Exhibición de “El otro monte”
El viernes próximo quedará abierta al público la muestra fotográfica “El otro monte” de la artista Julieta Schab. Será en el Centro de Artes -espacio “Marta Arangoa”- ubicado en Leguizamón 1125. Se trata de una exposición de 77 obras que Julieta plasmó con una novedosa técnica, a la que se dedica de manera muy especial.
La joven, residente en Mataderos (Buenos Aires) es hija de una conocida familia de la ciudad, Jorge Schab y Graciela Díaz. Es hermana además del músico Tato Schab –radicado en México hace varios años-, y de Ana Lisa. Cursó la primaria en la Escuela 1, el EGB en la EPET y el Polimodal en el Ciudad de Santa Rosa. Después partió a Buenos Aires para hacer en la UBA la carrera de Diseño de Imagen y Sonido. Ahora hace 20 años que reside en Capital Federal.
Julieta se manifiesta “dedicada a procesos fotográficos del Siglo XIX, especialmente colodión húmedo y goma bicromatada”.
“En el caso del colodión húmedo –explica- se trata de sensibilizar una placa de vidrio con nitrato de plata, se toma la foto y se revela antes que se seque la placa”. Para eso es necesario contar con laboratorio ambulante, y ella dispone para eso de su motorhome. “Es el segundo que tengo porque el anterior me lo robaron, así que de alguna manera se puede decir que sigo armando mi laboratorio”, contó.
Las fotos son tomadas “con una cámara estenopeica” que ella misma fabrica de manera artesanal. Es como una cajita que “en vez de un lente tiene un orificio muy pequeño por donde pasan los rayos de luz, que se imprimen sobre una superficie sensible, en este caso la placa de colodión”, ilustra.
Agrega que esos trabajos son “en blanco y negro”, y que lo suyo es captar imágenes de la naturaleza. “Ahora la muestra que inauguro este viernes es un estudio del caldén, y no sólo aparecen los más tradicionales, los que vemos en cualquier monte con su imagen majestuosa, sino otros, quemados, o talados. Es decir el caldén en toda su diversidad”, completa.
En blanco y negro.
Agrega que además de esa técnica hace fotos de productos con una cámara digital, pero que en general lo que más le atrae es lo artesanal. Pero también usa máquinas de rollo, en blanco y negro, porque “me parece algo como rescata mejor el aspecto de la naturaleza”.
“Empecé con esto de sacar fotos cuando encontré en un placard en casa de mis padres una Pentax, y ahí se me dio por sacar e investigar”.
Mostraba su afición a la fotografía cuando con sus padres salían de vacaciones. Julieta andaba todo el día con la cámara a cuestas, y la sorpresa familiar era cuando se revelaban las fotos. “Eran piedritas, agua, plantas… ninguna foto familiar”, se quejaba Jorge, su padre.
En la muestra “El otro monte” expondrá 77 colodiones. Es un estudio del caldén, para lo cual recorrí durante dos años con mi motorhome distintos campos, estancias y diversas rutas de La Pampa. Y la exposición que se inaugura el viernes y permanecerá abierta al público hasta marzo vendría a ser el cierre de este proyecto, mi primera muestra individual”.
“Le saco a la naturaleza… árboles, montañas, territorios. En La Pampa saqué en lugares diversos, y también en Lihuel Calel y Parque Luro”, precisa.
Otras muestras.
En Buenos Aires se dedica a dar clases de procesos fotográficos. “También participo de distintas convocatorias a muestras. Fui seleccionada el año anterior en el Salón Nacional de Artes Visuales; y aquí participé del Salón Nacional de Fotografía donde obtuve la beca fomento a la creación artística que ofrecía el Banco de La Pampa”, amplió.
Julieta, como artista que es, muestra en sus trabajos su técnica y sensibilidad creativa para expresar ideas, emociones y reinterpretar la realidad. Y se luce utilizando la luz, el contraste y la historia para crear sus originales fotografías. “Esta es mi primera muestra individual, y vendría a ser el cierre de mi proyecto, de esa recorrida de dos años”, señaló en el final.
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