La cosecha fina creció un 6,8 por ciento en La Pampa

La producción total de granos finos en la provincia de La Pampa durante la campaña invernal 2021/22 fue de 1.045.772 toneladas en una superficie sembrada de 794.940 hectáreas y un área cosechada de 431.940 hectáreas. Aquel tonelaje le dejó al campo pampeano U$S 400 millones de ingresos, antes de retenciones.

 

JUAN JOSE REYES

 

En promedio, para los cultivos de invierno, hubo un 6,8% más respecto de la campaña anterior debido a mejores berbechos por un sistema de cultivo que consiste en dejar de sembrar la tierra periódicamente para que se regenere y porque además se obtuvo un récord histórico de la cebada con 246.094 toneladas y similar producción de la campaña pasada del trigo con 725.488 toneladas.

 

Se supo además, en forma no oficial, que la avena obtuvo 41.890 toneladas; el centeno 27.580 y la colza 3.300 toneladas de producción. Para tener una noción de la incidencia de la producción de granos finos dentro del Valor Bruto de Producción (VBP), es necesario recordar que estos cereales participan en un 31,2% y la de los granos gruesos y oleaginosas el restante 68,8%.

 

El importante crecimiento de la última campaña de invierno como se observa en el cuadro anexo ha significado un crecimiento importante en comparación con los niveles de producción de la anterior campaña. Ésta de granos finos mostró un interesante aumento de su productividad, atribuible a la utilización de híbridos y mejores métodos de labranza.

 

Aquí el ciclo agrícola iba antes de este a oeste y de norte a sur y ahora se da oeste a este y en menor proporción de sur a norte. El claro ejemplo fue el rendimiento en trigo, por ejemplo, definido por la cantidad de espigas logradas por metro cuadrado, los granos por espiga y peso de 1.000 granos pasando de 21.58 a 25.77 quintales por hectárea. Aunque el factor decisivo es la cantidad de espigas por metro cuadrado. Lo que no hay que olvidar es que la buena recolección de los cereales de invierno es estratégica para poder avanzar en la gruesa ya con avances del 25%.

 

El conflicto, determinante.

 

Según el Ministerio de Agricultura de la Nación, la cosecha fina pampeana de la campaña anterior (básicamente trigo y cebada) alcanzó un total de producción de 1.045.772 toneladas lo que generará un ingreso promedio ponderado a la provincia del orden de los 400 millones de dólares fuera de retenciones. Como conclusión se puede aseverar que el conflicto bélico Rusia-Ucrania ha sido determinante pues aquellos dos países son el granero de trigo y cebada del viejo continente.

 

Además la productividad del agro pampeano continúa en franco crecimiento en las últimas campañas como producto de la eficiencia del productor local, que en casi un 90% son pequeñas y medianas empresas, y en su mayoría arrendatarios. Es decir que necesitan mucho más ingreso por la escala de producción y no más impuestos (retenciones) que es utilizado por las autoridades nacionales para subsidiar buena parte de la industria y la matriz eléctrica hoy en problemas.

 

Sin embargo, el crecimiento de la competencia entre los operadores comerciales de nuestra provincia se manifiesta en la necesidad de ofertar un paquete de nuevos servicios al productor para que eleven sus ingresos netos y reduzcan sus costos, como una forma de morigerar los aspectos tributarios y de créditos casi imposibles de tomar, salvo la de los pequeños pues el BLP y el Ministerio de la Producción le subsidian las tasas.

 

En nuestra provincia un 8% de los granos cosechados no es volcado al circuito de comercialización por el productor pues es utilizado principalmente como forraje o semilla dentro de su establecimiento. Del 92% restante, 44% es vendido a través de acopiadores instalados a lo largo y a lo ancho de la provincia.

 

Alrededor de un 5% es comercializada a acopiadores privados y el otro 43% es entregado en consignación, a cooperativa de productores, o van directamente a los silobolsas. Tal matriz de comercialización ha ido variando con el tiempo por las alteraciones en el tipo de cambio, pero el ingreso de divisas es valioso pues es la "caja chica" del chacarero para financiar la gruesa.

 

Grano por grano.

 

Los resultados finales de la campaña de trigo 21/22 establecieron que se sembraron 296.040 hectáreas y se cosecharon en 281.540 produciéndose 725.488 toneladas del cereal con un rinde de 2.577 kg/ha. clave para la exportación y la molienda dejando a los productores y el fisco valores cercanos a los 286 millones de dólares.

 

Los importantes brotes secundarios (macollaje) obtenidos en el departamento Conhelo lideró la producción con 93.600 toneladas seguido en orden importancia por Maraco 89.600; Realicó 71.120; Guatraché 67.231; Capital 64.285; Trenel 55.620 y Catriló 50.525 toneladas.

 

El aumento respecto de la campaña anterior fue del 6,8% con un precio internacional en Chicago para la posición Mayo ya en valores históricos de casi 400 dólares. La cosecha 2021/22 de la cebada cervecera pampeana obtuvo un 57,55% más que la campaña anterior consiguiendo un ingente récord histórico de 246.094 toneladas. De ellas 106.250 fueron originadas en la zona centro-sur (delegación Santa Rosa) y 104.440 en la delegación de General Pico.

 

La superficie sembrada fue 166.700 hectáreas con una trilla de 90.500 y un rendimiento promedio de 27,19 qq/ha (30,28 zona norte y 26,20 zona sur). En los otros granos de la campaña fina, datos no oficiales pero estimativos, dan cuenta que la avena, uno de los principales verdeos de invierno, donde La Pampa es la segunda mayor productora del país.

 

Centeno.

 

En lo que refiere al centeno, La Pampa sigue siendo una de las provincias que, si bien ha decrecido su producción, sus valores siguen siendo rescatables con 27.580 toneladas al igual que la colza, que tuvo una producción estimada de 4.720 toneladas en 3.300 hectáreas sembradas. Se implanta en la zona centro-sur en los departamentos Catriló, Capital Toay y Atreucó y también se lo cultiva en Guatraché, Hucal y Utracán. En síntesis, el resultado de los granos finos pampeanos fue muy bueno, y además auspicioso en fondos que ingresan a los productores para los inicios de la campaña gruesa que está en pleno desarrollo, y apunta nuevamente a una vara elevada.