Cuatro mujeres lideran la Caja, el gremio y los dos colegios

¿Fue una coincidencia o tiene que ver con la lucha actual de los movimientos feministas por ganar espacios y tumbar al patriarcado? ¿Quizá un poco de cada una? Lo cierto es que cuatro instituciones vinculadas al Derecho y al servicio de justicia están hoy conducidas por mujeres, aunque en dos de ellas no sea la primera vez.

 

Sandra Abdo, presidenta de la Caja Forense de La Pampa; Susana Funes, el Sitraj; Susana Gemignani, el Colegio de Abogados y Procuradores de La Pampa; y Laura Torres, el Colegio de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de la provincia. Las dos primeras son, hasta ahora, las únicas que han llegado al cargo en sus instituciones.

 

Paridad de hecho.

 

Abdo fue elegida presidenta de la Caja Forense el año pasado, aunque desde 2019 ya había quedado al frente de la institución en su carácter de vicepresidenta, ante el fallecimiento del entonces titular José Miguel Camacho. "En el ámbito de la Caja no puedo decir que haya ninguna diferencia. Entré en 2001 como directora titular y fui la primera mujer en el directorio. Pero la Caja planteó una reforma de la ley en 2000 por la cual se amplió el directorio y a partir de mi ingreso se fueron sumando más directoras, titulares o suplentes, y hoy en día hay 50% de mujeres", explicó.

 

La abogada, oriunda de Alta Italia, explicó que la paridad en la institución se dio de modo natural y no por una reglamentación que la haya impuesto. En su caso mencionó que también es una de las pocas oportunidades en que la Caja, fundada en 1947, está conducida por una matriculada de la segunda circunscripción judicial, con asiento en General Pico.

 

"Desde lo institucional trabajo muy bien, nunca tuve ningún tipo de inconveniente, al contrario. Y como positivo, teniendo en cuenta que el Colegio de Abogados tiene una presidenta, noto que con ella sí aportamos una mirada de mujer, una visión femenina que a los varones a veces se les escapa", sostuvo.

 

En cuanto a los profesional, Abdo sostuvo que la mujer abogada, en la actualidad, se desempeña de la misma manera que el hombre. "En lo profesional no ha ninguna diferencia, salvo por el hecho de que la mujer normalmente lleva adelante el tema de la casa. Pero en La Pampa, que es una provincia que nació con nombre de mujer (NdR: Eva Perón), siempre hemos tenido un lugar destacado", dijo.

 

Las primeras.

 

Susana Gemignani, preside el Colegio de Abogados y Procuradores, recordó que la provincia tuvo a la primera jueza recién en 1965, pero destacó que desde entonces el avance fue notable. En su caso particular, sostuvo que en la relación con los hombres de la profesión siempre se manejó de la misma manera: si me tratan mal, los trato mal, y si me tratan bien, los trato bien.

 

"En lo personal creo que los hombres y las mujeres, tenemos que trabajar a la par y tratar de buscar un excelente servicio de justicia", sostuvo. En el Colegio ya hubo mujeres que ocuparon la presidencia, en ese sentido mencionó a Irene Giusti, como el antecedente más cercano.

 

En cuanto a la composición del directorio del cuerpo, Gemignani dijo que su preocupación no apunta tanto a una paridad entre mujeres y hombres sino a la idoneidad y al compromiso con el trabajo en la institución. "Hoy en el padrón de los 1.175 abogados y abogadas en actividad, debemos ser mucho más mujeres que hombres", reveló.

 

"Falta mucho".

 

Al igual que Abdo en la Caja Forense, Susana Funes, es la primera secretaria general del Sindicato de Trabajadores Judiciales de La Pampa, institución que nació en el año 2008. En su caso, advierte un avance de la mujer en los ámbitos judiciales pero consideró que falta mucho por recorrer. "Es un proceso. La Justicia es bastante verticalista y patriarcal, conservadora en cuanto a las costumbres, es complejo. Las mujeres van ganando espacio y lo que planteamos desde el Sindicato es que haya mayor cantidad de mujeres que ocupen lugares de jerarquía y de toma de decisión. Vemos que hay un cambio pero falta más camino por recorrer", sostuvo.

 

Funes afirmó que en los cargos de mayor jerarquía en la estructura judicial predominan los hombres. Como ejemplo puso los cinco sillones del Superior Tribunal de Justicia, donde solo uno es ocupado por una mujer, Elena Victoria Fresco. "Desde ahí para abajo los lugares donde se toman decisiones están destinados a hombres. Por eso hay que deconstruir para volver a construir. Hay 1.308 trabajadores en el Poder Judicial y son más las mujeres, pero no ocupan cargos jerárquicos", afirmó.

 

En cuanto al ámbito gremial, sostuvo que es un lugar en el que históricamente predominaron los hombres, pero aseguró que hoy se trata de que la mirada en los ámbitos compartidos, como la Mesa Intersindical, se contemple la mirada de género e inclusiva. "Es complejo, pero siempre tratamos de manejarnos con respeto, sabiendo que el objetivo siempre es defender el salario y los derechos laborales", concluyó.

 

Idoneidad y capacidad.

 

La jueza Laura Torres, camarista del fuero civil, es la actual presidenta del Colegio de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de La Pampa. "La verdad que nunca me sentí relegada por mi condición de mujer para acceder a cargos directivos. No siento que me haya limitado. Creo que si en algún momento no ascendí es porque prioricé mi familia, pero reconozco que no es la situación de todas. Hay gente que le ha costado un poco pero en el ejercicio profesional es increíble el crecimiento de la mujer, que en este momento supera el número de varones", afirmó.

 

En su opinión es clara la diferencia entre los fueros penal y civil, al menos en la circunscripción primera, con cabecera en Santa Rosa, siendo el ámbito civil el de mayor presencia femenina. "Actualmente estoy en la Cámara de Apelaciones en lo Civil y somos de seis personas, cinco de ellas mujeres", afirmó.

 

Sobre la mayoría de hombres en el STJ, Torres sostuvo que no depende del Poder Judicial sino de los dos poderes políticos, el Ejecutivo y el Legislativo, ya que los ministros son propuestos por el gobernador y luego pasan por el filtro de la Legislatura. "En cambio en los demás organismos accedemos a través del Consejo de la Magistraturas, en concursos de antecedentes y oposición, y luego nos elige el gobernador y los diputados, es decir, intervienen todos los poderes del Estado", explicó.

 

Idoneidad.

 

Para Torres, las mujeres en la Justicia deben acceder a los cargos jerárquicos por idoneidad. "Me gusta más. Me parece que el cupo en definitiva nos coarta el principio de idoneidad. Cuando ingresé al Poder Judicial nos presentamos cuatro personas y quedamos ternadas las dos mujeres, mientras que los hombres quedaron afuera", recordó.

 

En cuanto a los avances de la mujer en los últimos años, la jueza consideró que llegaron con los cambios que impulsaron ellas mismas en la sociedad, instalando la perspectiva de género en la Justicia, que existía jurídicamente desde los años sesenta, en la práctica. "La sociedad nos exige y nos interpela sobre esta situación. Quizá sea una confluencia de factores, que nos llevó a atender que no podemos desconocer la situación social que estamos viviendo. La mujer está muy desamparada sobre todo por los casos de violencia y hay que erradicar este tipo de conductas sobre todo desde la educación, más que desde los términos o las palabras", concluyó.

 

Homenaje a las pioneras.

 

El Colegio de Abogados y Procuradores y la Caja Forense elaboraron en conjunto un mensaje institucional en homenaje a las primeras abogadas y magistradas que hicieron camino en la provincia.

 

En el texto que difundirán hoy, por el Día Internacional de la Mujer, recordaron a Lady Nélida Calderón, la primera mujer colegiada de la provincia (1963); Carmen Elena Inchaurraga, la primera jueza de primera instancia, primera jueza de cámara y primera ministra del Superior Tribunal de Justicia (1965, 1966 y 1972) y las abogadas María Sofía Santiago, Elva Matilde González y Elvira Rosa Duvié, que fueron las primeras afiliadas que tuvo la Caja Forense, todas en 1975.

 

"Es un pequeño reconocimiento a quienes empezaron el camino. Mirado desde la distancia, si uno se pone a pensar, parecieran muchos años pero no son tantos, fue en el año 1965 que tuvimos la primera jueza en La Pampa", reflexionó Susana Gemignani, titular del Colegio.