Martes 30 de abril 2024

Defensores señalaron vicios en la investigación

Redacción 01/11/2019 - 00.25.hs

Una causa en la que se investigaba distribución y venta de estupefacientes, iniciada en General Acha, y por el cual quedaron presas algunas personas que se suponía involucrados con el ilícito, se está juzgando en el Tribunal Oral Federal de Santa Rosa.
Se trata de un hecho en el que los investigadores sugirieron que en un comercio de venta de pan -por eso a alguien se le ocurrió hablar de "la banda del panadero"-, se podría estar comercializando drogas, igual que en una despensa de la ciudad achense.
Ahora, en las audiencias realizadas el martes y miércoles de esta semana, los defensores plantearon la nulidad de distintos actos procesales desarrollados durante el proceso; y/o en su defecto la absolución de los imputados.

 

Pedido de fiscales.
La Fiscalía Federal -representada por Leonel Gómez Barbella y Federico Iparraguirre- al momento de los alegatos solicitó la pena de cinco años de prisión para Joaquín Langhoff Fragolini (defendido por Miguel Angel Pierri, Facundo Díaz y Pablo Fontanetto), y para Florencia Agostina Garro (defendida por Fernando Gutiérrez); y seis años para Carlos Gigena (representado por la defensora oficial Laura Armagno). Se los acusa de ser autores de los delitos de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización (Art. 5, inc. c de la Ley 23737).

 

Vicios de procedimiento.
Los abogados defensores coincidieron en señalar vicios en la investigación, por lo que solicitan la nulidad de lo actuado, incluyendo los allanamientos; y subsidiariamente la absolución de sus representados.
En el debate declararon como testigos todos los policías que intervinieron en las tareas de investigación y en los allanamientos, y otros testigos ofrecidos por las partes.
El juicio estuvo presidido por Marcos Javier Aguerrido, y actuó como secretario Ignacio Rodríguez Berdier.

 

Pierri: "Chismes de vecinos".
El conocido abogado Miguel Angel Pierri, que llegó a Santa Rosa para participar de los debates, le dijo a LA ARENA que "hay que admitir que la problemática de la droga está, pero de ahí cargarle el sayo a personas que en realidad hay que ayudar a salir del problema hay un buen trecho", señaló.
¿Qué quiso decir? Obviamente que los jueces no estaban ante narcotraficantes -con los que muchos no se meten-, sino en lo que a su criterio son lo que en la jerga se denomina "perejiles".
Afirmó que en función de lo que pudo advertir había fallas procesales, por lo que "se solicitó la nulidad de indagatorias debido a las circunstancias", y que no era posible que una investigación se base en algunos "que dijeron cualquier cosa... que se inicie por quejas y comentarios de vecinos. ¿Es un elemento objetivo para hacer una investigación por drogas?", se preguntó.
No obstante expresó su confianza en que los involucrados serán desvinculados, "porque los jueces del Tribunal Oral Federal harán una justa evaluación de los hechos... Creo que dimos con un buen tribunal, me llevo una buena impresión, y tengo confianza en que no hay elementos para condenar", completó.

 

Hablaban de “la banda del panadero”
Según se informó en su momento los imputados en el juicio que se lleva adelante en el TOF, camuflaban la venta de estupefacientes con un comercio donde se hacían y vendían productos panificados. Hubo cuatro detenidos, una pareja, y otros dos hombres (todos mayores de edad) que fueron indagados por el juez federal de Primera Instancia Juan José Baric, en Santa Rosa.
La información oficial dio cuenta que se decomisó cocaína, marihuana, dinero en efectivo y un vehículo.
Fue la División Toxicomanía de la Unidad Regional III, de General Acha, el Grupo Especial Policial y personal de Sección Canes de Santa Rosa, los efectivos que trabajaron en el allanamiento –ahora seriamente cuestionado por la defensa de los involucrados–.
En ese momento –11 de mayo de 2019– el Ministerio de Seguridad de la Provincia, indicó que la investigación demoró varios meses hasta lograr desbaratar lo que se denominó “la banda del panadero”.
El juez Baric ordenó varios allanamientos en General Acha: en un inmueble de Mitre al 1200, donde además de la vivienda particular del investigado había una fábrica de panificados. Allí se detuvo a un hombre de 46 años, y se secuestró cocaína y marihuana y dinero en efectivo y elementos útiles para probar la actividad ilícita. “Toda la comercialización de drogas ilegales estaba enmascarada con un comercio de venta de panificados”, se dijo.
También la despensa “Mía” fue allanada, en Balcarce al 1200, y allí fueron aprehendidos el dueño y su pareja, jóvenes de entre 20 y 25 años. Allí se encontraron 23 gramos de cocaína, y fueron requisados dos jóvenes que estaban en el lugar y a los que se le encontraron estupefacientes en su poder. En ese domicilio se secuestró y decomisó cocaína, marihuana, y floración de cannabis Sativa, dinero, elementos de prueba de importancia para la causa penal y un auto marca Chevrolet.
Los detenidos a disposición del Juzgado Federal llegaron ahora al juicio oral y público en el Tribunal Oral Federal de Santa Rosa.

 

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