Hay más de 500 mil vehículos 0km sin patente
La escena es cada vez más evidente en las calles santarroseñas (y del país): la proliferación y el aumento diario de vehículos 0 kilómetro que circulan sin chapa patente, una situación que se agrava cada semana y sin que haya respuestas oficiales desde el gobierno nacional.
Con el trasfondo del desmantelamiento de la Casa de Moneda, que producía las chapas, y del camino hacia la privatización del sector, se calcula que el faltante de patentes alcanza hoy a más de 500 mil autos en todo el país, según una nota publicada este domingo en el diario Página 12.
“Aunque el Gobierno asegura que ya se comenzó a normalizar la distribución tras licitar su producción, su impacto todavía no se siente en las calles. En el medio, el riesgo sobre la seguridad vial de la falta de identificación de los vehículos y algunos conductores que aprovechan la situación para andar por las calles sin chapa”, agregó la nota periodística.
Desde hace semanas LA ARENA ha publicado distintos artículos alertando la situación. Por ejemplo, desde el Juzgado de Faltas de Santa Rosa reconocieron que no pueden registrar los vehículos con el sistema de videocámaras (para hacer las multas ante infracciones de tránsito) mientras que el gobernador Sergio Ziliotto remarcó que todo el sistema de seguridad vial que conforma un anillo digital en la provincia no tiene sentido “si el auto tiene pegado un papel en el vidrio. Es imposible de leer”.
Denuncia.
Hace un tiempo, los trabajadores y trabajadoras del sector denunciaron el faltante, especialmente los de la ya cerrada planta gráfica de Don Torcuato -exCiccone-, donde se hacían las patentes, tras la liquidación en noviembre del año pasado de la planta y del contrato que el Gobierno nacional mantenía con el lugar para la producción de las chapas.
Sebastián Bravo, delegado adjunto de ATE - Capital en Casa de Moneda, le dijo a Página/12 que “el problema arrancó a mitad del año pasado cuando el gobierno decidió cerrar el anexo de Don Torcuato. No fueron para nada precavidos. En el anexo los compañeros se encargaban de fabricar la chapa patente y decidieron cerrarlo de un momento para el otro y traer la maquinaria a la sede central. Pero hasta que instalaron las máquinas pasaron seis meses y el personal tuvo que sacar adelante el faltante”.
Desde que el traslado de las máquinas se concretó, los y las trabajadoras comenzaron a trabajar contrarreloj para solucionar el faltante "y no sólo se puso al día sino que se mejoró el laminado por el trabajo de control de calidad nuestro". Es decir que el stock de chapas patentes está actualizado, pero "no se están entregando".
Privatización.
En paralelo al cierre del contrato con Casa de Moneda se abrió un proceso licitatorio que duró varios meses y arrastró consigo las demoras en la producción que provocaron la falta de patentes en las calles, lo que obligó al gobierno a autorizar a los conductores a transitar en sus vehículos nuevos con patentes de papel. El proceso licitatorio finalmente lo ganó en marzo de este año la empresa Tönnjes Sudamericana -que antes era proveedora de la Casa-, una asociación entre la multinacional alemana Tönnjes y la local Boldt, que por ahora comenzó a producir reposiciones de patentes en una planta de La Boca.
"Detrás del faltante de chapas hay dos cosas: por un lado el vaciamiento de la Casa de Moneda por el gran interés inmobiliario que hay en torno al edificio de Antártida Argentina, y por el otro un negocio de la empresa que pasó en pocos meses de ser proveedora a directamente estar a cargo de la producción", advierte Bravo.
El mes pasado, los delegados de ATE presentaron una nota interna al interventor de la Casa, Pedro Cavagnaro, en la que advirtieron sobre el cierre de contratos como el de las patentes, pero también sobre la impresión de billetes, que ahora se importa de España y China, y de pasaportes, entre otros, que ya costaron unos 500 puestos de trabajo. Bravo advierte, además, que los delegados "estamos amenazados por las denuncias que estamos haciendo".
Insuficiente.
Los trabajadores de todos los sectores coinciden en que, si bien en los últimos meses se comenzó a normalizar la producción, la distribución todavía no impacta en los mostradores de los registros, que siguen sin poder otorgar patentes en chapa en la cantidad necesaria. Grafican con el caso de un registro cuya demanda escala por encima de las 2 mil patentes y que en los últimos meses solo recibió entre 200 y 300 chapas.
En febrero de este año, la Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad del Automotor emitió una circular en la que limitó oficialmente el stock de las chapas para bajarlo a dos lotes mensuales por registro seccional, con el argumento de mejorar el reparto de las patentes entre los distintos registros. Cada lote tiene 26 chapas, por lo que el límite quedó en 52 por cada caso. Sin números oficiales, los trabajadores del sector calculan que hoy hay entre 500 y 600 mil autos sin chapa patente.
“Unico país”.
Días atrás, el diputado nacional por Córdoba, Oscar Agost Carreño, del Encuentro Republicano Federal, aseguró: “Me puse a chequear y en el mundo no es normal. No hay un país del mundo que tenga experiencias recientes de haber estado un año con problemas de provisión de chapas y de cédulas. No existe. Busqué los países africanos, de oriente medio, países donde la chapa sigue a las personas, países donde la chapa sigue a los autos, y no hay ejemplos”.
“Argentina es el único país que, escandalosamente, tiene en los vidrios papelitos que dicen vale por una chapa y los van actualizando cada determinado tiempo los encargados de los registros, es tremendo”, sostuvo.
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