todas las habitaciones y mi comercio también. No puede ser que no se haga nada con este tema que lleva años sin resolverse y nadie nos escuche. Qué hacemos ahora con las cosas dañadas como muebles, alfombrados, electrodomésticos. Me encanta que llueva, pero quiero el agua afuera de nuestras casas".

 

Quejas.
Los reclamos a la municipalidad no tardaron en llegar. "En vez de dedicarse a construir cabañas de barro en el vivero solucionen de una vez por todas el problema de los desagües", publicó un vecino del barrio perjudicado.
El año pasado, la intendenta Marta Berg había encargado un estudio de los desagües instalados al norte y oeste de la localidad para conocer si están funcionando correctamente o se deben realizar nuevas obras de infraestructura pluvial. Dicho trabajo fue realizado por un topógrafo de Vialidad Provincial. La jefa comunal no se escondió: durante la noche del martes y ayer visitó a los damnificados para conocer sus necesidades y ofrecerles ayuda.
Las ráfagas tiraron las chapas de un taller mecánico situado en la calle Alsina y en la zona rural las paredes de un inmueble cuyos ladrillos cayeron encima de una máquina fumigadora.

 


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