Fiesta de la Torta Rusa, un clásico pampeano

Como todos los años, llegarán descendientes de alemanes de todo el país para rendir homenaje a sus raíces.

 

Cada primer domingo de septiembre la pequeña población de Perú recibe a más de un millar de familia descendientes de alemanes del Volga, parte de aquellas oleadas de inmigrantes europeos de distintas colectividades que se radicaron en los campos pampeanos durante la etapa colonizadora, edificaron pueblos en torno a las estaciones ferroviarias y sentaron las bases de nuestra provincia.

 

“La Fiesta Provincial de la Torta Rusa ya se instaló en la agenda alemana de nuestro país y es una de las tres citas importantes de la colectividad” recuerda Roberto Kroneberger, intendente de Perú e impulsor de esta particular festividad. Como antaño, en esta ocasión el galpón del ferrocarril se engalana para “recibir a 985 personas sentadas, más unos 300 participantes de las orquestas, grupos de danzas y colaboradores”.

 

Sobre las paredes arderán las viejas lámparas, en memoria de aquellas noches a principios del siglo 20 cuando todavía no había servicio eléctrico y las familias rurales llegaban en sulky portando sus faroles. “Los colgaban para iluminar el galpón y así podían bailar toda la noche”, recuerda.

 

La 11º Fiesta Provincial del Riwwel Kuchen discurrirá entre el sábado 31 de agosto y el domingo 1º de septiembre. Como ocurre todos los años, las entradas se agotaron varios días antes de la fecha. “Esta vez tuvieron un precio accesible de 25 mil pesos y también organizamos un baile gratuito para el sábado a la noche, destinado a quienes llegan con anticipación. Y la celebración central comenzará a las 12,30 del domingo, con el tradicional asado con ensaladas y la torta rusa de postre”, anunció.

 

“Hasta que las velas no ardan”.

 

Habrá diversas actividades durante toda la jornada, en un contexto dominado por el celeste y blanco patrio y su combinación con los clores rojo, amarillo y negro que identifican a la bandera alemana. “También estarán nuestros animadores tradicionales, el grupo La Dulce Vida, de Azul, Olavarría y Tandil, que ejecuta danzas típicas alemanas y ucranianas, y las orquestas Herederos del Ritmo, de Alpachiri, y Grupo Astral, de Stroeder, que estuvieron en todas las ediciones”.

 

Los platos típicos resultan elemento esencial en una fiesta dedicada a rescatar las raíces culturales de los alemanes. “Servimos las clásicas empanadas kraut pirok y bratwurst con puré, la mítica salchicha alemana para asar" aunque la reina de la jornada será la Riwwel Kuchen. “Como siempre elegiremos y premiaremos a la mejor torta rusa, que resultará la elaborada con mayor apego a la receta tradicional”, recordó Kronemberger.

 

Entrada la tarde, disfrutarán una célebre merienda: “mate cocido con tortas fritas de bicarbonato, como las hacían nuestras abuelas y las tradicionales kreppel”.

 

Convertida en un clásico pampeano, la fiesta es oportunidad de reencuentros familiares con alto voltaje emocional. “Muchas familias se encuentran una vez al año, en esta ocasión. Este año llegarán muchos de las aldeas entrerrianas, del oeste bonaerense, de Bariloche, Puerto Madryn y también de Santa Rosa y muchas localidades pampeanas”, celebró el intendente.