En constante movimiento

Fernando González está acostumbrado a la palabra emprender. Restaurantes, bares, boliches y organización de eventos es una constante en su vida, casi siempre con buenos resultados. Renovará la marca Las Viñas, un clásico a la hora de organizar fiestas y reuniones.

 

Cuando era apenas un niño muchas de sus noches se la pasaba entre la cocina y el salón y se dormía en algunas sillas o mesas. Mientras la música animaba la fiesta y la gente se divertía, él ya iba absorbiendo algunos de los secretos del manejo de eventos nocturnos, un mundo que le atrajo desde el principio y que lo llevó por distintos caminos gastronómicos y de esparcimiento en la ciudad. Un emprendedor que si se caracteriza por algo es que nunca se queda quieto.

 

"Me acuerdo de que dormía debajo de las mesas de la cocina, me crié ahí prácticamente, en el salón de Las Viñas en la calle González porque mi papá en ese momento lo había hecho bailanta y después empezó con los eventos privados. Yo andaba por la cocina, daba una mano en el guardarropas, por todos lados. Desde chico sabía que quería hacer eso así que cuando terminé el secundario me fui a estudiar tres años la carrera de Gastronomía a Buenos Aires y cuando volví trabajé con mi viejo hasta que llegó el momento de arrancar solo", detalla Fernando González, que a sus 38 años tiene un extensísimo currículum acerca de la apertura de bares, restaurantes y boliches en Santa Rosa.

 

Y es que Las Viñas también tiene 38 años de trayectoria y hoy, de la mano de Fernando, apuesta a una vigorosa renovación para lograr su máximo objetivo: ofrecer el mejor servicio.

 

"La realidad es que mis viejos, Rubén y Mirta, ya se jubilan, así que me queda a mí lo que es la empresa de la organización de eventos. Yo no estaba trabajando en ese ámbito específicamente pero ahora lo que vamos a hacer es relanzar la marca Las Viñas, vamos a renovar todo: la carta, el mobiliario, el lugar. Le vamos a dar una nueva imagen así que estamos a full con eso porque a mí lo que más me gusta es organizar eventos".

 

Fernando destaca "que la empresa ya está armada, tiene su carpa, su centro de distribución, pero vamos a dar vuelta todo, va a ser con propuestas nuevas tanto para Santa Rosa como para todo el interior que es nuestro fuerte también. Vamos a equipar cada cosa para hacer eventos de hasta 300 personas. En esto estoy trabajando muchísimo con Mariano y Gabriel, que son mis socios y amigos, y ellos son fundamentales para toda esta movida".

 

Emprendedor.

 

Si bien Fernando concentra gran parte de su atención y trabajo en ese relanzamiento, no deja de lado cada uno de sus emprendimientos: el bar restó Siete10, la cervecería BlackBart (ambos en el centro) y el boliche Yes, sobre la ruta nacional 5.

 

"Hace unos años abrí Siete10 bar en la esquina de San Martín y Urquiza, un lugar que anduvo muy bien. Estuve dos años y después abrí Cine Club, en la Quintana, que funcionó espectacular, es un lugar tremendo. Y al tiempo sumé BlackBart que funciona en la esquina de Avellaneda y Alvear. Después ya me hice cargo de lo que era el bar restó Las Viñas, en la avenida San Martín casi Gil, y le cambié el nombre por Siete10 porque quería que se identifique más con ese lugar, así que es un restó que está abierto desde las 9 de la mañana y hasta la madrugada porque hace todo de corrido y ofrece todos los menúes posibles desde el desayuno hasta las cenas con tragos y demás opciones gastronómicas como tortas que hacemos nosotros", cuenta González mientras toma un café poco después del mediodía y donde gran parte de las mesas del restó tienen comensales degustando distintos platos.

 

"Trabajo con Mariano y Gabriel que son mis amigos y socios y ellos me dieron una mano bárbara en todo y me liberan de muchas cosas, son de fierro. A mí lo que me gusta es la organización de eventos, cumples, cenas, todo lo que tiene que ver con lo festivo, y para eso tenés que tener todo aceitado porque un evento se hace a partir de los detalles y ahí no podés fallar", resalta.

 

Ante ese movimiento constante que lo lleva a pensar siempre en nuevos proyectos, González destaca el apoyo que siempre ha encontrado en la municipalidad, en el gobierno y en el Banco de La Pampa a través de créditos que le permitieron poner en marcha sus proyectos.

 

"Es algo que siempre me gusta destacar porque ese apoyo es clave para un emprendedor, vos podés tener muy buenas ideas y gente de laburo, pero sin un respaldo financiero se hace muy difícil porque para hacer bien las cosas, necesitás invertir. Si no, no funciona", asegura.

 

Cuestión cultural.

 

La energía emprendedora ni siquiera fue apagada por la pandemia que resultó un golpe muy duro para el sector gastronómico y nocturno. "Fue difícil, pero a Yes (que antes era Juanito) lo abrimos como bar en la pandemia y duró así nueve meses, hasta que pudimos hacer lo que es hoy, un boliche, que es mi primera experiencia en ese rubro. En ese momento se hablaba mucho de que las cosas iban a cambiar, que la gente no iba a salir y demás, pero eso no cambia así nomás, es una cuestión cultural; a la gente le gusta salir, compartir, divertirse. Y así lo hizo apenas pudo después de tanto encierro y malos momentos".

 

Según Fernando, en sus distintos emprendimientos trabajan unas 40 personas y valora que una ciudad como la capital pampeana "siempre es receptiva a nuevas propuestas".

 

"Creo que Santa Rosa es un lugar bárbaro para emprender en gastronomía, yo cuando viajo siempre miro y trato de traer cosas nuevas de otros lugares, que sean innovadoras, porque sé que el público se interesa y lo consume. Por eso en el salón de Las Viñas vamos a ampliar la rotisería y a hacer una cafetería bien moderna, donde se pueda ver todo y tenga ese concepto que se ve ahora en Buenos Aires y otras ciudades. Creo que hay espacio para ir renovándose".

 

Fernando cuenta más detalles de proyectos, de ideas. Se entusiasma con sus grupos de trabajo y apunta a generar más emprendimientos y más trabajo. Ahora renovará una marca que es tradición y allí pondrá nuevamente su sello, el de innovar y estar siempre en movimiento.