Pampawine, un clásico que no para de crecer

Hablar de Pampawine, es pensar en degustaciones de vinos, los mejores maridajes, las bodegas más grandes del país a la par de los pequeños proyectos, charlas y capacitaciones alrededor del mundo de la bebida nacional.

Que el nombre de un evento anual que se realiza en nuestra ciudad encierre tanta cantidad de cosas, representa el incansable trabajo emprendedor detrás de una marca que ya se convirtió en un clásico.

El próximo 3 de noviembre, en el hotel La Campiña, se realizará la séptima edición de la Feria de Vinos más grande de La Pampa, la “Pampawine”, con la presencia de alrededor de 40 bodegas de distintos puntos del país, y un espacio destacado para la presencia de las bodegas pampeanas.

Alejandro Zingaretti, propietario de la vinoteca B&B, es el creador de este evento que se supera en cada nueva edición, y destacó que “el universo del vino argentino es tan amplio, que nuestro país produce desde los vinos más australes del mundo, hasta los vinos de mayor altitud, que son producidos en Salta. Hay vinos prácticamente regados con agua del mar, y toda esa variedad de opciones está presente en Pampawine”.

Y anticipó que a través del Ministerio de la Producción “volverá a estar presente, al igual que el año pasado, un espacio de promoción de las bodegas pampeanas. Es algo que nos parece muy importante, porque está buenísimo que las personas puedan probar nuestros vinos. La industria vitivinícola sigue creciendo en La Pampa, surgen nuevos proyectos en toda la provincia, y van a estar presentes en Pampawine”.

Oferta gastronómica.

Respecto a la oferta gastronómica, Alejandro anticipó que “va a haber cinco opciones de maridajes salados y dulces para disfrutar. Algo importante es que como ya viene sucediendo en años anteriores, hay opciones vegetarianas, y maridajes aptos para celíacos. Es importante que las personas celíacas que vayan a asistir al evento lo informen al momento de adquirir las entradas”.

“Algo que está bueno destacar sobre las diferentes propuestas gastronómicas del evento, es que son los mismos emprendimientos con los que trabajamos nosotros durante el año, ya sea porque son nuestros clientes de la parte de distribución de bebidas, porque organizamos degustaciones en conjunto, pero siempre está el trabajo compartido. Sucede como con los sponsors que nos acompañan siempre, que son los primeros con los que hablamos para convocarlos, intentando que nos vuelvan a acompañar”, agregó.

Una campaña particular.

En las últimas semanas, las calles comenzaron a “hablar” sobre el retorno de Pampawine a través de una campaña gráfica muy particular. “Hace meses que con todo el equipo venimos pensando las frases, surgían algunas que eran demasiado específicas del mundo del vino, otras que sentíamos que las íbamos a entender solamente nosotros, pero de a poco las encontramos. Nos parecieron muy ingeniosas, y las plasmamos en la cartelería”, contó Alejandro.

Es que con fondo completamente verde, y letras blancas, en las calles de Santa Rosa, Toay y General Pico empezaron a aparecer grandes carteles con frases como “Para el año 2000 se esperaban autos voladores y todavía no sabemos qué onda comer sandía con vino”, “Todo lo placentero es inmoral o tiene octógonos. Salvo el vino”, o una de las mejores: “Teníamos que pensar frases para este cartel, pero nos quedamos hasta tarde tomando vino y no hicimos nada”. Todos los carteles, se completan con una firma que no necesita ninguna otra explicación: Pampawine. “La verdad es que generaron bastante repercusión, porque mucha gente nos los destacó. Les pareció algo original, y está bueno, porque como te decía, lo veníamos trabajando desde hace tiempo”, destacó.

Otras bebidas.

Si bien la feria es un evento en el que el vino es el protagonista, siempre hay espacio para los “competidores” de la bebida nacional. Zingaretti explicó que “en la industria del vino siempre se habla de otras bebidas como competidoras, entre las que están los destilados, los vermús, la cerveza. Hasta las gaseosas. E incluso ya se habla de vino sin alcohol en algunos lugares del mundo, porque la industria se reinventa y tiene que llegar a cubrir las diferentes necesidades del público”.

En ese sentido, señaló que “de todos modos está el espacio para eso. Vamos a tener la presencia de destilados, diferentes opciones de gin, whisky, va a estar presente la gente de vermú La Fuerza. Además vamos a tener un espacio para quienes quieran tomar un café, quizás al final de la noche, antes de tomarse el taxi de vuelta o la combi. Esa opción también va a estar”.

En cuanto al transporte, respetando la normativa del alcohol cero al volante, Alejandro detalló que “va a haber taxis disponibles en el lugar, y vamos a tener el servicio de combis desde el centro de Santa Rosa hasta el hotel. Para eso está bueno que quienes vaya a utilizar el servicio se anoten en las sucursales de las dos vinotecas, acá en Santa Rosa o en Toay, presencialmente o mandando un mensaje. Pero está bueno que se anoten para calcular bien la capacidad de las combis y la cantidad de viajes”.

La semana.

El objetivo de Alejandro y todo el equipo de ByB es consolidar la semana de Pampawine, por eso en los días previos al evento habrá diferentes actividades. “Este año vamos a volver a hacer una cena pre-Pampawine a beneficio, con la presencia de un chef invitado especialmente para el evento. Además, el jueves 2 vamos a hacer unas charlas que estamos cerrando, como introducción al mundo del vino, para el público en general con entradas sin cargo. También como el año pasado, vamos a realizar una capacitación para los gastronómicos. Son todas cosas que vamos a ir anunciando en las redes del evento”.

Las entradas se encuentran a la venta en los locales de ByB Vinoteca en Santa Rosa y Toay, y en Picando de General Pico. La gran cantidad de entradas ya vendidas permiten augurar un gran marco de público en este evento que ya se convirtió en un clásico, que no para de crecer.