Viernes 26 de abril 2024

Peleas con cuchillos:¿Es consecuencia del discurso cada vez más violento de la sociedad?

Redacción 17/02/2024 - 00.08.hs

“Lo importante en lo que se debe hacer hincapié, es que hay una estructura social donde la respuesta de cada uno de los individuos que la componen cada vez es más agresiva y más violenta. Y todo el grupo social está cruzado por eso”, admitió Juan Pablo Meaca.

 

El Defensor de los Niñas, Niños y Adolescentes de la provincia, se hizo eco de la nota de la edición de La Arena de ayer, que puso sobre el tapete la preocupación de la sociedad en general por la cantidad de incidentes –muchos protagonizados por adolescentes y jóvenes-- con la utilización de armas blancas.

 

El funcionario evaluó que “cuando La Arena hace un análisis de dónde se están produciendo, se puede observar que en realidad el agravamiento de estas conductas violentas se da en un montón de ámbitos, lo que está demostrando que es todo el grupo social que está cruzado por esto, por una respuesta que da el individuo en la sociedad y que esa respuesta cada vez es más violenta”.

 

-¿Y qué puede decir en un primer análisis?

 

-Lo primero es que vemos que en la estructura social de nuestro país, evidentemente cada vez sus individuos en la relación cotidiana que tiene uno con el otro, hay una respuesta que es muy violenta, que cruza todos los ámbitos. Cruza el ámbito intrafamiliar, y por eso ustedes en la nota marcan desde la reacción en una discusión familiar, o con el vecino, en una actividad deportiva, en una actividad cultural, recreativa, o en el marco diario de la vida con un desconocido. No hay un control sobre la conducta y terminan produciéndose hechos de extrema violencia entre actores, que muchas veces se conocen y otras no. Ese es el primer análisis.

 

-Pero son situaciones cada vez más frecuentes.

 

-En los últimos años, en virtud de que el organismo mismo se dedica a valorar la sociedad y sus transformaciones,y como estas impactan en niños y adolescentes, se ha producido eso.

 

Después de la pandemia hubo cada vez reacciones que son más violentas y que están reflejadas también en los niños y adolescentes, que son generalmente las víctimas. En lo que es social, el niño y el adolescente son las víctimas de esta situación.

 

-No hay duda de una mayor agresividad en la sociedad.

 

-Creo que en las dinámicas sociales, sobre todo la interacción y qué tipo de sociedad vamos armando, que vamos produciendo, hace tiempo que empezó a generarse una descalificación, una respuesta agresiva y violenta al otro.

 

Me parece que en el último tiempo uno lo puede relacionar con cómo es el interactuar de las redes sociales, cómo es el interactuar entre los formadores de opinión, cómo es el actuar entre las acciones económicas, políticas, sociales y culturales. Hay un mensaje que, evidentemente, fue escalando, que cada vez es más agresivo, más violento en la relación entre los que van formando la conducta de la sociedad. Y eso también va generando para abajo una construcción de una respuesta violenta, y la sociedad responde en virtud de ese mensaje.

 

-Y deconstruir no es tan fácil.

 

-La construcción lleva tiempo, y es muy difícil después deconstruir que la respuesta hacia el otro, porque piensa diferente, porque se comporta diferente, no sea violenta. Es decir, implica toda una construcción social que hay que empezar a hacer otra vez con los niños, con los adolescentes, que va por lo educativo.

 

-Usted dice que es una cuestión que cruza a toda la sociedad.

 

-Sí, y al cruzar a toda la sociedad, cruza a niñas y niñas adolescentes. Desde mi punto de vista, evidentemente es el actor más vulnerable, y la conducta violenta --sobre todo en lo intrafamiliar-- los tiene como víctimas de esos hechos y de cualquier tipo de vulneración. Que puede ser el abuso, puede ser la violencia, la negligencia en el cuidado, etc.

 

Y si bien son las primeras víctimas también se le agregan otros actores vulnerables, como las mujeres, los ancianos, diversidades… Y se ve lo que pasa en la interacción de redes sociales, de comunicaciones, de mensajes que se hacen de sectores, de grupos que construyen opinión, y son también víctimas de mucha violencia y mucha agresividad.

 

-¿Puede ser que el niño o el adolescente copien ese modelo agresivo?

 

-Es que son producto de esta sociedad y su accionar o su relación con el otro es aprendida, es construida por la sociedad, donde el adolescente es parte de ver respuestas violentas, e imita y traslada también una respuesta agresiva en sus propias relaciones. Sí, el adolescente ve cómo el adulto resuelve el conflicto, y si la resolución es violenta y agresiva, también eso termina implicando al adolescente para dar una respuesta o resolver las cuestiones de esa forma.

 

-¿Y cómo actuar para ir atenuando esto?

 

-Implica un re-análisis de qué sociedad tenemos, qué sociedad queremos e involucrarnos todos: los que participamos en la construcción del mensaje y de cómo queremos que se produzca esta relación. Porque participan un montón de actores y no solamente el político-social, sino además los medios de comunicación y las redes sociales. Porque todo genera un contenido que influye a los otros pibes.

 

Creo que ahí está en el fondo la complejidad, en el mensaje que se le baja a los adolescentes y a los niños. Porque lo cierto es que cuando uno ve los medios de comunicación, las redes sociales o nada más la convivencia de lo que lo rodea, la respuesta es violenta y agresiva. Entonces, el niño adolescente, también ante la conflictividad, termina respondiendo de la forma que aprendió, que es una forma violenta.

 

Qué modelo de sociedad queremos.

 

El Defensor de Niñas, Niños y Adolescentes, Juan Pablo Meaca, sostuvo que un debate que debe darse es acerca de qué tipo de modelo social queremos. “¿Uno de contención del todo con otro tipo de relaciones; o vamos a otros más individualistas donde claramente la relación con el otro pasa a un segundo plano y solamente se beneficia lo individual?”.

 

“Creo que por ahí va, y que cada uno de estos modelos en cuanto al tipo de relación y las propias violencias que se producen en estas relaciones, tienen miradas totalmente diferentes. Pienso también en el devenir de los sistemas que a veces generan una bajada muy violenta; sobre todo con los actores más vulnerables pensando que somos un país que tiene el 50% de la población en situación de pobreza”, agregó.

 

Por eso hay que “apuntar a una construcción desde la mirada de la política económica, de la política social, de la política de inclusión, de la cuestión de la administración de los bienes y cómo se reparte y cómo accedo a los servicios, etc.”.

 

Obvio que cabe admitir que “también hay un mensaje extremadamente violento para ciertos actores sociales. Me parece que son algunos de los elementos, pero hay muchísimos más de análisis que pueden implicar o pueden determinar de por qué está cruzada la sociedad por conductas que --uno en lo diario-- son cada vez son más violentas, más agresivas. Y además que se pierde de vista el otro y termina habiendo una reacción muy individualista y muy violenta”.

 

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