Brailovsky hablará sobre la historia ecológica de América

"Estamos ante una fuerte contradicción", sostuvo el historiador Antonio Brailovsky al contrastar la política que Argentina tiene hacia el exterior sobre uso compartido de los recursos y lo que hace dentro de su territorio. Mientras reclama a Brasil un aprovechamiento consensuado del río Paraná, puertas adentro avala que Mendoza se apropie del río Atuel y condene el oeste pampeano a la desertización.
Brailovsky estará en Santa Rosa el sábado 21 y el sábado 28 de noviembre brindando un curso sobre "Historia Ecológica de Iberoamérica". Será en el auditorio del edificio de Vialidad Nacional (Juan B. Justo 315) y a los docentes que concurran, les brindará puntaje válido para su currícula. Los interesados pueden comunicarse con el teléfono 02954-411160.

Razón.
"La Pampa tiene razón en esta disputa con Mendoza", sostuvo Brailovksy cuando desde Radio Noticias le preguntaron sobre los conflictos relacionados con el agua, tanto superficial como subterránea. "El río es de todos los ribereños, no del que está más arriba", reforzó.
Este planteo, lógico y elemental a los ojos de cualquiera, es el que utilizó Argentina cuando Brasil comenzó a construir grandes represas sobre el río Paraná y el Uruguay. "En ese momento, Argentina argumentó lo mismo que La Pampa: el río es de todos" y no puede quien tiene una posición privilegiada abusar de ella en detrimento del resto de los participantes del recurso -en este caso, los Estados que se encuentran aguas abajo.
"En esto hubo siempre una contradicción -señaló-, porque mientras Argentina en el conflicto con Brasil dice 'el río tiene que ser de todos', en el conflicto entre Mendoza y La Pampa, se olvidaron de La Pampa". Por ello, la aplicación del "manejo integrado de cuencas" es un principio elemental y lógico -aunque todavía no generalizado- ya que todos los participantes de esa región tienen la capacidad de decidir el manejo del recurso.

Robo.
Un punto al que Brailovsky no le dio una importancia mayor fue al del supuesto "robo de agua" que hacen los buques europeos que cargan agua de los ríos argentinos y luego la venden a precio exhorbitante en sus países de origen. El especialista explicó que todos los barcos deben cargar sus bodegas con agua para no viajar vacíos. Es lo que se llama "agua de lastre", que le da estabilidad al barco y evita que una tormenta fuerte "lo de vueltas".
Brailovsky planteó que si a los ciudadanos europeos se les vende agua extraída del Río de la Plata como si fuera un líquido de altísima calidad, están "siendo engañados". De hecho, señaló, en Buenos Aires cada vez hay más problemas para depurar el agua que se extrae del río.
En respuesta al planteo del periodista, el historiador indicó que un verdadero y grave problema de exportación de agua ocurre "en el norte (del país), en Salta y Jujuy". Según comentó, por un convenio de esas provincias se está abasteciendo a empresas mineras de Chile con agua subterránea extraída de los acuíferos argentinos. "Puede ocurrir que nuestras ciudades de Salta y Jujuy tengan problemas de abastecimiento porque están enviando demasiada agua a las mineras chilenas, que ya agotaron el agua que tenían", aseguró.
"Antes que los buques cisterna, yo creo que ese es nuestro problema crítico de exportación de agua", afirmó.