Se negó a declarar el camionero sospechoso

El transportista sospechado de matar a María José Stella mantuvo la boca cerrada ante el juez Carlos Mattei. Sin embargo, a la policía le habría revelado que "forcejeó con la joven" antes de que cayera del camión.
Adrián Ayala, el camionero de 37 años detenido el martes en Bahía Blanca acusado del crimen de María José Stella ocurrido sobre la ruta nacional 35, se negó a declarar. El sospechoso fue puesto ayer a la mañana frente al titular del Juzgado de Instrucción 5, Carlos Mattei, a cuyo cargo se encuentra la causa. "Por consejo del defensor oficial prefirió no abrir la boca hasta no contar con un abogado defensor particular", le aseguró una alta fuente policial a LA ARENA.
El sospechoso concurrió a las 10.30 a la Fiscalía para cumplir el trámite judicial, ante la imposibilidad de hacerlo en el juzgado mencionado debido a que fueron fumigadas las instalaciones, contó la policía.
Pese al hermetismo en torno al caso, este diario pudo enterarse de algunas revelaciones que el sospechoso le habría ofrecido a personal de la Brigada de Investigaciones, que llevó adelante las primeras actuaciones. Según contaron fuentes policiales, el transportista les habría revelado que "se produjo un forcejeo" con la joven, que ejercía la prostitución, minutos antes de la tragedia. Siempre según el relato que el implicado le habría dado a las pesquisas, todo habría comenzado por una "diferencia económica en el monto de la tarifa". "Supuestamente, habían acordado previamente una suma de dinero que luego del encuentro la joven habría pretendido subir".
El imputado continúa detenido en la Seccional Primera donde en la víspera acudió un abogado que pretendió reunirse con él, aunque no lo consiguió dado que no contaba con la autorización de la justicia para eso.
La reclusión del chofer se presume que se extienda, al menos, diez días. Ese es el tiempo límite que tiene el juez para dictarle el procesamiento o la "falta de mérito".

Muerte.
Las averiguaciones policiales, sobre la base del relato de cuatro testigos, cerraron el círculo sobre el transportista -que se desempaña en una firma dedicada al traslado de vehículos- detenido en la ciudad bonaerense. Ayala, en realidad, está domiciliado en una localidad del Gran Buenos Aires, y conducía un Fiat Iveco 320 blanco del que habría caído la adolescente el 30 de marzo, el día en que fue encontrada tirada a un metro de la cinta asfáltica, entre la ermita de Ceferino Namuncurá y el acceso al Canal 3. Fue internada en el Lucio Molas y falleció tras 48 horas de agonía.
La investigación sobre el caso Stella comenzó el mismo 30 de marzo. La menor ejercía la prostitución en la zona y fue otra mujer, que trabajaba a unos 200 metros, quien dio aviso a la policía. La primera hipótesis que barajó la policía fue que había sido atropellada por un vehículo de gran porte, pero tras la muerte y la posterior autopsia, los pesquisas se inclinaron por la posibilidad concreta de un asesinato. Relatos de los testigos, que habrían visto a la víctima caer del camión, reforzaron esta última vía investigativa.
La información extraoficial a la que había accedido LA ARENA era que, a partir de los testimonios, los pesquisas recurrieron al sistema GPS y se habrían comunicado con la firma para la que trabaja el acusado, desde donde le habrían confirmado que la unidad circuló por la ruta 35 aquél día.