Falleció Hilda “la Negrita” Alvarado
A los 80 años falleció este jueves, Hilda “la Negrita” Alvarado. La cantora y poeta será velada hasta el viernes a las 10:00, cuando partirá el cortejo a su morada final en el Cementerio Parque.
Hilda Alvarado, fue una mujer siempre ligada al ámbito de la música, la poesía, la escritura, el teatro y el arte en general. Tuvo dos hijos, Rodrigo y Pamela, y un nieto, Simón.
Ya de adolescente -señaló hace unos años- se la pasaba en los actos escolares arriba del escenario: "O cantaba, recitaba o hablaba, pero siempre estaba". En esa misma época, ingresó a un grupo de teatro que había ganado para representar a La Pampa en el Festival Nacional en Buenos Aires, y con el papel de “La Pepa” en “Las de Barranco”, debutó en el Teatro Blanca Podestá, de la calle Corrientes porteña.
Ya en pareja con Chiquito Díaz, acompañando lo ensayos de Los Ranquelinos, que se iban a presentar a un concurso de canto, fue el guitarrista “Foreto” Chávez, el que le sugirió “¿por qué no te presentás vos también?”.
“Yo era flaquita y tenía esta voz medio 'roncorone', y no me atrevía porque me parecía que no daba... pero tanto me insistió que preparé El Estilo de la Calandria... Ya era grande, tenía 32, pero en mi cabeza tenía una cierta coherencia en lo musical. La cuestión es que nos presentamos: Los Ranquelinos ganaron en dúo y yo como solista, y tuvimos que ir a la final regional en Neuquén”, recordó la Negrita hace unos años.
“El concurso lo organizaban Radio Nacional y Sadaic, y en tanto los chicos perdieron la final yo gané para ir a Buenos Aires, donde todos los ganadores grabamos el Long Play 'De los nuevos los mejores'. La final se hizo en ATC, y me fue de maravillas, porque me acuerdo que Clarín, hizo una crítica diciendo que había ganado la representante de Buenos Aires, pero era clara la diferencia que marcó la pampeana. Y esa era yo. La cuestión es que de ahí no paré más", reafirmó.
El cancionero popular.
Más tarde vendría el acercamiento a la Asociación Pampeana de Escritores, "la cercanía con Bustriazo, Edgar Morisoli, Norberto Righi, El Bardino. La lectura de su poesía, de sus decires, me da autoridad para saber cuál es el sendero elegido", dijo alguna vez. La Negra Alvarado contribuyó a difundir nuestro cancionero popular, hasta entonces no muy conocido. Tambié fue integrante de ese movimiento que comenzó a reunirse a partir del 80, 81, 82, en la casa de Teresita Pousiff: "Había poetas, escritores, músicos... un movimiento cultural impresionante, con Pablito Fernández, Teresa Pérez, Bustriazo, Edgar, Paty Redondo, Miguel de la Cruz, Mario Lóriga, Victoria Scheuber, El Flaco Vaquer. Una movida extraordinaria de la que participaban Lalo Molina, El Guri Jaquez, El Ruso Massolo. Delfor Sombra antes de partir para México", recordaba.
Con el advenimiento de la democracia, en 1983, "vino una explosión del cancionero, y actuábamos en todos lados, en festivales, peñas y lo que viniera... Me tocó hacerlo en la feria del libro en Buenos Aires, y hasta canté en el Cervantes; en la feria del libro en La Rioja, en el Centro Universitario de Bahía Blanca; y bastante en Neuquén", rememoró.
En el programa infantil “El recreo largo”, se puso en la piel de El Pumita de Canal 3. Trabajó en la Secretaría Electoral del Juzgado Federal, en el Consejo de Administración de la CPE, y la Cámara de Diputados, donde se jubiló.
Homenaje.
Hace poco más de un mes, el productor y músico mendocino Raúl “Tilín” Orozco, integrante del dúo Orozco Barrientos, estuvo en Santa Rosa homenajeando a la Negra, con la grabación de un material audiovisual y un disco.
El 14 de noviembre, Tilín y la Negra compartieron el escenario del Teatro Español, en la presentación de “La Pampa va en el Español”. En ese marco, el mendocino dijo que “es un honor que la Negra Alvarado haya aceptado que yo le produzca un audiovisual y un disco, me parece muy merecido, y espero que toda La Pampa apoye este proyecto sin fines de lucro, porque es necesario devolver un poco de todo lo que uno ha recibido. Esto es devolver vida. En dos días metió ocho temas”, dijo ante la ovación del público, y la emoción de Hilda.
“Estoy azorada, porque no creo que en una persona se concentre tanto cariño y tanto respeto. Yo simplemente lo que he hecho es lo que más amo en la vida, cantar. Pero sin suponer que en algún momento iba a recibir este elogio, que un grupo de compañeros se pongan a trabajar, con tanto cariño y admiración, que no creo que la merezca en toda esa medida. No se si soy capaz de devolver tanto cariño”, cerró la Negra, ante el aplauso cerrado de un Teatro Español lleno.
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