Entre la maduración del jorgismo y la "migración" al vernismo
Norberto G. Asquini
Las legislativas marcaron la fortaleza de los intendentes del jorgismo que buscan una construcción política en la
que sean protagonistas para la sucesión de 2015. El vernismo insiste que hay "doble juego" de algunos.
Durante la semana el marinismo y La Cámpora se cruzaron sobre sus responsabilidades en la campaña y su lugar en el peronismo pampeano. Se podría pensar que la disputa central en el PJ pasa por ahí, pero solo es retórica. La verdadera lucha por el poder, y finalmente sobre el destino de La Pampa, pasa por otro lado. En el verdadero campo político, en el poder territorial.
Tras las elecciones legislativas del 27 de octubre quedó en evidencia -una vez más- que el poder en el PJ pasa por los intendentes. Por eso se espera que 2015 sea un choque de estructuras que tendrá como protagonistas a los actuales jefes comunales y a los que quieran serlo en esos comicios. De un lado los jorgistas de Compromiso Peronista y del otro los vernistas de la Plural.
Consolidar la línea.
Desde que el entonces gobernador Carlos Verna armó su línea en base a los intendentes, son los principales electores, aunque dependan de un líder provincial. Lejos quedaron los tiempos marinistas donde el poder en el PJ parecía concentrado en la cúspide.
Esta semana se ratificó ese rumbo. El gobernador Oscar Mario Jorge convocó a una cumbre a los más de cuarenta jefes comunales que le responden, y que fueron los que sostuvieron la ajustada victoria de su boleta con Santa Rosa, General Pico y General Acha en contra.
Del encuentro hubo dos conclusiones: por un lado, está la pretensión de empezar a darle una organicidad a esa línea de cara a 2015, pensando también en concreto en nombres para la sucesión de Jorge, y por otro darles más participación en el gobierno.
El jorgismo ha madurado, pero para encarar las generales necesita consolidarse. La sola presencia de un gobernador como líder del sector no implica organicidad, sobre todo cuando Jorge no ha tenido entre sus prioridades la construcción política. Recién ahora parece querer hacerlo.
Nombres a trabajar.
El resultado de las legislativas empujó a Jorge a apurar definiciones en ese sentido. Y hasta pensar en posibles candidatos para "trabajarlos" para la provincia. Puede salir de un intendente de una de las principales localidades o del gabinete mismo. Hay varios nombres que se destacan y a los que se apunta. Puede ser Ariel Rojas de Toay o Facundo Sola de Realicó. Otros mencionan a un funcionario, como Ariel Rauschenberger. Pero son solo especulaciones. De hecho, ¿podrá darle un gobernador centralista como Jorge juego propio a un posible sucesor?
Ventajas y desventajas.
La línea jorgista tiene la ventaja de ser horizontal entre los intendentes -un rasgo que le dio Verna en su momento a la Plural que es su antecedente-, pero la desventaja hasta ahora de la falta de una conducción que vaya más allá del gobernador. Esto frenaría la construcción política.
De hecho, la organización, consolidación y fortaleza de esa línea dependerá de lo que el espacio pueda ofrecer. Si no hay decisión de construcción, muchos pueden dudar y pensar que el poder y sus posibilidades de mantenerse en la política están en otro lado.
También los jefes comunales deben cargar con la dependencia de algunos funcionarios provinciales, y a los que cuestionan. Los jefes comunales tienen su visión sobre parte del aparato gubernamental: destacan al secretario de Asuntos Municipales o al jefe de Gabinete por su apoyo, pero deben sobrellevar el peso de funcionarios que disputan entre ellos, que critican a los intendentes, que no tuvieron compromiso con la elección en Santa Rosa y que deberían ser más dinámicos y caminar los pueblos.
¿Más espacio?
Jorge habló de darle mayor participación a los intendentes. Hasta ahora ellos habían sido solo acompañantes de su gestión. ¿Podrá ofrecerles el lugar que se merecen y la posibilidad de construir sin estar atados a su decisión que muchas veces frena lo partidario al no hacerse cargo de ese aspecto? Por ahora les dio dos espacios, la secretaría de Desarrollo Territorial a Sola y en el directorio del BLP a Pablo Echeveste de Telén. Se habla de un ministerio. Igualmente, señalan varios, es poco. Ninguno de los cargos es relevante para "mostrar política". ¿Podrá Sola destacarse en un lugar que es casi decorativo?
Sin embargo, es un paso adelante y un reconocimiento, que ya venía madurando el gobernador.
Cuestión capital.
La cuestión de la capital hace algún ruido en la línea jorgista. El intendente Luis Larrañaga no escondió nunca sus pretensiones de ser el elegido por Jorge para sucederlo. Tuvo su propia estrategia política ingresando a territorios ajenos y hasta confrontó abiertamente con el vernismo y el marinismo. Otros jefes comunales prefirieron no chocar, sabedores del equilibrio interno que debían sostener al interior de sus pueblos. Larrañaga se lanzó a esa puja sin haberse consolidado en la gestión. Y en su "expansión" apresurada y autónoma hacia afuera de Santa Rosa generó roces en algunos compañeros de línea.
La estrategia del santarroseño estalló en las legislativas cuando el Frepam le sacó 14 puntos de diferencia. Se analiza que fue "la falta de gestión" una causante, pero también tuvo su peso la resistencia que generaron sus manejos en las otras líneas del PJ.
El resultado local adverso destapó que varios dirigentes comiencen a pensar en pelear la intendencia ante la debilidad política en la que quedó. Esta semana avisó a algunos sectores un referente marinista y hay otros tres que se anotan en las sombras.
¿"Doble juego"?
El movimiento de Jorge tiende a consolidar lo que en los hechos parece haberse dado. La estructura de intendentes de Compromiso Peronista. Desde adentro afirman que se han fortalecido y que los que estaban "a mitad de camino" entre el jorgismo y el vernismo - y se les desconfiaba-, blanquearon su apoyo. Y hasta se han sumado nuevos, como el de Puelén y dos de juntas vecinales.
Desde el vernismo se insiste en el "doble juego" que están haciendo algunos jefes comunales que participan de las reuniones en la residencia del gobernador, y hasta los nombran. Los plurales declarados son poco más de diez pero aseguran que cuando Verna lance su campaña a la gobernación se volcarán a su espacio muchos de los que se dicen hoy jorgistas. Y que si no lo hacen por ahora es por el temor a la represalia económica. Dicen que esta ya la sufren en carne propia por ejemplo en General Pico y Quemú Quemú donde no llegan los fondos que deberían.
Cabe mencionar que en varios pueblos vernistas ganó la lista oficialista. En algunos casos porque desde el gobierno hubo compromiso de más fondos, y en otros porque los jefes comunales no se podían dar el lujo en pueblos menores de perder poder territorial.
Migración y efecto tapón.
Verna espera y dará su "amnistía" el próximo año. Espera esa "migración" de apoyos. Mientras tanto, caminará los pueblos sin presionar a los intendentes para no incomodarlos. Entre sus pasos más próximos, estaría en estos días en General Acha en una reunión con dirigentes del PJ y piensa abrir una unidad básica propia en Realicó.
En tanto, los intendentes se enfrentan también al "efecto tapón". Mientras ellos estén al frente de la comuna o piensen en su reelección, pueden sostener su hegemonía política local. Pero ¿qué pasará cuando decidan jugar a lo provincial? Habrá sucesores locales, pero habrá que ver si sus planes están con el jorgismo o el vernismo, y también opositores internos que buscarán su espacio. Por ahora, la victoria contundente de muchos no deja filtrar las internas en los pueblos. Otra ventaja que tiene el jorgismo.
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