Severas advertencias de Cammesa
Las severas advertencias de Cammesa, la empresa mayorista de energía eléctrica en la Argentina, sobre el faltante que habrá el verano entrante para abastecer la demanda se ha transformado también en una encarnizada pelea interna entre el secretario de Energía de la Nación, Eduardo Rodríguez Chirillo, y los popes de la empresa mixta, en particular el vicepresidente Mario Cairella.
A causa del "no hay plata" del presidente Javier Milei, a través de la política que aplica el ministro Luis Caputo para alcanzar el superávit fiscal, se ha dispuesto prohibir la compra de combustible para generar electricidad, y desde la empresa se quejan por la demora en el envío de fondos. Y además no le pagan lo que le corresponde a Nación.
En la semana que se cerró, Cairella envió una nota a Rodríguez Chirillo haciendo saber su queja y la actitud fue leída como una manera clara de dejar por escrito que cuando llegue el verano y falte energía no será por culpa de la imprevisibilidad de la empresa sino por decisión de lo más alto del poder.
Medios especializados accedieron al texto de la nota. Allí se solicita "realizar los máximos esfuerzos para que las transferencias a cargo del Estado Nacional se efectúen en tiempo y forma", lo que haría que la empresa haga "la oportuna adquisición y distribución de los combustibles necesarios para asegurar la continuidad operativa del sistema".
Queda claro entonces que el SADI (Sistema Argentino de Interconexión), depende en parte de esa decisión.
El texto que suscribe Cairella no deja espacio para dudas. Manifiesta "los continuos retrasos del Estado Nacional" y afirma que "las partidas presupuestarias fueron oportunamente requeridas a esa Secretaría de Energía". En síntesis, pone la pelota el campo del secretario de energía, en otro capítulo más de la pulseada entre ambos, una pelea que escala y que algunos voceros del gobierno estiman que podría terminar en "cambio de funcionarios".
La nota de Cammesa denuncia además la mora en el pago del tesoro nacional al vencimiento de mayo de este año, operado en julio y menciona "la falta de capital de trabajo para financiar la compra de combustibles líquidos necesarios para el funcionamiento del SADI".
Enfrentamiento.
Para los desprevenidos, Rodríguez Chirillo es el presidente de Cammesa justamente por ser el secretario de Energía. No deja de llamar la atención entonces que "con su vice deban enviarse notas oficiales por un asunto que debería resolverse en una reunión o por teléfono", reflexionan.
En el ambiente saben que Rodríguez Chirillo resistió la designación de Cairella y ahora choca a través de su hombre de confianza en la empresa, el gerente general Jorge Garavaglia.
Según se pudo saber, Luis Caputo envió un delegado al área para intentar mediar y descomprimir, pero habría dicho a sus colaboradores que si no se ordena la situación "habrá cambio de funcionarios".
La pelea de poder sucede en medio de la advertencia, que ya publicó LA ARENA, sobre la falta de energía suficiente para abastecer la demanda en los picos del próximo verano. Cammesa, en su informe técnico anual, lo predijo y advirtió que de no tomarse las medidas del caso ahora mismo, luego será tarde.
En el sector mayorista culpan al retraso tarifario por la falta de mantenimiento e inversiones y dicen depender de los subsidios que Milei y Caputo han dispuesto ir eliminando para ir paliando la situación. Además, no contarán con todos los aumentos que les habían prometido y por si fuera poco tampoco le están pagando en tiempo y forma lo que le corresponde poner al Estado nacional.
Así las cosas, el objetivo de Cairella es dejar constancia por escrito de lo que está pasando y cubrirse. El informe de Cammesa, del mes de junio, advirtió que el total de la energía producida en el parque local de generación más las importaciones de países vecinos, no alcanzarán para abastecer lo que se necesitará en el verano 2025.
Prohibición.
Rodríguez Chirillo dictó una resolución que le prohíbe a Cammesa comprar combustibles líquidos para generar en las centrales térmicas, una de las patas del sistema. Pero nada dispuso ni explicó acerca de cómo reemplazar el faltante que ahondará el problema.
En las empresas eléctricas del sector privado, sostienen que "es un acto de irresponsabilidad" de la Secretaría ya que la idea es que sean los privados los que compren combustible para generar, lo que se torna inviable por el nivel de subsidios que están recibiendo para compensar el retraso de la tarifa". Y por último, hay que sumar que el gobierno ha decidido no seguir aumentando el precio, en un intento por evitar que crezca el índice de inflación.
Al terminar de dar la vuelta a toda la situación, el tembladeral del sector se asemeja a tantos otros. Todo sea para que a Caputo y a Milei le cierren los números.
(Df. LPO)
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