Estudiantes de Río Cuarto logró el ascenso
Estudiantes de Río Cuarto ascendió ayer a la Primera División del fútbol argentino tras igualar 1-1 como visitante ante Deportivo Madryn, en la vuelta de la final del Reducido de la Primera Nacional jugada en el estadio Abel Sastre.
El partido tuvo a Luis Silba como autor del gol local a los 18 minutos del segundo tiempo y a Agustín Morales como el goleador cordobés a los 40' del mismo periodo.
La expulsión de Federico Recalde por doble amonestación a los 36 minutos del complemento dejó a Deportivo Madryn con diez hombres y condicionó el tramo final del encuentro.
Estudiantes de Río Cuarto, dirigido por Iván Delfino, logró el ascenso a la Liga Profesional 2026 gracias al resultado global, debido a que en la ida, como local, se había impuesto 2-0 con goles de Tomás González y Juan Antonini.
De esta manera, el León del Imperio vuelve a la máxima categoría después de 40 años. El otro ascendido de la temporada fue Gimnasia de Mendoza, que logró el primer ascenso como campeón de la Primera Nacional.
Ascenso e incidentes.
En el primer tiempo, el conjunto cordobés tuvo las situaciones más claras y estuvo cerca de ampliar el global, pero el arquero de Madryn, Yair Bonnin, apareció como figura al atajar en tres oportunidades los remates del paraguayo Javier Ferreira. Además, Recalde detuvo con el cuerpo un disparo sobre la línea de Agustín Fontana, manteniendo el cero.
El segundo tiempo empezó con más ritmo y a los 18 minutos Silba conectó una tijera para batir a Brian Olivera y poner a Madryn a un gol de forzar los penales. Con un hombre menos desde los 36', Madryn no pudo sostener la ventaja y cuatro minutos después llegó el empate de Agustín Morales, que sentenció la serie a favor de Estudiantes.
El cierre del partido estuvo marcado por incidentes: hinchas locales arrojaron proyectiles al campo de juego y la Policía debió intervenir para contener la situación y evitar que la confrontación escale.
La situación comenzó cuando, con el encuentro ya 1-1, tres mujeres y un hombre se colgaron del alambrado, del lado interno del campo de juego. Así, la acción tuvo que ser detenida y, mientras el árbitro, Facundo Tello, pedía que se bajen, recolectó proyectiles que habían sido arrojados hacia la cancha.
Lejos de calmarse los ánimos, los hinchas siguieron colgados, haciendo caso omiso a los pedidos de la policía. Así, pocos minutos después, Tello decidió dar por finalizado el encuentro, decretando así el ascenso de los cordobeses.
Sin embargo, los futbolistas no pudieron ni celebrar en el campo de juego. Es que, apenas Tello pitó, tuvieron que correr hacia el túnel para protegerse tanto de los elementos que eran arrojados desde las tribunas, como de los hinchas que se metieron en la cancha.
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