Miércoles 08 de mayo 2024

Plantas con identidad

Redacción 27/04/2024 - 00.22.hs

Fabián Racca tiene en el barrio Lowo Che de Toay un vivero especializado en plantas nativas. En “Renovales” se consiguen más de cien especies distintas, de las cuales el 90 % son originarias de nuestra región.

 

En distintos momentos de la charla la frase, que encierra todo un concepto, aparece entre las palabras de Fabián y así queda en claro la importancia que tiene en las tendencias y costumbres sociales. En cualquier orden y situación. “Es una cuestión cultural”, asegura para referirse al por qué la gran mayoría elige las plantas exóticas a la hora de poblar un jardín, un patio, un living o cualquier otro espacio de quien quiera convivir con el verde. Una elección que se impone a lo nativo, a lo que crece naturalmente en nuestra tierra.

 

“Las plantas nativas realizan un aporte enorme a los ecosistemas locales y además tienen más posibilidades de sobrevivir que las exóticas y generan menos problemas ambientales. En el vivero, por ejemplo, hace cinco años que no usamos control de plagas, ni siquiera los agroecológicos”, asegura Fabián Racca (57), el responsable de Renovales, un vivero especializado en plantas nativas que ofrece decenas de variedades y que hace una fuerte apuesta por la propagación de los ecosistemas locales.

 

“Vivero Renovales” se ubica en la calle Petitero 5200 del barrio Lowo Che de Toay y el contacto telefónico es 02954 381948 y el WhatsApp 2954 692551. También en las redes sociales y por mail a: nativasdelapampa@gmail.com. Allí atenderá Fabián, un apasionado y verdadero experto que rodeado de las especies que tiene en su terreno, explica y detalla cada paso de su emprendimiento y de las plantas.

 

“Nací Alta Italia pero a los 4 años me fui a vivir a Realicó, me crié en una zona rural porque mis padres trabajaban en ese rubro y desde chico sentía una gran atracción por el bosque de caldén, me generaba algo diferente, iba con mis amigos a andar, a estar ahí. Siempre me conectó con lo imaginativo. Además, mi abuelo me enseñó a cultivar, a armar las huertas, así que todo eso sin dudas fue una influencia. Me vine a Santa Rosa a estudiar Geología y la licenciatura en Aprovechamiento de Recursos Naturales Renovables a la Facultad de Ciencias Exactas y lo del vivero llegó mucho tiempo después”, resume Fabián que en el camino se dedicó a otras tareas muy diferentes como trabajar en la mítica radio FM La Banda del Ciervo o en el área administrativa del Sindicato de Prensa.

 

“Con mi pareja habíamos comprado hace mucho este terreno cuando no había nada en esta zona y el precio era muy accesible. Mi idea era hacer algo productivo y reconectar con eso que había tenido de chico. Surgió la posibilidad de hacer unas 5 mil plantas para forestar una chacra pero finalmente el proyecto no se concretó así que estaba rebalsado de plantas nativas, de exóticas, y no sabía qué hacer así que se las ofrecí a la Facultad para que las pudieran aprovechar”, recordó Fabián sobre un momento en el que el consejo de un amigo le cambió la mirada.

 

“El ‘Flaco’ (Aníbal) Prina me preguntó por qué no ponía un vivero con todas esas plantas. No iba a ser nada fácil pero él me decía que las condiciones iban a ir cambiando, el cambio climático se estaba produciendo, entonces las nativas iban a tener muchas más chances de sobrevivir respecto a las plantas exóticas”. De esa forma, Racca comenzó con un trabajo de hormiga con la difusión.

 

“Costó mucho porque no había demanda, la gente no miraba ni elegía este tipo de plantas porque en realidad estaba más acostumbrada, por una cuestión cultural, a elegir las exóticas. Comencé a ir a ferias, exposiciones y a hablar con la gente. De a poco empezó el crecimiento y surgieron distintas posibilidades como plantaciones en campos o licitaciones en autopistas, en la de Córdoba-Rosario hicimos buena parte de la provisión de plantas en el año 2010”, remarcó Fabián.

 

Asesoramiento.

 

En “Renovales” hay decenas de especies distintas de las cuales “el 90 por ciento son nativas, y algunas exóticas también tenemos y le damos el mismo patrón de mantenimiento que a las nativas. En el vivero, hace cinco años que no utilizamos ningún control de plagas, no lo necesitamos, ni siquiera los agroecológicos. La gran mejoría para llegar a ese estado se dio cuando aumentamos la variedad y pudimos incorporar muchas gramíneas, pastos, que tienen una importancia ecológica fundamental. En nuestra región el 70 por ciento son pastos, el 25 por ciento arbustos y 5 por ciento árboles que se repiten”.

 

Fabián hace hincapié en que en su vivero se realiza “un asesoramiento integral, es algo muy necesario para saber por qué tal planta, qué función cumple, cómo la vamos a mantener, los requerimientos que tiene. Es un servicio integral porque la gente viene a ver qué pueden poner, qué le sirve, cómo se manejan con las espinas, los bichos. Todavía hay mucho prejuicio sobre las nativas y hay que seguir con la difusión. De todas maneras después de 20 años hemos crecido y hoy somos tres familias las que vivimos del vivero”.

 

Caldén y más.

 

Fabián resalta que en Renovales se generan “entre 18 mil y 25 mil plantas al año” y que la demanda “depende de las estaciones. El forestal sale mucho en otoño porque es más estable en nuestra provincia, mucho más estable que la primavera que es cada vez más inestable porque arranca con muchísimo viento y después pasa directo al calor. En la actualidad las heladas también se corrieron, recién en mayo están llegando”.

 

El universo de las plantas, sus particularidades, detalles, necesidades y beneficios es casi inabarcable, tanto como su rol indispensable en la existencia (y supervivencia) del planeta que habitamos. Fabián, más allá de su emprendimiento, es un divulgador, y escucharlo genera una atracción inmediata, como la de quienes viven lejos de su tierra de origen pero quieren aunque sea una parte de esa identidad.

 

“Hay gente que viene de afuera, que es de acá pero está radicada en otra provincia y quiere llevarse un caldén, que es la nativa que más nos representa. Entonces esa persona vive en La Plata, por ejemplo, y quiere su caldén porque también es tener esa parte de lo originario que todos llevamos dentro. Cada planta tiene su demanda particular entonces lo que nos interesa es aportar una solución integral, para el ambiente que sea y con la necesidad que se presente. Esto es un trabajo que está en constante movimiento porque seguimos descubriendo especies nuevas, por eso la búsqueda de soluciones se renueva de manera permanente”, remarca Fabián, un divulgador de lo nativo, de eso que da un sello, una identidad, que es la pampeana.

 

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