La pasión de jugar y pensar no se pierde

Aunque parezca lo contrario, los juegos de mesa están lejos de desaparecer. Podría pensarse que forman parte de un pasado analógico, enterrado por los videojuegos, pero siguen siendo un gran entretenimiento para niños, niñas, jóvenes y adultos. El sentarse alrededor de una mesa con un tablero, cartas, dados y pasar un buen tiempo con amigos, amigas y familia no pasa de moda y trasciende cualquier intento de individualizar los juegos.

 

“Dado por hecho” es la comunidad santarroseña amante de los juegos de mesa que incluye a personas de todas las edades, pero con la misma pasión: pasar un domingo alrededor de un tablero o con cartas en las manos, pensando estrategias, negociando con el opositor y colaborando con su compañero.

 

El organizador del grupo es Heber Gómez, quien desde niño ya era un aficionado por los juegos tradicionales. “A medida que fue pasando el tiempo, descubrí los juegos modernos que me atraparon mucho más”, afirmó en diálogo con LA ARENA. Uno recuerda el “Carrera de Mentes”, “TEG”, “El Estanciero”, “Monopoly”, pero esos juegos ya quedaron en el pasado y tiene una explicación: “Son tradicionales porque ya llevan mucho años de haber salido a la venta y tienen mecánicas sencillas”.

 

Es por ello que ahora se eligen los “juegos modernos” como se los llama y son aquellos “más sofisticados, con una mecánica más moderna e invita a que haya una estrategia más difícil”. Siguiendo esta línea, Heber señaló que algunos “te invitan a pensar, cooperar -no todos los juegos son competitivos, también hay cooperativos-”.

 

“Hay diferentes mecánicas que hace que uno tenga que pensar, usar la imaginación, la deducción para llegar a ganar la partida o para que el equipo gane la partida si es un juego cooperativo”, acotó y aseguró que los juegos más populares son “’Catán’, que es un clásico juego familiar; ‘Aventureros al Tren’ que tiene que ver con trazados de rutas y trenes y tenemos que hacer contratos para ganar el juego. También hay juegos de fiesta o party, que también se puede jugar en una previa, con amigos y amigas. Son muchos los que están saliendo a la mesa…”.

 

Existen juegos para todos los gustos, están los que se juegan en grupo o en solitario, como por ejemplo Sherlock Holmes. “Es para alguien que está solo y quiera divertirse un rato o resolver un misterio porque tiene mucho de investigación”, añadió el aficionado.

 

Dejar las pantallas.

 

Con el objetivo de encontrar personas que tengan el mismo amor por los juegos de mesa, Heber creó “Dado por hecho” hace un año y, de esta manera, cada quince días se juntan a desafiar contrincantes. “Tuvo buena recepción de la comunidad en general y decidimos seguir haciéndolo”, afirmó y contó que a través de las redes sociales difunde contenido sobre juegos de iniciación, categorías y mecánicas.

 

El lugar de los encuentros –de 16 a 21- es el Centro de Artes de la calle Leguizamón 1125, que pertenece a la Dirección de Artística de Cultura de Provincia. Si bien hay domingos que está reservado, intentan que el espacio no se pierda y se juntan en otro salón o en alguna casa particular porque la intención es “invitar a las personas a dejar un poco las pantallas, que conectemos con un juego de mesa, volver a lo tradicional de charlar en la mesa, compartir un mate, a jugar. Con estos eventos buscamos tener la capacidad de volver a relacionarnos, tomar los valores que se perdieron con la tecnología”.

 

Infancias.

 

Durante las jornadas se acercan entre 10 y 20 personas, se dividen en mesas y deciden qué juego afrontar. “En estos encuentros estamos teniendo buena respuesta de parte de la familia, no solo por gusto sino para explorar de qué se trata, para tener una opción de domingo y pasar un buen rato. Queremos que más gente se entere de los encuentros, ya sea de boca en boca, por las redes sociales o los medios de comunicación”.

 

Hay juegos diferenciados por edad, dificultad y tipos de mecánicas. “También hay juegos familiares que no tienen tantas reglas para que puedan jugar con sus hijos”, indicó.

 

Y los juegos modernos se adaptan también a las nuevas etapas porque “no duran más de una hora” y esa es una gran diferencia con los juegos tradicionales que se extendían por más de cuatro o cinco horas. “Lo bueno de este evento es que jugás varios juegos, la idea es probar nuevos”, señaló Heber recordó que cuentan con producciones nacionales y europeos.