Sin más políticas de cuidado
Desde las 50 políticas de cuidado que funcionaban el 10 de diciembre de 2023, solo se mantienen cuatro. Desde que asumió, Javier Milei eliminó programas destinados a mujeres, jubiladas, madres, trabajadoras, niños, niñas y adolescentes, y solo queda vigente un 8% de aquellas políticas destinadas a aliviar la desigualdad social. Según el quinto informe de La cocina de los cuidados del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), 2.866.000 personas perdieron al menos una política de cuidado. Además, el 92% de los programas fueron recortados, paralizados, derogados, desmantelados o están en riesgo.
El informe confirma que las mujeres y niños son los más afectados. “Cada programa que cierra o se desfinancia afecta la calidad de vida de quienes cuidan y de quienes son cuidadas”, advierte la investigación. Entre otros datos, explica que se redujo de 4,6 a 3,8 millones la cantidad de personas mayores que acceden a medicamentos del PAMI, mientras crecieron del 40% al 75% los rechazos en solicitudes de pensiones por discapacidad. Además, fueron revocadas 56.000 pensiones.
Asimismo, las cuidadoras comunitarias cuentan con menos recursos, crece el endeudamiento de las familias y las personas trans ya no tienen garantía de que se cumpla el cupo laboral.
Motosierra a pensiones.
La política atacada con mayor saña es la discapacidad, cuyas pensiones están siendo derogadas. En Argentina solicitan pensiones por discapacidad ( de 262.000 pesos mensuales) unas 63.000 personas por mes, de las cuales un 60% son mujeres. Habitualmente, el 40% eran rechazadas por distintos motivos, pero desde septiembre de 2024, cuando se hizo incompatible pensión con trabajo registrado, ese índice subió al 75%. Simultáneamente, se revocaron 56.000 pensiones.
También sufrieron fuerte embate los programas sobre educación sexual, interrupción del embarazo y métodos anticonceptivos, de los cuales solo se sostienen algunas transferencias para las infancias. Y fueron totalmente desfinanciadas las políticas enfocadas en la socialización del cuidado infantil. “Estaríamos volviendo a un modelo que nunca abandonamos del todo: un varón proveedor y la mujer cuidadora”, plantea el estudio.
Alimentar y AUH.
Dentro de las transferencias directas que se mantienen está la Asignación Universal por Hijo. Sin embargo, la tarjeta Alimentar no se actualiza desde mayo 2024 y ya perdió 43,26% de su poder de compra, mientras la asignación familiar se redujo a la mitad de una AUH y perdió 1.070.000 beneficiarios. Para colmo, “si no hay un Estado activo que publicite sus políticas, la universalidad de estas transferencias se irá limitando”. Por ejemplo, “la aprobación de las becas Progresar 2025 recién se comunicó en mayo y junio. Con esta dinámica, el año pasado el programa tuvo 500.000 titulares menos (cayó de 1,8 a 1,3 mil jóvenes)”.
Además, a junio de 2025 sólo ejecutaron el 24% del presupuesto vigente para ampliación de jardines, de por sí un 20% menor que en 2024. Y lo mismo sucede con las transferencias a espacios de cuidado comunitario: “la paralización de los Centros de Desarrollo Infantil (CDI) es una postal en todo el país”, revela el informe.
Mientras tanto, fueron completamente desarmados los programas de salud sexual y reproductiva: ya no hay presupuesto para Educación Sexual Integral (ESI) y la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y el Plan ENIA, para prevenir el embarazo adolescente lleva un 53% de ejecución (logrado mediante amparo colectivo) de un presupuesto sin actualizar desde hace un año.
(El Destape)
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