Jueves 08 de mayo 2025

Un hombre fue condenado a 16 años de cárcel por abusar de su nieta

Redaccion Avances 25/11/2024 - 12.33.hs

En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, un hombre de 72 años, identificado como C.E.O., fue condenado a 16 años de prisión por haber abusado en innumerables ocasiones de su nieta, mientras ésta tenía “entre 5 y 11 años de edad”. Según la sentencia, leída hoy durante una audiencia en la Ciudad Judicial, el juez Carlos Alberto Besi consideró probado que el abuelo cometió los “delitos de abuso sexual por sometimiento gravemente ultrajante por su duración y las circunstancias de su realización y abuso sexual con acceso carnal, de una niña menor de 13 años, mediante el uso de amenazas y con el agravante de haber sido cometido por el ascendiente y en calidad de guardador como delito continuado”.

 

La escala en esta tipificación penal oscila entre 8 y 20 años de prisión. En la etapa de alegatos, el fiscal Andrés Torino solicitó una condena a 15 años y la querella, patrocinada por Simón Barretto, reclamó 18, mientras que la defensa consideró que correspondía la absolución del imputado.

 

A partir de hoy, las partes tienen 10 días hábiles para recurrir el fallo ante el Tribunal de Impugnación Penal (TIP). En diálogo con LA ARENA, Barretto confirmó que “tanto la fsicalía como la querella estamos conformes con el fallo. No apelaremos, pero junto a Torino contestaremos todas las impugnaciones y lucharemos para que esta sentencia se mantenga, porque el ultraje fue tremendo y, aunque no es posible reparar el daño causado, al menos produce un alivio”.

 

“Innumerables abusos”.

 

La víctima, de 16 años de edad, reside actualmente en España junto a su padre, quien decidió alejarla del entorno familiar para favorecer “una resignificación que permita a la adolescente comenzar una nueva vida, debido a que su trauma es muy grande y el abuso la ha dejado marcada de por vida”.

 

El caso fue denunciado en febrero de este año, luego de que la familia tomara conocimiento de los sucesos a partir de una terapia psicológica iniciada en 2023 porque “la notaban rara, con trastornos alimentarios y bajo rendimiento escolar”. La psicóloga, quien prestó declaración testimonial junto a dos ginecólogas, una médica forense, los peritos de Cámara Gesell, sus padres y sus abuelos, entre otros testigos, relató que notaba “una angustia que no podía descifrar de donde venía y cuando buscó entre sus lazos familiares, encontró al abuelo y pudo comenzar a relatar las situaciones de abuso sexual”.

 

La profesional añadió que los abusos “comenzaron a los 5 años y duraron hasta los 10 u 11”, aclaró que también “fue amenazada con armas que su abuelo le pasaba por el cuerpo” y confirmó que fueron “infinidad de encuentros a los que la sometió su abuelo, algunos en un campo cerca de General Acha pero la gran mayoría en el quincho de su casa”. Según el relato de la propia víctima “la peor etapa fue entre sus 7 y 9 años y la situación se mantenía en secreto a través de amenazas”.

 

“Acabadamente probado”.

 

“Pocas veces se ha visto que los abusos por investigar fueran tan acabadamente probados, frente a la complejidad para recolectar la prueba en delitos de esta naturaleza”. “Todos saben que generalmente se cometen en intramuros, sin la presencia de testigos, y muchas veces resultan intrafamiliares. Sin embargo, aquí hubo elementos probatorios que acreditan la acusación del Ministerio Público Fiscal”, expresó la querella.

 

Según Barretto, “además del testimonio de la víctima en Cámara Gesell, mediante un relato circunstanciado, contextualizado, estructurado y con claros condicionantes de modo, tiempo y lugar, donde identifica claramente a su agresor, resultaron muy importantes también los informes ginecológicos, que tienen carácter científico y confirmaron la existencia de lesiones antiguas”. El querellante concluyó que “la fiscalía realizó un excelente trabajo. Pocas veces hemos observado en este tipo de delitos una prueba tan contundente”.

 

A su turno, la defensa ejercida por Hernán Danzi desplegó también un trabajo notable para desarticular la teoría acusadora. Al reclamar la absolución, el abogado aclaró que el propio acusado le prohibió que pidiera una pena alternativa porque no iba a declararse culpable por algo que no hizo. También solicitó que la condena tuviera en cuenta los problemas de salud del abuelo, que se suman a su edad avanzada: “tiene cuatro stents en el corazón, una condición cardíaca muy grave y le fueron reemplazadas sus dos caderas”, comentó.

 

Además, Danzi consideró que correspondía una absolución por beneficio de la duda ya que “la prueba presentada jamás podría reunir la certeza suficiente que requiere una sentencia condenatoria”.

 

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