¿Fraude electoral?

Aunque parezca mentira otra vez se ha vuelto a hablar de fraude electoral en nuestro país. Y no lo ha hecho una pequeña secta partidaria de las teorías conspirativas sino la principal fuerza política opositora. En el peronismo existe mucha preocupación al punto de que estuvo presente el tema en el reciente Congreso Nacional realizado en la Capital Federal.
Entre nosotros fue el propio presidente del Partido Justicialista pampeano, Rubén Marín, el que mencionó este espinoso asunto y le otorgó entidad. Y más allá de nuestras fronteras nacionales fue el excanciller Jorge Taiana, quien planteó su inquietud nada menos que ante el Parlamento Europeo en un reciente viaje y solicitó a ese cuerpo internacional que envíe veedores para las elecciones de octubre.
Los temores en el PJ empiezan a extenderse al resto de las fuerzas no oficialistas a causa de que el macrismo ha decidido romper con una saludable tradición en la política argentina al introducir modificaciones en la normativa electoral justo en un año con comicios nacionales. Esos cambios han sido realizados por decretos de necesidad y urgencia y, por lo tanto, esquivando el debate parlamentario que requeriría una cuestión de tanto interés para todas las expresiones políticas.
Resulta sugestivo que esos decretos no hayan tenido difusión, y es ese sigilo lo que siembra más intranquilidad en las filas opositoras. "Están preparando el fraude como en la década del treinta", disparó el presidente del Congreso del PJ sin que esa grave acusación tuviera demasiado eco en los grandes medios porteños adictos al gobierno.
La insistencia del macrismo en hablar de "los últimos setenta años" ¿será para no hacerlo del período inmediatamente anterior, cuando la derecha conservadora enlodó el país con su "fraude patriótico"?