Gripe H3N2 en Chile, Perú y Bolivia: recomendaciones para Argentina
La circulación de una nueva subvariante del virus de la influenza A, conocida como subclado K de la gripe H3N2, ya se detectó en Chile, Perú y Bolivia, lo que encendió alertas sanitarias en distintos puntos del planeta, aunque todavía no se detectó oficialmente en Argentina.
La gripe H3N2 primero se detectó en Asia y se fue extendiendo por Europa y América del Norte. La característica de esta variante es que mostró una capacidad de transmisión superior a la de otras cepas estacionales, lo que motivó un refuerzo de la vigilancia epidemiológica ante la posibilidad de nuevos casos importados.
Durante estos últimos días, Perú, Chile y Bolivia confirmaron los primeros contagios vinculados al subclado K. Hasta el momento, en la Argentina las autoridades sanitarias del laboratorio ANLIS-Malbrán intensificaron los estudios de laboratorio para determinar si la variante ya circula en el país.
El escenario regional se desarrolla en un contexto climático que, según los expertos, puede favorecer la propagación del virus y adelantar dinámicas típicas de la temporada invernal.
¿Para cuándo se espera la llegada de la variante K de la gripe H3N2 a la Argentina?
El médico infectólogo, Juan Carlos Cisneros (MN 62530), subdirector del Hospital Muñiz (CABA), especializado en enfermedades infecciosas, afirmó que esta variante va a llegar a la Argentina. “Es lo habitual que lo que pasa en el invierno del hemisferio norte se traslade a nosotros en nuestro invierno y tal vez de forma anticipada porque este subclado del subtipo A- H3 N2 es más virulento”, sostuvo el experto.
En tanto, el infectólogo Ricardo Teijeiro, remarcó que esta variante de la gripe va a llegar al país a través de algún viajero contagiado. “Eso no quiere decir que haya riesgo en el hemisferio Sur a modo de brote. Para que eso suceda, se necesitan algunas características como el estar hacinado, en grupos encerrados en lugares sin ventilación, tener secreciones respiratorias, etc”.
¿Quiénes deben vacunarse contra la gripe?
Los expertos indicaron que aquellos vacunados en el último invierno no necesitan volver a vacunarse. Pero sí se les aconseja para quienes no lo hayan hecho, sobre todo si forman parte de algún grupo de riesgo.
Las indicaciones de la vacuna son: los niños de 6 a 24 meses, mayores de 65 años, embarazadas, personal de salud, personas con enfermedades crónicas, inmunodeprimidos, diabéticos, obesos y todos los incluidos en las pautas del Ministerio de Salud.
Asimismo, los expertos indicaron que seguramente para febrero ya estén las nuevas vacunas con el componente H3N2. Mientras tanto, las autoridades recordaron que la vacuna está disponible en vacunatorios y se recomendó reforzar las medidas de prevención como cubrirse la nariz y la boca al estornudar. Además para reducir el riesgo de contagio es necesario el lavado frecuente de manos, la higiene de superficies y dispositivos electrónicos, la ventilación de ambientes cerrados y la consulta médica ante síntomas respiratorios de gravedad.
¿Qué es la gripe H3N2?
La gripe H3N2 es una variante del virus de la influenza A, uno de los tipos más comunes que circulan cada año a nivel mundial. Se transmite principalmente a través de gotitas respiratorias expulsadas al hablar, toser o estornudar, así como por el contacto con superficies contaminadas y el posterior contacto con la nariz, la boca o los ojos. Sus síntomas suelen aparecer de manera brusca e incluyen fiebre alta, dolor muscular, tos seca, dolor de garganta y un marcado cansancio.
El subclado K, representa una evolución genética del subtipo H3N2. Se trata de una variante de gripe estacional particularmente contagiosa, aunque no más grave que otras cepas conocidas. Su mayor transmisibilidad se vincula a mutaciones en la hemaglutinina, una molécula clave que permite al virus ingresar en las células humanas. Estos cambios facilitan la propagación del virus incluso en poblaciones con cierto grado de inmunidad previa.
Los síntomas asociados al subclado K no difieren de los habituales. La fiebre alta suele superar los 38 grados y aparece de forma repentina, acompañada de escalofríos, malestar general y una intensa sensación de cansancio. El dolor muscular y articular afecta con frecuencia a piernas, espalda y brazos, y puede dificultar las actividades cotidianas. El dolor de cabeza persistente, la tos seca y la congestión nasal completan el cuadro clínico más común.
En niños pequeños y adultos mayores, también pueden presentarse síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos o diarrea, aunque estos signos no resultan habituales en adultos jóvenes. El cansancio extremo suele prolongarse incluso después de que la fiebre disminuye. En algunos casos, la infección puede derivar en complicaciones como neumonía, infecciones bacterianas secundarias o descompensación de enfermedades preexistentes, lo que vuelve indispensable la vigilancia médica ante síntomas persistentes o severos.
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