Miden la felicidad y dicen que ha crecido
Un trabajo de gente de la universidad de Michigan (EE.UU.) dice que la felicidad está en crecimiento en el mundo de nuestros días.
Se trata de un sondeo que realiza anualmente un organismo universitario llamado Sondeo Mundial de Valores (World Values Survey). Los datos que ahora se difunden resultan del procesamiento del período 1981-2007 y le permiten decir que la felicidad está creciendo en la mayoría de las naciones, incluyendo a la Argentina. El país donde abundan los felices es Dinamarca; el más desgraciado es Zimbabwe. En la medición de 2005 el más feliz era Nigeria. También, ahora, están en los primeros puestos Islandia, Holanda, Canadá, Suiza, Suecia, Puerto Rico, Colombia... Los incrementos más considerables en grados de felicidad se dieron en India, Irlanda, México, Puerto Rico y Corea del Sur. También hubo niveles de crecimiento en la Argentina, Canadá, China, Dinamarca, Finlandia, Francia, Italia, Japón, Holanda, Polonia, Sudáfrica, España y Suecia.
Causas muy variadas
El informe de WVS se refiere a las causas de este crecimiento y deja ver que son varias y que no siempre es fácil precisarlas. Se hace notar que donde más creció esta apreciación de la felicidad fue en los países de bajos ingresos que han tenido un fuerte incremento económico, en particular China e India. La democratización parece haber influido más en países de ingresos medios. La mayor tolerancia social hacia grupos diferenciados (étnicos, homosexuales y mujeres) ha mejorado esa sensación. Cuando los individuos perciben que tienen mejores opciones para elegir libremente su vida, aumenta la felicidad. El dinero es un factor coadyuvante.
La información solamente anticipa la tendencia que descubre esta exploración de la felicidad. El trabajo completo recién se conocerá cuando aparezca publicado. El anticipo no dice qué lugar ocupa la Argentina, pero sí hace saber que ha mejorado. En 2005 estábamos en el lugar 36°.
¿Qué es la felicidad?
La información de la WVS no define la felicidad. Se sabe que se ha interrogado a 350 mil personas. Dos son las preguntas: 1) Si diría usted que es más feliz, bastante feliz, no muy feliz o infeliz; 2) Cuán satisfecho está usted con su vida actual.
Pero, ¿qué es la felicidad? El DRAE trae tres acepciones: Estado de ánimo que se complace en la posesión de un bien; satisfacción, gusto, contento; suerte feliz.
No dice mucho la Academia. Remite al terreno filosófico, pues habla de un bien, pero la idea del bien (y lo bueno: lo propio del bien) es compleja. Ciertos objetos tienen influencia sobre nuestra voluntad: la atraen o la repelen. Los bienes atraen, mueven a la voluntad. Tratamos de hacerlos nuestros (o, hilando más fino: tratamos de hacernos buenos). Sucede, sin embargo, que el juicio acerca de la bondad de algo puede ser erróneo o estar influido por pasiones y necesidades, en cuyo caso el bien alcanzado puede deparar insatisfacción, desagrado y rechazo. O la esencia de determinado bien puede estar más allá de la posesión individual, como cuando la vida acerca a dos seres para engendrar más vida (amor, le dicen), en cuyo caso el bien no se agota en los individuos sino que los trasciende. Tampoco la posesión de lo apetecido por creérselo bueno hace necesariamente mejor al que posee: sin esta superación individual no hay bien para el individuo.
Complicado es el asunto. La felicidad se vive como un momento, generalmente muy breve, pero esta apreciación es errónea, porque la felicidad pretendida por la ética es un estado que se alcanza y que, cuando se accede a él, proporciona una sensación duradera de completamiento (de completitud). La felicidad que se menciona en las revistas y en los programas ligeros de la televisión se relaciona con bienes materiales o la satisfacción de apetitos, a veces fomentados y hasta inducidos por la misma propaganda. En ese caso, la felicidad se parece a la estadística que menciona Trilussa. La estadística, según el poeta satírico itálico (llamado, en realidad, Carlos Alberto Salustri), es la cuenta general de una sociedad, según la cual, por ejemplo, "te toca un pollo y medio cada mes". /Y si el pollo en tu mesa se halla ausente /entras en la estadística igualmente /porque hay alguno que se come tres". Puede que usted, habitante de Dinamarca, se sepa desgraciado, pero eso no falsea el primer puesto de los daneses, porque hay más de uno que acapara felicidad.
JOTAVE
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