Sabado 04 de mayo 2024

Acuerdos y diferencias en el tablero mundial

Redacción 22/09/2023 - 00.33.hs

Hay un nuevo orden que no tiene un centro hegemónico y donde las grandes potencias tienen dificultades para contener sus propias alianzas.

 

Eduardo Lucita *

 

En un mundo en transición la disputa geopolítica ha ocupado nuevamente el centro de la escena. Las cumbres internacionales de los BRICS y el G20 han ocupado la atención de todos los análisis geopolíticos mundiales.

 

Estas cumbres desplazaron del centro de la cuestión geopolítica a la guerra ruso-ucraniana. No es que la guerra haya perdido entidad, por el contrario es evidente que juega un papel en el reordenamiento del tablero mundial, pero al estar empantanada desde hace ya demasiado tiempo es como si se hubiera naturalizado. Hay avances y retrocesos de uno y otro campo pero casi siempre momentáneos, que no alcanzan a definir el curso de la confrontación. Ya no ocupa las primeras planas de los diarios, ni los horarios centrales de la TV, ya nadie cuenta los muertos y heridos. Los intentos mediadores de China y Brasil hasta ahora no han rendido frutos. En la apertura de la Asamblea General de las ONU la guerra reapareció en el discurso del presidente Joe Biden, solo ratificó su apoyo a Ucrania..”La guerra será larga”, sentenció el Sec. Gral. de la OTAN. El complejo militar-industrial se restrega las manos calculando sus ganancias.

 

Presencias y ausencias.

 

Sí en la reciente reunión de los BRICS en Johannesburgo (Sudáfrica), la estrella fue el presidente Xi Jinping que eligió ese escenario para invitar a media docena de países a integrarse al bloque. La reunión en Nueva Delhi (India) tuvo como protagonistas centrales a los presidentes Narendra Modi y Joe Biden que ratificaron la alianza entre el país anfitrión y los EEUU, junto con la notoria ausencia del presidente XI.

 

Multilateralismo vs. Multipolarismo.

 

Los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) son un grupo muy heterogéneo desde su inicio y esa heterogeneidad será mayor con la ampliación (alcanzarán el 26% del PBI mundial). Por su parte el G20, que reúne a los países más desarrollados del mundo (85% del PBI mundial), es un foro donde los poderosos discuten los principales problemas del mundo, sin necesariamente aportar soluciones. El encuentro de Nueva Delhi estuvo a punto de finalizar sin que hubiera una declaración conjunta. Las diferencias estuvieron centradas en caracterizar la guerra, sobre todo si condenar o no la invasión Rusa a Ucrania, aunque tampoco hubo acuerdo sobre el cambio climático y la necesidad de reformar el sistema financiero internacional. Mientras que en los BRICS de un lado están China y Rusia, al que ahora se agregaría Irán, que constituyen un polo de la disputa geopolítica internacional, y por otro lado Brasil e India que defienden la multilateralidad y un cierto equilibrio entre las relaciones internacionales de las grandes potencias y para quienes el foro puede ser una vía para presionar por su incorporación como miembros permanentes al Consejo de Seguridad de la ONU.

 

Los nuevos.

 

De los seis países invitados hay tres: Indonesia, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, que se mueven con cierta independencia en el tablero mundial y que seguramente pueden aportar a fondear el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), otro Etiopía que tiene relaciones estables tanto con EEUU como con China. Hay dos con grandes problemas financieros Argentina y Egipto, para quiénes el NBD puede ser fuente de financiamiento, finalmente cuando ya el cónclave concluía se agregó Irán, que tiene grandes contratos petroleros y gasíferos con la República Popular y es proveedor de armamento a Rusia.

 

Geopolítica.

 

La crisis financiera de fines de los ‘90 del siglo pasado es la que dio origen al G20, por eso se reunían ministros y secretarios de finanzas, pero con la guerra y la disputa entre China y EEUU ese objetivo viró a político, ahora quiénes se reúnen son los presidentes. El BRICS sufrió una mutación parecida, si en sus orígenes (2009) se lo veía como un organismo que podía potenciar el crecimiento económico-comercial del sur ahora quedó claro que viró a un foro político, dispuesto a jugar en el tablero mundial bajo la hegemonía china .

 

En los BRICS China e India expresan intereses y posicionamientos diferentes en el tablero mundial. Mientras la República Popular está interesada en ampliar el bloque para sumar fuerzas en la disputa internacional, la India busca poner condiciones para los posibles ingresantes, especialmente la condición de que no estuvieran bajo sanciones internacionales, lo que vetaría el ingreso tanto de

 

Irán como de Venezuela.

 

Estas diferencias se expresaron también en el G20, primero con la ausencia de XI, que fue un desplante al presidente indio y una forma de señalar que el comando del grupo del sur está en sus manos, también deben tomarse en cuenta la disputa territorial en la zona del Himalaya. La respuesta de la India ha sido la ratificación de la alianza, global y estratégica, con EEUU, que incluye un acuerdo sobre infraestructuras, de la que hace parte también Arabia Saudita, que busca competir con la Nueva Ruta de la Seda y sobre todo la alianza marítima antichina, el QUAD, que comparte con EEUU, Japón y Australia. Pero al mismo tiempo mantiene su neutralidad en la guerra y junto con China, Brasil y Rusia busca incrementar los intercambios comerciales en monedas de cada país. Es la tendencia general se este tiempo, sin embargo la hegemonía del dólar como moneda global no está en peligro, ni lo estará por bastante tiempo.

 

La transición global de occidente a oriente, donde se va dibujando un mundo pos occidental es el marco general en que están surgiendo tendencias multilaterales y multipolares, que van dibujando un nuevo orden global cuya gobernanza dependió hasta ahora del G2 (EEUU/China). Pero es un nuevo orden que no tiene un centro hegemónico y donde las grandes potencias tienen dificultades para contener sus propias alianzas.

 

Las recientes cumbres de los BRICS+ (como se los conocerá desde enero en adelante) y el G20 han puesto en evidencia estas contradicciones y debilidades del sistema global. De cómo se resuelvan depende el futuro equilibrio del poder mundial.

 

*integrante del colectivo EDI –Economistas de Izquierda-

 

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