Sabado 27 de abril 2024

“Actos de genocidio”

Redacción 27/03/2024 - 00.14.hs

Los catorce niños que hace una semana murieron por inanición hacen muy difícil justificar el ataque del ejército israelí en la Franja de Gaza. A esos catorce hay que sumar los miles que murieron en los bombardeos que Israel realiza indiscriminadamente, con una baja de civiles que ya supera los 30.000. Por más que el país judío considerara estar en su derecho de responder al ataque que realizara Hamas en octubre pasado, que también superara el millar de muertos, el proceder actual se parece más a una guerra de exterminio que a una acción bélica.

 

Más de un millón de palestinos ya sufren una hambruna en el escaso territorio donde se refugiaron, con toda la infraestructura civil destruida por las bombas y, según se comprobó recientemente, con ataques sobre los dos únicos hospitales que todavía funcionan. El personal de uno de esos establecimientos informó que entre los muertos había 10 niños y 11 mujeres. Pero si se sospechara alguna tendencia propagandística, ella queda reducida a la nada ante las declaraciones de la relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos en los territorios palestinos, quien aseguró que "existen motivos razonables" para afirmar que Israel comete "actos de genocidio en Gaza". El documento que elevó a Naciones Unidas se titula “anatomía de un genocidio”, un título elocuente por sí mismo.

 

Precisamente es en el recinto de las Naciones Unidas, después de meses de discusiones inconsistentes que muestran las escasas posibilidades concretas del organismo, donde acaba de registrarse una resolución de “cese de fuego inmediato”, que debería incluir el levantamiento de las barreras puestas por Israel a la ayuda humanitaria para los habitantes de la franja de Gaza, junto con la liberación de los rehenes en poder de los palestinos desde el comienzo de la guerra, algo que difícilmente se concrete ya que obra como un elemento de presión sobre el gobierno israelí.

 

La sorpresa de la resolución fue la abstención –no el rechazo— de los Estados Unidos, su principal aliado, lo que causó disgusto manifiesto en el gobierno israelí. El empecinamiento del ministro Netanyahu en no respetar derechos humanos en Gaza resulta frustrante para los norteamericanos que ven como sus aliados europeos se retraen ante la actitud del funcionario judío

 

Conmueven las imágenes de la gente precipitándose sobre las –escasas— raciones que descienden en paracaídas. En esas operaciones parece campear un odio abierto hacia los palestinos quienes – paradójicamente y según un erudito italiano en estudios bíblicos- descienden del mismo tronco genético que los hebreos.

 

La situación imperante obliga a preguntarse: ¿No dejó ningún rastro ético el espantoso tratamiento sufrido por los judíos a manos de los nazis?¿Van por el mismo camino?

 

Las acciones de Israel más que una represalia parecen un concreto intento de acabar con la población palestina y ocupar su territorio, una intención avalada por la “humanitaria” invitación de uno de sus ministros a que los habitantes que sobrevivan al conflicto emigren hacia otros países. De hecho, Israel ya empezó a expandirse con la construcción de miles de viviendas en el sector palestino de Cisjordania y, en una suerte de desafío, prohibió a esa etnia celebrar el Ramadán en Jerusalén, que también para ellos es una ciudad sagrada.

 

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