No hay más pérdida, pero los líquidos continúan allí
Redacción 24/04/2013 - 03.57.hs
Pese a las promesas de campaña y a las "soluciones" brindadas desde la Dirección de Agua y Saneamiento de la Municipalidad de Santa Rosa, los vecinos de la calle Santa Cruz continúan respirando un intolerable olor a cloaca. Pero la situación se torna cada vez más complicada, ya que, cansados de las advertencias de sus padres, los niños de la cuadra juegan entre los líquidos putrefactos estancados sobre la destruida calle de tierra (que ahora adquirieron un color azul-violáceo), y corren descalzos por y sobre esos desechos. "Ayer vi a una nena de tres o cuatro años metida en ese agua, jugando como si nada; hoy los nenes se están tirando con la tierra de los bordes: es un peligro", expresó una vecina del barrio Zona Norte.
El viernes de la semana pasada, tras la publicación de este medio, el director de Agua y Saneamiento Nicolás Echeveste aseguró que "no se pudo solucionar el problema porque los dos camiones desobstructores estaban rotos", pero que se pidió ayuda a la intendencia de Toay. "Ese camión que pidieron prestado también se rompió, y ahora no saben qué hacer para sacar todo esta agua", expresó otra vecina claramente indignada por el desagradable paisaje que tiene que ver cada vez que sale de su casa. "Para comer tenemos que cerrar las ventanas", agregó.
Si bien la pérdida cesó, los líquidos continúan estancados y formando grandes lagunas, lo que motivó a un elocuente vecino a colocar un cartel en el medio de la calle.
El viernes de la semana pasada, tras la publicación de este medio, el director de Agua y Saneamiento Nicolás Echeveste aseguró que "no se pudo solucionar el problema porque los dos camiones desobstructores estaban rotos", pero que se pidió ayuda a la intendencia de Toay. "Ese camión que pidieron prestado también se rompió, y ahora no saben qué hacer para sacar todo esta agua", expresó otra vecina claramente indignada por el desagradable paisaje que tiene que ver cada vez que sale de su casa. "Para comer tenemos que cerrar las ventanas", agregó.
Si bien la pérdida cesó, los líquidos continúan estancados y formando grandes lagunas, lo que motivó a un elocuente vecino a colocar un cartel en el medio de la calle.
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