Sabado 10 de mayo 2025

Chapur disfrutó de su gran "Fiesta"

Redacción 10/12/2012 - 04.17.hs

El piloto cordobés, con un Ford Fiesta, finalizó séptimo en la final, cuidándose de los demás porque sabía que llegando era campeón, tal cual ocurrió. El ganador fue el "Dami" Romero, con un auto de la misma marca. "Fiesta" completa para Ford.
Facundo Chapur, con Ford Fiesta, se consagró ayer campeón de la Clase 2 del Turismo Nacional, al arribar séptimo en la final del Gran Premio Coronación, disputado ante miles de espectadores en el Autódromo Provincia de La Pampa. El ganador de la final fue Damián Romero, con otro Fiesta, por lo que la celebración para Ford fue completa en el circuito toayense.
La prueba final de la Clase 2 (1.600 c.c.) se disputó sobre 18 vueltas al trazado pampeano, de 4.137 metros (se utilizó la chicana ubicada al final de la recta principal), y el ganador Romero empleó un tiempo de 26m.51s.003/1000 para quedarse con la competencia, a un promedio de 167,852 kilómetros por hora. Matías Machuca (Renault Clío), a 367/1000, y Lucas Bagnera (Renault Clío), a 7s.385/1000, completaron el podio.
Igualmente, el gran ganador de la jornada fue el joven Chapur, de sólo 18 años, quien se cuidó en la final y arribó en la séptima colocación, para de esa manera sumar los 253 puntos que le permitieron quedarse con la corona, habiendo logrado cuatro victorias en la temporada.

 

Final tranquila.
El cordobés Chapur llegó al Premio Coronación con una buena ventaja sobres sus rivales directos por el campeonato, Juan Pablo Koch (Renault Clio) y Ever Franetovich (Chevrolet Corsa), aunque para quedarse con el título debía tener un buen fin de semana.
Y fue tan bueno lo que hizo entre viernes (consiguió la pole) y sábado (ganó su serie), que ayer domingo hasta pudo disfrutar de la gran final, sabiendo que si llegaba entre los diez primeros era campeón, pasara lo que pasara con sus rivales, que además largaban detrás suyo.
Y el piloto de Ford (atendido por DG Competición) cumplió con su tarea a la perfección, porque en ningún momento se expuso a los roces (muy comunes en esta categoría) y hasta no le opuso resistencia a los propios Koch y Franetovich, que lo pasaron en pista pero lejos estuvieron de complicarlo en los puntos.
Ya en la largada, Chapur -partió segundo- dejó que el "Dami" Romero se escapara adelante, y poco a poco comenzó a cuidar el auto, teniendo en cuenta la alta temperatura y la ansiedad de sus rivales por escalar posiciones. Así, fue cuidando todo y para mitad de carrera ya estaba séptimo, una posición que conservaría hasta la bandera a cuadros.
Mientras tanto, adelante nadie podía con Romero, pese a los intentos de Matías Machuca (Renault Clio) y Lucas Bagnera (R. Clio), quienes brindaron un lindo espectáculo hasta el cierre. También se prendieron los propios Franetovich y Koch, aspirantes al título, que se la jugaron en varias oportunidades pero no pasaron del cuarto y quinto puesto, respectivamente.

 

El título.
El cierre llegó y Chapur se consagró campeón con 253 puntos, en tanto que el misionero Koch fue subcampeón con 237 y Franetovich terminó tercero con 228. Para Chapur, la de ayer fue la carrera número 34 en la categoría (debutó el 14 de marzo de 2010 en La Plata), en la que sumó seis victorias, cuatro de ellas en esta temporada, que cierra con el título de campeón argentino a los 18 años.

 

"Cerramos una temporada soñada"
El cordobés Facundo Chapur, ex campeón mundial de karting, es todo un personaje. Extrovertido, simpático y chistoso como la mayoría de sus coterráneos, ayer también le tuvo que dar paso a la emoción, cuando se bajó de su "irrompible" Ford Fiesta y entre lágrimas se subió al auto y se abrazó con los integrantes de su equipo, familiares y amigos.
No era para menos; a los 18 años acababa de consagrarse como el campeón más joven de la Clase 2 del Turismo Nacional, y había dado el salto a la clase mayor, en la que competirá el próximo año. "Cerramos una temporada soñada", dijo emocionado el cordobés, tras haber aboyado el techo de su máquina durante la los festejos.
Esa celebración le sirvió, además, para aflojarse de toda la tensión que había vivido en la final, porque sabiendo que debía llegar entre los diez para ser campeón, se dedicó a cuidar el auto y evitó lo que más le gusta: acelerar a fondo e ir a la chapa cuando es necesario.
"Fue demasiado pensante la carrera; diría que estresante", dijo entre sonrisas. Pero enseguida se puso serio: "La verdad es que en la carrera de Río Cuarto habíamos logrado una buena diferencia sobre nuestros rivales, y llegamos a esta última fecha con un porcentaje muy amplio del título. Por eso teníamos que pensar y no enloquecernos, para cuidar esa diferencia".
"Igualmente -continuó-, había que hacer las cosas bien. Lucas Colombo me ayudó en la clasificación (el viernes), y después ganamos bien la serie (el sábado), para sumar más puntos. Así llegamos a la final y nos dedicamos a cuidar el auto, a no exigirlo. Además, levantaba temperatura y por ahí se me iba muchísimo; me preocupé y por eso empecé a salir de la succión de los otros autos".
De todas maneras, y más allá de alguna preocupación, dijo que corrió la final tranquilo porque tenía un auto "de fierro", como lo mostró a lo largo de todo el año. "El Fiestita no se quedó nunca en todo el año, no se rompió nunca, y eso te da una tranquilidad enorme", explicó.
Y en el mismo sentido, cerró felicitando a sus colaboradores. "Más que un equipo fue una familia; todos trabajamos para todos, nunca hubo roces y eso ayuda mucho. Fue un campeonato muy difícil, pero a la vez muy lindo, y acá estamos, como campeones", concluyó.

 


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