Ciencia que avanzó en la última década

La revista Nature dio cuenta de un fenómeno nacional de los últimos años. En un informe que describe el panorama científico en América del Sur se presentaron los avances en materia de investigación en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela y Perú, y se los comparó con otros países.
El artículo indicó que Argentina lidera el ránking de impacto de publicaciones, lidera a nivel mundial el índice de investigadores por cantidad de habitantes y viene creciendo de manera sistemática en la inversión estatal en ciencia. Y destacó que en todos los países sudamericanos, la investigación en el sector privado sigue siendo baja.
La revista, al hacer la evaluación, comparó la cantidad de publicaciones, colaboraciones internacionales, impacto de los "papers", gastos en investigación, cantidad de científicos y patentes obtenidas. El estudio precisó que Brasil encabeza la cantidad de publicaciones y patentes, con más de 46 mil trabajos, seguido de Argentina con poco más de nueve mil, pero aunque los brasileños producen más material escrito, el impacto de las publicaciones argentinas, que mide la cantidad de veces que un artículo es citado por otros y el número de publicaciones, los de nuestro país son más consultados.
En lo que respecta a la cantidad de investigadores, Brasil cuenta con un plantel de científicos superior a los cien mil pero Argentina posee la mayor proporción de investigadores con casi tres científicos por cada mil trabajadores. Este índice supera a China y se encuentra apenas un poco por debajo de los Estados Unidos. El informe de la revista destaca que Brasil y Argentina encabezan las investigaciones colaborativas binacionales con más de tres mil proyectos entre ambos países.
En cuanto a los logros de nuestro país se podría agregar además la creación de más de diez universidades nuevas, sobre todo en áreas que no contaban con una casa de estudios de las mismas características, y el impulso que se les ha dado a otras. Los sueldos universitarios, por mostrar uno de los incentivos, también han crecido considerablemente y se observa hasta en una entidad tan chica como puede ser la universidad pampeana en comparación con otras casas.
El informe mencionado también tuvo la palabra del ministro argentino de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao. Esta cartera fue creada en los últimos tiempos y ha dado impulso a un área necesaria e importante en los considerados "países desarrollados". Barañao, al hablar con la revista Nature, resaltó que "luego de una década de políticas enfocadas a potenciar la investigación, la ciencia argentina comienza a tener impacto positivo en el desarrollo económico y social" y reclamó: "ahora se necesita mayor compromiso del sector privado".
Actualmente la inversión en el país en materia de ciencia y tecnología, que siempre estuvo rezagada, alcanzó el 0,65 por ciento del Producto Bruto Interno. Cabe destacar en este sentido la aplicación en la última década del programa de repatriación de científicos o de la creación del Polo Científico Tecnológico. En tanto, las empresas privadas multinacionales y que pueden llegar a tener alguna incidencia por los capitales y beneficios que manejan, apenas están interesadas en los avances científicos concretos que no estén dirigidos a sus interesas comerciales y poco es lo que aportan a nivel general.
Estos avances que no todos aprecian en el campo de la ciencia, han sido uno de los logros obtenidos en la última década de gobierno. Si bien la inclusión social y económica es una de las bases para el crecimiento armónico de una sociedad, la promoción del desarrollo científico realiza también un aporte destacado en otro terreno: la tecnología y la producción, a fin de poder ampliar los horizontes de bienestar y mejorar el desarrollo económico del país.