Advierten que cesa la escorrentía

Las recientes imágenes del cauce del Atuel con agua en territorio pampeano corresponden a un proceso muy breve de regulaciòn en la represa Valle Grande, que ya está cesando, aclaró el secretario de Recursos Hídricos, José Gobbi.

 

“La Pampa está desacoplada del manejo que realiza Mendoza sobre su sistema de obras hidráulicas, que actualmente tiene mucha agua como consecuencia de la copiosa nieve caída en invierno y de recientes lluvias intensas”, explicó. En diálogo con Radio Noticias, añadió que “en el caso específico del Atuel, con la apertura de Los Nihuiles empezaron a llenar Valle Grande”, una represa ubicada aguas abajo de aquel complejo hidroeléctrico “que distribuye los caudales para riego en la zona de San Rafael”.

 

Gobbi comentó que durante la última semana “observamos que en la estación de aforo situada en Carmensa subieron repentinamente los caudales porque en Valle Grande estaban soltando unos 70 metros cúbicos por segundo”. Por efecto de ese flujo, “desde Carmensa escurrían aguas abajo (hacia La Pampa) unos 10 metros cúbicos, aunque en forma intermitente”.

 

El agua tarda “aproximadamente una semana en llegar al límite con La Pampa y así fue que en las últimas horas del martes 16 empezó a ingresar” por el Puente de los Vinchuqueros. “Para regular el embalse de Vale Grande, Mendoza liberó agua durante dos días, después redujo el flujo otros dos días, y así continuó hasta el domingo, cuando ya comenzó a bajar notoriamente el aforo en Carmensa, donde esta mañana escurrían unos 4 metros cúbicos”. De esta forma, “ya se está cortando nuevamente el ingreso de agua al cauce del Atuel que podría reflejarse en La Pampa”, concluyó.

 

Falta de voluntad política.

 

“Cuando hay agua, es para todo el sistema; cuando no hay, falta en toda la cuenca, y en función de esta dinámica el manejo de las represas es una definición de gestión”, explicó Gobbi. Y recordó que “en el marco de la CIAI, La Pampa ha planteado cuestiones técnicas que demuestran factibilidad para cumplir con el fallo de la Corte Suprema que dispuso un caudal mínimo fluvioecológico de 3,2 metros cúbicos, sin afectar la demanda de uso por parte de Mendoza para riego”.

 

Por eso, “el cumplimiento del fallo responde exclusivamente a la voluntad política de una provincia para hacerlo o no”, ratificó.

 

El río Atuel es interjurisdiccional y eso inhibe a un estado provincial para “gestionar a su antojo el agua”. Según Gobbi, en el caso del Atuel “la paradoja es que Mendoza no cumple con los mismos principios y derechos que Argentina le exige a Brasil, para una gestión conjunta del río Paraná”. Y citó como ejemplo un hipotético caso en que “repentinamente, al gobierno de Brasil se le ocurriera derivar el agua desde Itaipú para un eventual proyecto de riego y con ello secara las Cataratas del Iguazú”.

 

Se preguntó “¿qué haríamos los argentinos en ese caso?”, y consideró que “por eso, lo que ha ocurrido con el Atuel no se reduce a una problemática de La Pampa; es una cuestión que afecta a todo el país, porque están desertificando un tercio del territorio de una provincia”, concluyó.