En Santa Rosa hay cada vez más choferes de taxis con Uber

En Santa Rosa cada vez son más los choferes que trabajan en forma simultánea con el servicio de taxis y la plataforma Uber. Un cronista de este diario comprobó, no una sino varias veces, que al solicitar un servicio por esta aplicación puede acudir un taxi con número pintado en sus laterales y cartel luminoso sobre el techo, señales identificatorias del servicio tradicional regulado por el municipio.

No debería causar sorpresa: lo mismo viene sucediendo en todo el territorio nacional, especialmente donde Uber funciona desde hace muchos años. Varias capitales de provincia y ciudades importantes ya regularon los servicios de transporte privado por aplicaciones. Y muchas otras trabajan en ese proceso legislativo.

Evidentemente, la resistencia empresaria, los controles municipales y las elevadas multas no alcanzan para desalentar a los usuarios, quienes siguen demandando viajes por la aplicación. Actualmente, en Santa Rosa hay unos 250 choferes de Uber registrados, entre ellos peones de taxi. Considerando que son las personas idóneas para prestar este servicio, hasta resultaría lógico que sean ellos quienes terminen asumiendo su rol en las nuevas aplicaciones.

Avance en Neuquén.

Por estos días, esa cuestión se discute en los concejos deliberantes de Neuquén y Bariloche, localidades que pretenden legislar la actividad. Los concejales neuquinos recibirán el lunes próximo a choferes y licenciatarios, en la misma sala de comisiones donde hace unos días consensuaron implementar una app obligatoria para taxistas habilitados, e imponer obligaciones y cánones a plataformas como Uber, Didi y Cabify.

Según los diarios locales, existe despacho de comisión para un proyecto de ordenanza elaborado por el bloque del PRO. Los ediles ya acordaron regular la actividad y ahora discuten las tasas que deberán pagar los permisionarios al municipio. “El despacho está hecho, debemos acordar el valor del canon y la tasa anual que pagará el permisionario: en principio planteamos la mitad de lo que establecía el proyecto”, declaró José Luis Artaza (Fuerza Libertaria).

Para avanzar resultó fundamental el apoyo del Movimiento Popular Neuquino (MPN), bloque que originalmente se oponía: “cambió la propuesta, porque se añadieron criterios de seguridad, licencias y seguros. Primero planteaban autorizar sin criterios de regulación pero luego logramos generar un marco”, explicó la concejala Victoria Fernández.

Por eso citaron a los taxistas: “el transporte de personas es fundamental para nuestra ciudad y debemos analizar con ellos su modalidad”, añadió. El proyecto establece un canon anual de 15 millones de pesos para Uber, Didi o Cabify, mientras que cada conductor autorizado debería pagar una tasa anual de 880.000 pesos.

Definen requisitos.

Si se aprueba la normativa, los conductores de Uber deberán tener auto registrado a su nombre, tarjeta verde, seguro y carnet habilitante. Los concejales aún no definieron si les exigirán GPS ni determinaron antigüedad máxima para sus vehículos. El proyecto se encuentra en la comisión de Servicios Públicos, que deberá despacharlo a la comisión de Legislación. Y desde allí pasaría a la de Hacienda, para modificar el código tributario y el sistema de multas y contravenciones.

Según diario Río Negro, en Neuquén hay 750 licencias de taxi y el Ejecutivo envió un proyecto que declara obligatorio para sus licenciatarios el uso de una app, que administrará el despacho de viajes desde una plataforma municipal. Los usuarios deberán registrarse con identidad y domicilio, y en la plataforma figurarán los conductores habilitados, choferes de taxi con detalles de sus licencias y costo aproximado de los viajes.

Bariloche busca consenso.

En la turística villa cordillerana la regulación de Uber está contenida en un proyecto que el oficialismo presentó hace seis meses, pero permanece en comisión por falta de consenso entre bancadas. Según medios periodísticos, a los cuestionamientos cosechados la iniciativa oficial sumó recientemente un informe crítico elaborado por la Dirección de Tránsito municipal.

Hace dos años, el entonces intendente Gustavo Gennuso prohibió la aplicación Uber. Sin embargo, en Bariloche siguen trabajando “más de 200 conductores, incluidos muchos taxis y remises”, informó diario Río Negro.

El proyecto de ordenanza impulsado por los concejales Tomás Hercigonja, Gerardo del Río y María Coronado permanece trabado desde septiembre de 2024 en la comisión de Economía. El mes pasado, durante la inauguración del período ordinario de sesiones, los conductores se congregaron para reclamar una regulación y que sea derogada aquella prohibición de Gennuso, demanda que el actual intendente, Walter Cortés, todavía no atendió.

Mientras tanto, el director de Tránsito, Carlos Catini, cuestionó el texto legislativo porque “no prevé pago de una tasa trimestral o semestral” por parte de Uber. Además, “el capítulo de infracciones propone valores en módulos fiscales que resultan muy bajos para una falta tan grave en un destino turístico internacional”, agregó.

También consideró que debería fijarse el cupo de “habilitaciones” para prestadores de Uber porque “un exceso en la cantidad podría afectar la economía del servicio de transporte urbano, remises y taxis”; exigir una inspección semestral como a taxis y remises, e imponer a los habilitados la obligación de presentar seguro, revisión técnica obligatoria y licencia vigente.

El proyecto establece que los conductores contarán con carnet profesional simple, pero Catini propuso exigirles licencia “D1”, categoría que “requiere conocimiento de las calles principales y ubicación de referencias importantes de la ciudad”. También sugiere que sus vehículos porten una identificación para “garantizar al pasajero que está siendo trasladado por un chofer y un vehículo habilitados”.

Finalmente, el funcionario alertó que “este nuevo servicio” podría incrementar las complicaciones del tránsito porque “aumentará el caudal vehicular en el macrocentro” y con ello los congestionamientos y dificultades para estacionar.