Viernes 26 de abril 2024

"Aquí se juzgaron genocidas": la placa en el Aula Magna

Redacción 28/06/2023 - 00.39.hs

A lo largo de su historia, la Universidad Nacional de La Pampa ha sido escenario de importantes acontecimientos. Sin embargo, en su historia reciente fue sede de un hito que trasciende al resto por su valor simbólico y por su invalorable aporte al proceso de búsqueda de memoria, verdad y justicia. El Aula Magna, ese enorme salón que se encuentra en el subsuelo del edificio central y en el que se han dictado clases, charlas y hasta se han dado conciertos, albergó la tercera etapa del juicio por los delitos de lesa humanidad cometidos en La Pampa durante la última dictadura cívico-militar.Allí se escucharon los testimonios de quienes la sufrieron en carne propia y se recordó a quienes fueron sus víctimas. Ayer, en una emotiva ceremonia, se dejó constancia de ese hito con una placa que con contundencia señala: "Aquí se juzgó a genocidas".

 

La ceremonia se realizó a días de conmemorarse un año de la lectura de los fundamentos de la sentencia y teniendo en cuenta que este año también se cumplen 40 años del retorno de la democracia. Estuvo encabezada por la vicerrectora a cargo de Rectorado, María Ema Martín, la coordinadora del Programa Académico Institucional de Derechos Humanos de la UNLPam (Paidh), Ivana Barneix, y la víctima y querellante en los juicios, Raquel Barabaschi. También contó con la presencia de autoridades provinciales, municipales, de la UNLPam y estudiantes. También estuvo la fiscal federal Iara Silvestre, el periodista y escritor Juan Carlos "Pinky" Pumilla, e integrantes del Movimiento Pampeano por los Derechos Humanos.

 

La encargada de abrir la actividad fue Barneix, quien explicó los fundamentos de la resolución del Consejo Superior a través de la cual se decidió colocar la placa. Tras describir las violaciones a los derechos humanos cometidas entre 1975 y 1983, destacó que entre 2010 y 2022 se realizaron "tres juicios orales contras jefes e integrantes del grupo de tareas del comando Subzona 1.4".

 

Entre 2021 y 2022 se desarrolló la tercera parte del juicio y el Aula Magna se constituyó como sala de audiencias. En ese marco, y a pedido de las víctimas querellantes, se solicitaron medidas de "reparación y garantías de no repetición" y el Tribunal ordenó la señalización del Aula Magna. En acuerdo con las víctimas, se trabajó en el contenido de la placa, la cual destaca: "Aquí se juzgó a genocidas entre 2021 y 2022. En este Aula Magna se desarrolló el tercer juicio de la Subzona 1.4 en el que se condenó a responsables de violaciones de derechos humanos cometidas en La Pampa entre 1975 y 1983. Memoria, Verdad y Justicia".

 

Historias enlazadas.

 

A su turno, la vicerrectora a cargo del Rectorado consideró que fue un "día muy especial", donde se reconoció "el papel fundamental" de la Universidad en la construcción de la memoria pampeana. "La historia de la UNLPam y la vida democrática de nuestro país están enlazadas. El pasado 12 de abril cumplimos los 50 años del a nacionalización, y fue entre los años 71 y 73 donde se gestó un movimiento social que tenía como objeto lograr la nacionalización de la Universidad, creada a comienzos de la década de los 60".

 

Desde 1976 y hasta 1983, recordó, la Universidad fue parte de los "reclamos por las libertades constitucionales. Nuestras y nuestros docentes y estudiantes vivieron la dictadura, la lucha fue continúa en pos de esas libertades, pero también la lucha estaba instalada por el fortalecimiento de una educación pública, no arancelada, laica, gratuita y de calidad".

 

"La restauración de la democracia se logró en 1983, iniciándose un período de vigencia del sistema democrático de manera ininterrumpida, que al 2023 cumplimos cuatro décadas. Este aniversario constituye un momento oportuno para reafirmar el compromiso con la plena vigencia del Estado constitucional, de derecho y el respeto por los derechos humanos", completó.

 

Un largo camino.

 

La última en tomar la palabra antes de descubrir la placa fue Barabaschi. "Esto no empezó en el año 2010, sino que fue un proceso larguísimo", recordó y mencionó los viajes en 2003 a Comodoro Py, cuando todavía estaban vigentes las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.

 

Afirmó que había "una imperiosa necesidad de correr ese velo oscurantista, donde se decía que La Pampa había sido una isla, que acá no había pasado nada". En ese sentido, señaló que hubo "un negacionismo muy importante", en parte por el miedo que se había instalado en la sociedad y por "la construcción de interesados en que no se supiera por sus propias complicidades. La Pampa no fue una excepción".

 

"Nosotros eramos estudiantes y todo este trabajo se hizo pensando en el Nunca Más, para que nunca más le pase a ningún estudiante, trabajador, militante político o profesor", afirmó y recordó que cuando comenzaron a trabajar en los juicios descubrieron que "tanto la UNLPam como la Tecnológica de Pico tuvieron prácticamente el número más elevado de víctimas. Muchísimos de los chicos que participaron de aquel movimiento tan importante por la nacionalización después fueron víctimas".

 

Otro aspecto importante que destacó de los juicios fue la posibilidad de demostrar "que La Pampa no fue una isla, fuimos 250 las víctimas directas en el territorio y tenemos alrededor de 70 compañeros detenidos-desaparecidos, que es una herida que vamos a tener siempre porque nos falta saber qué pasó con ellos". Finalmente, destacó la actitud de la Universidad en un contexto donde crecen los discursos negacionistas.

 

"Consagra una tarea".

 

El periodista y escritor Juan Carlos "Pinky" Pumilla destacó la colocación de la placa y se mostró visiblemente emocionado tras la ceremonia. "Cierra un ciclo de memoria y verdad por la que hemos venido aquí a formar parte de lo que fue el tercer y último juicio de la Subzona 14", dijo en diálogo con LA ARENA.

 

A su vez, hizo mención a las palabras de la vicerrectora María Ema Martín, quien recordó los 50 años de la nacionalización. "Hemos sido participes de ese proceso y hemos sido protagonistas del último juicio de la Subzona, o sea que aquí también se encadenan dos elementos que tienen que ver con la verdad, la memoria y la libertad", afirmó.

 

"Estamos llenos de emociones con Raquel (Barabaschi), pero es una emoción distinta, más placentera la que nos congrega en esta oportunidad", destacó. Esto se debe a que durante los juicios lo que tenían enfrente era a los represores.

 

"Este edificio se inauguró con la dictadura y se denominó Centenario de las Campañas al Desierto. Que hoy haya aquí una placa subrayando el papel que se cumplió en función de ese paradigma (de defensa de los derechos humanos) es toda una conquista", añadió.

 

"También este edificio, que sobrellevó ese nombre durante décadas, le fue impuesto el de los precursores de la Reforma Universitaria. Entonces, esta tercera placa consagra para nosotros una tarea y despliega para las próximas generaciones todo un compromiso", completó.

 

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