Sabado 27 de abril 2024

Un hecho asombroso

Redacción 26/03/2024 - 00.18.hs

Aunque con un paisaje de una estética muy singular, de a poco nuestra provincia ha ido concitando una cierta aptitud turística, cimentada especialmente por su posición central en el país. Una parte considerable de esa dinámica radica en el interés que despiertan los cotos donde un muy considerable número de aficionados a la caza evidencia la calidad de las piezas a obtener. Va de suyo que el nivel económico de esos visitantes supera la media habitual ya que los practicantes de la actividad, además del canon correspondiente, deben poseer equipos especiales, fundamentalmente en lo que hace a las armas, tanto de fuego como blancas.

 

Los últimos días, precisamente, se han registrado algunos hechos al respecto. Por un lado la apertura de la temporada de caza generó la esperable acción de los furtivos en los que el afán por cobrar piezas se incrementa con la situación económica de algunas familias. Las declaraciones y comunicados de la policía que se desempeña en el área cinegética así lo reafirman. Pero la semana pasada esa actitud de los cazadores se tradujo en un caso inédito, sorprendente y hasta casi se podría decir que asombroso: un grupo de furtivos se aposentó en un campo ubicado en cercanías de Telén, sin conocimiento ni permiso del propietario. Pero lo más singular del hecho es que evidentemente no eran unos cualquieras dentro de la actividad, ya que se movilizaban en dos modernas camionetas, habían levantado un campamento con carpas, tenían un completo equipo para la actividad y hasta contaban con un conservador –freezer- que funciona con gas. Este adminículo evidencia que no solamente apuntaban a los trofeos –que los tenían- sino también al aprovechamiento de la carne de los animales cobrados. Tampoco podían alegar desconocimiento de las formalidades, ya que en el grupo –siete personas en total— había cinco pampeanos que oficiaban de guías.

 

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