Winifreda: 50 vecinos se capacitaron en informática

El municipio le cedió un edificio público a una firma bonaerense para que enseñara programas informáticos. "Colaboramos así para que se reduzca el precio de la cuota que debían pagar los alumnos y nos beneficiaron con becas", justificó la intendenta.
Unos 50 vecinos winifredenses, entre niños, adolescentes y adultos, acompañados por sus respectivas familias, recibieron el viernes a la noche sus certificados de estudios en informática.
La ceremonia se desarrolló en un salón de usos múltiples ubicado en el parque recreativo municipal. Los cursos fueron dictados durante cuatro meses por la empresa privada "JC, Capacitaciones" proveniente de Ituzaingó, Buenos Aires, y perteneciente a una familia evangélica.
El municipio le cedió las instalaciones de la Casa de la Cultura a dicha firma para que sus profesores dieran clases de administración de pymes, diseño técnico, diagnóstico y mantenimiento de PC, diseño gráfico y operador ejecutivo.
Los alumnos pagaron una cuota mensual para recibir los conocimientos. Una de las alumnas fue la intendenta Marta Berg, quien aprobó el curso de administración de Pymes.
El gerente de "JC", Martín Carabajal, le agradeció a la jefa comunal por haber "apostado y apoyado" esta propuesta educativa. "Empezamos y terminamos como nos comprometimos. Ojalá hayamos cumplido con sus expectativas", les dijo a los alumnos.

Antecedentes.
A su turno, Berg manifestó sentirse orgullosa de ver el salón colmado de vecinos que apostaron a crecer un poco más. Recordó que compartió clases con personas mayores y menores que ella "con muchas ganas de seguir aprendiendo. Eso quiere decir que estamos vivos", expresó.
Antes de cederle el espacio físico, Berg averiguó los antecedentes de esta empresa foránea y comprobó que había dictado capacitaciones similares durante 2012 en Catriló, Ingeniero Luiggi, Quemú Quemú, Jacinto Arauz, Victorica, Telén y Eduardo Castex, y en todos lados había demostrado seriedad.
En diálogo con LA ARENA, Berg aclaró el vínculo que mantuvo el municipio con esta firma. "Le cedimos el espacio para que pueda dictar los cursos, nada más. No tuvimos nada que ver con el contrato que firmaron con cada alumno ni con los certificados que entregaron. Ellos trajeron todas las computadoras y las instalaron. Nosotros no abonamos nada", explicó.
-¿Esta empresa lucró usando un espacio público?
-No, por comodidad le cedimos la Casa de la Cultura porque posee internet. Ellos pretendían esta colaboración para que los cursos no fueran tan onerosos. De esta forma colaboramos para que se reduzca el precio de la cuota y a su vez nos beneficiaron con una beca para la persona que estuvo disponible para atender el teléfono y cuatro más que fueron distribuidas desde la municipalidad.