"El reclamo de los internos es justo", dijo el ministro Di Nápoli

El ministro de Seguridad, Horacio Di Nápoli, aseguró que los reclamos que realizaron los internos del penal "son justos y había que actuar ya ante esas situaciones". Añadió que fue el propio jefe de la fuerza Daniel Guinchinau quien, por orden suya, visitó y recorrió las instalaciones del edificio de la calle Liberato Rosas. El jefe policial elevó un pormenorizado informe de lo que ocurría y por eso el Ministerio ordenó tomar las medidas anunciadas hace 48 horas por el jefe de la Unidad Regional I, Claudio Cano, en declaraciones a LA ARENA.

"Más allá de la pena que tienen que purgar, son seres humanos y deben ser tratados como tales", sostuvo Di Nápoli. La lectura que se realizó desde el gobierno respecto de los reclamos que tomaron estado público fue la de tomar medidas en forma urgente para evitar un caldo de cultivo para una posible protesta violenta en el interior del penal que pudiera tener consecuencias no deseadas.

Los reclamos de los internos, que se dieron a conocer a través de este diario, apuntaban al hacinamiento, la falta de ventiladores, los alimentos, la falta de duchas y de agua caliente, y las visitas íntimas. Según denunciaron en este último caso, "no hay colchón, ni baño ni ventilación... Hay una pared vidriada y no sabemos si nos espían".

Cano informó que se revisó el servicio de catering, se le brindó refuerzo en la ración de comida, se compraron ventiladores y freezers. Para las visitas íntimas, se compró un colchón, y en los próximos días se quitará el vidrio y se "levantará" una pared.

El funcionario aseguró que el planteo respecto de los traslados iba a ser evaluado, con lo cual dejó abierta la posibilidad de que algunos internos que fueron trasladados a otros penales puedan regresar. En este caso, el ministro aclaró que el análisis se realizará con los jueces a cuya disposición están los internos.

Las defensas de los imputados están a la espera de las decisiones, pero no dudan en manifestar su desconfianza, sobre todo en los casos en que los traslados, según sostienen, fueron una represalia ante los reclamos filtrados a la prensa.