Lunes 29 de abril 2024

LA ARENA en el recital de Coldplay: un concierto multisensorial

Redacción 06/04/2016 - 12.15.hs

La banda de Chris Martin pasó por La Plata y 1+1 estuvo ahí, en un concierto para el deleite multisensorial. La lluvia le dio un condimento extra a una multitud que bailó y cantó la catarata de hits.
“Wwooohhhoo wwoohhooooo” canta la masa que sale por una de las puertas del estadio. El estribillo del tema ‘Viva la vida’ explota desde las gargantas empapadas y las sonrisas multiplicadas por miles sintetizan la imagen perfecta después de más de una hora y media junto a Coldplay: una celebración de los sentidos bajo una puesta en escena formidable, con canciones ideales para que la fonética de la multitud se imponga más allá del idioma.
Los británicos comenzaron su gira mundial de presentación de su último disco (“A head full of Dreams”) en el estadio Ciudad de La Plata con dos shows a estadio repleto, el jueves y viernes pasado. Tal como lo dice el nombre de su tour, la cabeza de todos los que fueron -incluido 1+1- quedó “repleta de sueños”, música y colores. El público compuesto por todas las edades y grupos de familias enteras, pudo interactuar permanentemente con una banda que se mueve a sus anchas en eso de entretener por el camino del pop-rock.

 

Lluvia.
Después de la noche inaugural, la función del viernes fue antecedida por una lluvia que comenzó temprano y siguió durante toda la noche. La espera bajo el agua terminó a las 21.20 cuando se apagó la iluminación y se prendieron las pulseras con luces de led rojas y blancas -descartables- regaladas a las 45 mil personas al ingresar al estadio generando un efecto de cielo estrellado, constelación y meteoritos rojos surcando el espacio.
Las pulseras tienen un rol clave en el concepto del espectáculo que propone Coldplay. Las “xylobands” generan un efecto hipnótico con el que el público se siente protagonista del evento, porque además la banda despliega toda una artillería de pirotecnia, luces, papeles y bolas gigantes, todo inspirado en el arte de su más reciente álbum, que fue diseñado por la argentina Pilar Zeta.
Pero toda esa parafernalia no tendría sentido sin la avalancha de hits que Martin, junto al guitarrista Jon Buckland, al bajista Guy Berryman y al baterista Will Champion, supieron construir a lo largo de sus siete discos. El inicio fue con el tema que le da nombre al último trabajo y enseguida siguió ‘Yellow’, para el primer gran coro. ‘In my place’ continuó en la lista desde el escenario principal, al que una pasarela lo vinculaba con otro más chico y otro pasillo que llevaba a uno más pequeño e íntimo aún, donde el cuarteto realizó un set acústico bajo el agua a solo centímetros del público.

 

Clásicos.
Clásicos como ‘Clocks’, ‘Everglow’, ‘Politik’ y ‘Fix You’ antecedieron el homenaje a David Bowie con una versión del clásico ‘Heroes’, un toque distintivo antes de que el estadio se convirtiera en una disco gigantesca con ‘Viva la Vida’ y ‘Adventure of lifetime’, éste último con Martin pidiendo a todo el mundo que se agache para tomar impulso y estallar en un salto de baile en masa.
En el final ‘A Sky Full of Stars’ volvió a desatar la fiesta, siempre con Martin como líder absoluto de la escena. Esa imagen de chico bueno y sonriente es la que refleja desde el escenario, sin poses rockeras para la tribuna ni gestos exagerados. El cantante tiene muy en claro para qué está allí y lo transmite con una naturalidad encantadora, por eso ese “¡hasta luego!” en un claro español sirvió para ilusionarse con un pronto regreso. Para que la fiesta no se termine.

 

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