Jueves 25 de abril 2024

“Todos tienen derecho a festejar”

Redaccion Avances 30/09/2023 - 12.40.hs

Claudia Brítez se hizo conocida porque gracias a su emprendimiento fue convocada por la ONU para ambientar un encuentro internacional. El emprendimiento que lleva adelante Claudia Brítez llamó la atención de los medios porque la contrataron para ambientar un encuentro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se hizo en la ciudad de Buenos Aires. Ella es una inmigrante paraguaya que vive en la Villa 31 de la Capital, en la zona de la estación de Retiro, y desde allí puso en marcha “Como lo soñaste”, dedicado a darle el marco a distintos tipos de festejos y reuniones sociales.

 

“Mi objetivo es que los vecinos puedan darse el gusto de festejar y que esa fiesta sea como la soñaron. Todos tienen derecho a festejar. Básicamente convierto en lugares mágicos los lugarcitos donde parece que no se puede hacer nada”, explica Claudia respecto a lo fundamental de su trabajo, que es adaptar con colores y alegría el lugar que esté disponible.
Nació en Caaguazú, una ciudad de 100 mil habitantes que está a 180 kilómetros de Asunción, en Paraguay. Es la mayor de seis hermanos y a los 17 años, junto a sus padres, tuvo que emigrar y radicarse en la villa 31, un barrio popular donde “a pesar de las dificultades las familias siempre encuentran un motivo para celebrar”, según le contó al diario La Nación.

 

El emprendimiento arrancó hace siete años, cuando ella estaba embarazada de Juli y pensaba en qué iba a trabajar teniendo una beba recién nacida.  Su último empleo había sido como asistente de una investigadora del Conicet pero en ese momento no tenía dónde dejar a su hija. Atravesaba una crisis de maternidad, una crisis económica, una crisis de pareja (acababa de separarse) y un malestar constante por no sentirse bien dónde ni cómo estaba, reseño la entrevista a Brítez. Pero era jefa de hogar y su única opción era seguir adelante. Tenía facilidad para hacer manualidades, era resolutiva, conversadora y tenía vocación “para hacer lo imposible para que los festejos a los que la invitaban se vieran y se sintieran maravillosos”.

 

Claudia advirtió que en su barrio no había nadie que organizara las fiestas, que cada familia lo resolvía como podía. Comenzó ambientando celebraciones chicas: un cumpleaños, un bautismo, una primera comunión. Hasta que una amiga la acercó a un Centro de Desarrollo Emprendedor y se capacitó. Su idea era aportar brillo al barrio sin dejar de ser consciente de las limitaciones económicas y de espacio con las que se iba a encontrar.
Desde entonces lleva más de 150 ambientaciones realizadas. “Si afuera del barrio hay gente que puede darse el gusto de festejar, mi idea es que las mamás de acá también tengan esa posibilidad. Y que lo hagan ‘como lo soñaron’”, afirmó.

 

Mujeres.
Del emprendimiento participan siete personas, todas mujeres y familiares: Claudia, su mamá, sus hermanas y sus primas. En las celebraciones grandes, llega a emplear a 60 personas, todos vecinos. El trabajo implica desde decorar un salón y llevar las sillas y la vajilla hasta contratar un fotógrafo, ubicar los invitados, personalizar la torta y encargarse de todo el menú. “Lo que más sale es todo lo que se pueda comer con la mano, ya que es más práctico: empanadas, sándwiches, pizzas”.

 

Claudia cuenta que el 60 % de sus trabajos son en el propio barrio, pero que poco a poco fueron surgiendo oportunidades en otras zonas de la ciudad.Un evento que la marcó fue uno del área de Hábitat de Naciones Unidas que se hizo en un salón de Cancillería en el contexto del Día Mundial del Hábitat. “Fue un desafío muy grande para todos, en el lugar hasta tenían ascensores para llevar la comida al salón. Logísticamente era impresionante y estábamos enloquecidas con la locación”, cuenta Claudia. “Por suerte pudimos estar a la altura de esa situación protocolar y todo salió muy bien”.

 

Consultada sobre los distintos modos de festejos, Claudia detalla según la tradición de cada país. “Cuando llega una mamá, viene soñando con ese festejo desde hace tiempo. Por ejemplo, en la colectividad paraguaya, para las mamás de los nenes que van a cumplir un añito ese festejo es clave. Lo celebramos como una fiesta de 15. Lo que más sueña la colectividad argentina es justamente la fiesta de 15 para las nenas y para los varones, los 18. En cambio, la colectividad peruana tira la casa por la ventana cuando hay un babyshower”, afirmó.
Una particularidad del emprendimiento es que todos los proveedores que hacen que los eventos se puedan realizar son del barrio, como las mozas, el fotógrafo o la repostera, por ejemplo.

 

Festejos.
Un informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA expone que la desigualdad social impacta sobre la posibilidad de las familias de festejar el cumpleaños de sus hijos. Esta situación se viene registrando desde el año 2018 y por la pandemia se profundizó. De hecho, la investigación señala que 3 de cada 10 niños de hasta 8 años que viven en contextos de mucha pobreza no festejaron su cumpleaños en 2022.

 

“Nosotros, la gente humilde, no pensamos en un viaje a Miami cuando se acerca la fecha de cumpleaños. Ponemos hasta el último peso que ahorramos y así sea con un globito y una tortita, celebramos. Pareciera una paradoja, pero en mi barrio es así. Con lo que sea, pero se celebra. Tiene que surgir ese tipo de excusas para que nos olvidemos, por ejemplo, de la inflación, de llegar a fin de mes. Es algo raro, pero es con lo que convivo siempre”, analizó.

 

Claudia quiere que su historia no se muestre como una historia con final feliz porque, según reflexiona, la realidad de muchas personas del barrio es muy diferente, reseña la entrevista en el diario porteño. “No todos tenemos las mismas oportunidades. Con esfuerzo, con disciplina, se llega a algún lado, es cierto, pero muchas veces eso no es suficiente. Por eso siempre digo que odio la palabra sacrificio, una palabra que arrastro desde mi infancia. No tendría que ser siempre un sacrificio. Y sin embargo lo es. Ahora soy ‘la chica del catering’, pero quisiera que más personas, a pesar de las limitaciones con las que se encuentran, se animen a buscar aquello que les apasiona, en el rubro que sea. Y luchen por eso tejiendo redes. Porque en soledad no se puede hacer nada”.

 

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