Sábado a pura fiesta en Villa Germinal

“Vamos despacio porque vamos lejos. Sembrando un camino colectivo, humano y solidario”, es la leyenda con la que difundieron el festejo desde el Desayunador de Villa Germinal. Están cumpliendo 22 años y, como cada fin de mes de agosto, la celebración ocupa todo un sábado. “En tiempos de miseria y crueldad, tenemos como reacción la organización, la alegría y la solidaridad”, afirmaron y así se fue: la tarde fue para los más pequeños y pequeñas y la noche para las personas adultas.

Como cada sábado, las actividades de ayer comenzaron temprano en el espacio ubicado en Chaplin e Italia. Desde hace 22 años, el Desayunador se repone ante cada una de las vicisitudes que les han tocado atravesar -hasta de un incendio-, para siempre dar una mano a las familias de la extensa barriada. Y esa ayuda cobra una relevancia aún mucho mayor en épocas de crisis como la actual, en la que la demanda de alimentos se vio duplicada.

La celebración se dividió en dos. Comenzó a las 12 para toda la familia, pero en especial para los más pequeños y pequeñas. Hubo barrileteada a cargo de Proyecto Obrante, muchos juegos y un rico almuerzo. La tarde se llenó de sonrisas y al ritmo del “Feliz Cumpleaños” cortaron y disfrutaron de la torta con 22 velitas.

Con sorpresita en mano, pasadas las 18:30 se fueron a sus casas para dar lugar a la peña musical de los y las adultas. Se armó el fueguito para calentar la noche y la velada fluyó con la actuación de Kumbia Kuatica, I Love Daiana, Julio César e Indio Mike. El “esmerado” servicio de cantina ofreció comida para todos los gustos. El objetivo fue recaudar fondos para seguir trabajando por y para las familias que tanto lo necesitan.

Más demanda.

En diálogo con LA ARENA, uno de los referentes del grupo, Julio Merino, contó que “de martes a sábados funcionamos con la merienda, los talleres y el apoyo escolar. Los lunes están reservados para nuestras asambleas y los sábados también distribuimos comida al mediodía. Pero a partir de ahora incorporaremos también los miércoles, porque la demanda es cada vez más fuerte”.

“Somos unos 30 o 40 compañeros y nos turnamos para todas las actividades, tanto fútbol infantil, como talleres, el apoyo escolar y la comida”. Acompañando el ritmo creciente de la crisis económica, durante los últimos meses “se suman unas tres familias cada sábado”. El grupo tiene capacidad para alimentar “hasta unas cien familias, mediante tres o cuatro ollas grandes de comida por sábado”.

Merino aseguró que “claramente aumentó la demanda y cada vez hay más hogares en situación de pobreza, que manifiestan necesidades de vestimenta, comida y buscan recursos por todos lados” y por eso se están preparando “para cocinar también los miércoles”. Además de actividades recaudatorias como peñas y bingos, reciben aportes de personas “que se encuentran en mejor condición económica y pueden ayudar”.