Una creadora de vidrieras digitales
Las redes sociales y las nuevas tecnologías generaron la creación de nuevas posibilidades laborales. La importancia de tener abierta “una ventana” en redes para promocionar los productos y servicios que una empresa o emprendimiento ofrecen, hicieron del “community manager” un puesto
de trabajo esencial.
Florencia Cingolani, tiene 36 años, nació en Carlos Casares (en la provincia de Buenos Aires) pero desde hace varios años vive en Santa Rosa y se dedica al mundo digital.
“Empecé hace aproximadamente cinco años, especialmente en la gestión de redes sociales, creación de contenido y campañas de publicidad online. Estudié Relaciones Públicas y una Tecnicatura en Organización de Eventos y Espectáculos, y hace poco sumé la certificación en Publicidad Digital Internacional, que me permitió actualizar y consolidar todo lo que ya venía aplicando en la práctica”, detalló Florencia a LA ARENA.
Y agregó: “empecé casi sin darme cuenta, ayudando a emprendimientos de amigos con sus redes.
Con el tiempo, eso se fue profesionalizando y hoy trabajo con marcas mucho más grandes, de rubros muy diversos, desde vinotecas, laboratorios, viveros, locales de ropa, perfumerías hasta emprendimientos gastronómicos. Cada uno tiene su identidad, su estilo y su público, y eso hace que
cada estrategia sea distinta y desafiante”, aseguró.
Los cambios en la tecnología son constantes, y obligan a una formación continua. “Me sigo formando constantemente, porque en este rubro todo cambia todo el tiempo. Las plataformas se actualizan, el algoritmo muta, los hábitos de consumo también, y es clave mantenerse en movimiento para que el contenido funcione”, indicó.
Una marca personal.
El trabajo de CM también debe mostrarse en redes para poder atraer nuevos clientes. “Yo hace poco lancé mi marca personal, después de muchos años de trabajar detrás de escena. Fue un paso importante y necesario para mostrar lo que hago y cómo lo hago. Hoy, además de gestionar cuentas, comparto tips, ideas y herramientas para ayudar a otros a crecer en lo digital”, describió Florencia.
Y añadió que “cuando un emprendedor o empresa me contacta para desarrollar su marca digital, el proceso depende mucho de en qué etapa está cada cliente. Algunos ya tienen una identidad visual definida, una estética, una idea clara de a quién le hablan. Con ellos trabajamos sobre el contenido,
la estrategia y el posicionamiento. En otros casos, empezamos desde cero: construimos el universo de la marca, su tono, su imagen, su propósito. Me gusta acompañar ese recorrido y ver cómo esa idea que nació en papel empieza a cobrar vida en lo digital”.
Procesos.
Florencia también detalló los distintos pasos que lleva adelante con su trabajo diario. “Además, algo que muchas veces no se ve, es que el proceso de creación de una marca o de contenido no es de un día para el otro. Armar contenido de calidad lleva tiempo: horas de edición, planificación, sesiones de fotos, diseño, redacción, revisión… Hay un trabajo enorme detrás de cada publicación que sale a la luz. Y muchas veces, del otro lado, hay ansiedad por ver resultados inmediatos. Pero esto es un proceso, y como todo proceso, necesita constancia, estrategia y paciencia para dar frutos reales”, concluyó.
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