Del dicho al hecho

El incumplimiento de una ordenanza que obliga a plantar -o a mantener- los árboles en las veredas, sancionada hace un año en Macachín, está demostrando que, en ocasiones, no es fácil pasar de las palabras a los hechos. Una recorrida por esa ciudad permitió al corresponsal de este diario detectar que no son pocos los que están en "orsay", incluída la propia municipalidad. El artículo resulta oportuno porque falta menos de dos meses para la entrada en vigencia de la ordenanza y todavía los frentistas y la comuna están a tiempo de evitar las sanciones.
En una provincia en donde hay tan poco cuidado y respeto por los árboles debe destacarse esta iniciativa del Concejo Deliberante macachinense que exige que cada propiedad debe tener, al menos, un árbol plantado en su frente. Y prohíbe, además, extraer los árboles y reemplazarlos por arbustos. Esta parte de la norma resulta verdaderamente oportuna para terminar con una "moda" lamentable. En Macachín como en el resto de las poblaciones pampeanas se ha tornado poco menos que una costumbre el extraer frondosos árboles, que brindan sombra y frescura en los tórridos días de verano, y ubicar en los canteros escuálidos plantines. Eso sí, si el propietario tiene vehículo, es muy común que, para protegerlo del sol, vaya a estacionarlo frente a otra vivienda en donde sus dueños sí mantienen ejemplares desarrollados provocando en ocasiones incidentes y enojos entre vecinos.
Este avance en la normativa que se está viendo en Macachín debería consolidarse con la exigencia de hacerla cumplir con la más estricta severidad, a fin de convertirse en ejemplo para el resto de la provincia. Sólo así podremos proteger a los árboles del hacha y repoblar las calles con una plantación que pueda sobrevivir al asedio arboricida que periódicamente aflora entre los habitantes de este suelo tan agresivos con el ambiente.