“Una cosa es ajustar y otra destruir”

“Desde diciembre estamos soportando maltrato”, expresó entre lágrimas Aixa Salussoglia, una de las 38 trabajadoras pampeanas del Programa Nacional Primeros Años. Temen ser desvinculadas la semana que viene: “Estamos a la espera de esta famosa lista del martes 26”. Afirmó que “esta incertidumbre, desprolijidad y este avasallamiento que están haciendo no lo podemos creer”.

Ayer por la tarde, las trabajadoras se reunieron en la plaza San Martín para visualizar la situación que están atravesando bajo el lema “Acá no sobra nadie”. Llevaron juegos y música infantil que atrajeron a muchas familias y, mientras tanto, dialogaron con los medios de comunicación presentes. Pidieron que no se desfinancien las políticas públicas nacionales destinadas a las infancias y que forman parte de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia.

En diálogo con LA ARENA, la referente Aixa Salussoglia explicó que el Programa Nacional Primeros Años “trabaja con familias y niños de 0 a 4 años. Acompañamos a las familias a potenciar las capacidades en las crianzas y lo hacemos a través de capacitaciones y talleres de sensibilización. Trabajamos en los Centros de Desarrollo Infantil de diferentes localidades y barrios”.

“El programa consta de cuatro técnicos en Santa Rosa y tres en General Pico. Hay cuatro de estos compañeros y compañeras que desde diciembre no están cobrando, siguen trabajando pero no están cobrando. Tenemos facilitadoras en el programa que son Potenciar Trabajo, en la capital tenemos 21 y en hay 10. Ellas también corren peligro porque si el programa se cierra en La Pampa van a quedar sin una unidad de gestión local que las pueda contener para seguir trabajando”, explicó.

“Las facilitadoras del programa son el anclaje territorial que nosotros tenemos para llevar adelante toda esta cantidad de actividades y de talleres que hacemos. Nosotros también en los espacios brindamos una merienda porque nuestro programa tiene un eje fundamental que es soberanía y seguridad alimentaria. Desde diciembre estamos sin percibir el presupuesto para poder otorgar este refrigerio”, lamentó.

“A la espera”.

Salussoglia afirmó que “estamos a la espera de esta famosa lista del martes 26 que salió por todos los medios… Siempre es un nivel de desprolijidad, de incongruencia, de falta de comunicación…”. Si los trabajadores y trabajadoras se encuentran en esa lista, “el programa desaparecería de La Pampa”.

“Se ha presentado una nueva planificación de las nuevas autoridades con un mapa de georreferenciación, donde hay 10 provincias de mayor vulnerabilidad social y no está La Pampa ni la Patagonia en general. Nos damos por entendido que no trabajarán en la Patagonia”, manifestó la referente.

-¿Desde hace cuánto que el programa funciona en la provincia?

-El programa es perfecto. Funciona desde el 2006 y en La Pampa está desde el 2008, así que tenemos compañeras de hace 16 años en el programa. En total somos 38, contando las facilitadoras del Potencial Trabajo y los equipos técnicos, tanto acá en Santa Rosa como en General Pico. Somos 38 familias que hoy estamos esperando que alguien nos diga qué va a pasar con nosotros. Y trabajamos con alrededor 300 familias, más las actividades que hacemos en los ocho Centros de Desarrollo Infantil de Santa Rosa y en las escuelas I. Además surgen necesidades y hacemos nexo con municipio y provincia para tratar de resolver, para tratar de acompañar. Nuestra oficina está en la Dirección de Niñez de la provincia, estamos de prestados... Después dicen que somos todos ñoquis, pero en la provincia nos conocen y desde diciembre que estamos soportando este maltrato.

Esperanza.

Los pampeanos y pampeanas aún están con “un poquito de esperanza”, a la espera de lo que suceda el martes 26, “que sería el ultimátum”. “Si bien nosotros vamos a tener que reorganizar nuestras vidas, se cierra un programa que funciona desde el 2008 y se terminan estas políticas públicas destinadas a la primera infancia”, lamentó Salussoglia.

Por último, la entrevistada mencionó que su condición laboral no es en planta permanente. “Somos el famoso artículo 9, son contratos anuales. Las compañeras que no cobran desde diciembre son monotributistas. Seguimos poniendo el cuerpo porque creemos que esto es lo que tenemos que hacer, luchar de pie hasta el final y hasta que alguien venga y nos diga que esto se termina. Esta incertidumbre, desprolijidad y avasallamiento que están haciendo, no lo podemos creer. Una cosa es ajustar y otra destruir. Y creo que lo que están haciendo es destruir estas políticas públicas que vienen hace años, que hemos logrado conquistar”, finalizó.