Jueves 25 de abril 2024

Doble discurso sobre los derechos humanos

Redacción 26/04/2022 - 00.16.hs

En la política de las relaciones internacionales probablemente la expresión más usada sea "derechos humanos", no siempre con intenciones honestas sino como forma propagandística o medio bélico no convencional.

 

En los últimos días la cuestión volvió a hacerse presente en una de las regiones donde menos se la tiene en cuenta, los territorios palestinos ocupados por el Estado de Israel. Según los informes periodísticos otra vez, como desde hace tantos años los palestinos han sido avasallados con avances sobre sus tierras con nuevas colonias israelíes, arrinconamiento en ghetos, prohibición de tránsito, invasión a los lugares sagrados de la religión islámica que profesan y muchas muertes. La semana que pasó el ejército israelí mató a una mujer palestina haciendo fuego contra ella; la excusa fue que avanzaba hacia un retén militar con intención de cometer un acto terrorista y que intentó acuchillar a los soldados; testigos del acto desmintieron esa versión, al tiempo que señalaban que se trataba de una persona que no veía de un ojo y tenía el otro con visión reducida. La mujer que murió desangrada era madre de seis hijos. Con su muerte se eleva a catorce el número de palestinos muertos solo en los últimos días ya que en la jornada siguiente otra mujer palestina fue asesinada a tiros por el ejército.

 

Sin embargo, pese a estos hechos atroces no se advierte que las Naciones Unidas (cuyo papel en la política internacional es cada vez menos eficaz) condenen a Israel. La clave de esa actitud está en la protección que ejercen los Estados Unidos, que no toleran el más mínimo avance o crítica efectiva sobre su aliado clave en Medio Oriente. Y mientras llueven las críticas sobre los rusos por su actuación en la invasión a Ucrania (originada en una situación muy distinta), el país norteamericano no recibe ni recibió condena alguna por las atrocidades cometidas desde hace décadas contra civiles en Corea, Vietnam y, más recientemente en Irak y Afganistán, donde el avasallamiento de los derechos humanos fue inocultable, muy a menudo traducido en matanzas denunciadas por los propios periódicos estadounidenses. Una triste evidencia de ese proceder está en la persistencia en extraditar y condenar a más de un siglo de prisión a Julian Assange, el periodista australiano cuyo pecado fue revelar documentos que evidenciaban los numerosos crímenes cometidos por EEUU en todo el planeta. Mucho más cerca de nosotros está la base militar de Guantánamo, donde se tortura, mata e induce al suicidio a los prisioneros sin condena que allí están alojados.

 

Esta nueva acción punitiva contra los palestinos muestra la enorme disparidad que hay en los "enfrentamientos" tal como los califica la prensa occidental, con una potencia militar y nuclear como Israel por un lado y los palestinos por otro a quienes no se les permite tener fuerzas armadas y ni siquiera organizarse bajo la forma de un Estado. Y ello por no hablar de que son objeto del continuo robo de tierras por parte del poderoso vecino. Pero en las Naciones Unidas nadie ha propuesto que sean expulsados del Consejo de Derechos Humanos como lo hicieron con Rusia.

 

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