Imprudente declaración
¿Incontinencia verbal? ¿Desquite contra una figura que lo enfrentó –y superó- largamente en popularidad y cariño por parte de su pueblo? ¿Envanecimiento por un triunfo electoral que le quitó perspectiva política? Cualquiera de estas posibilidades –y otras— pueden estar en la raíz de las más que imprudentes declaraciones del ex presidente Macri contra Diego Armando Maradona.
En un país todavía conmocionado por los resultados de las recientes elecciones presidenciales, Macri, actual postulante a la vicepresidencia de Boca Juniors, comparó el triunfo de Javier Milei con el del mundial de Qatar que, a su criterio, marcó un cambio de era en el fútbol argentino. La consideración tuvo como centro a Lionel Messi pero con un objetivo más que evidente: Diego Maradona.
“Se terminó la época de Maradona -dijo-. Era disruptivo y trasgresor. Todos dependían de él. Ahora, hubo un equipo en el que cada uno cumplió su tarea y acompañó a Messi, un líder pro-familia, humilde, querido en todo el mundo”, opinó Macri en un reportaje, y remató: “Messi es un líder totalmente positivo; no tengamos como ídolo al vivo transgresor”, expresó al hacer una comparación de los estilos de liderazgo de ambos astros, marcadamente diferentes.
Las declaraciones son sorprendentes porque atacan sin motivo aparente a un ídolo no solamente de los argentinos sino también de otros pueblos del mundo, y es de suponer que esos dichos no le acarrearán votos en su nuevo intento para postularse a la presidencia, vía el club de la ribera. “Argentina por suerte ahora cambió y va a ir hacia una organización del fútbol más moderna que permita que los socios voten para traer a alguien que invierta”, añadió, dando pistas respecto de un cambio estructural en el fútbol, evidentemente mercantilista.
Los juicios de Macri alcanzaron, también, a la orgánica del fútbol. Con relación al presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, le enrostró haber “hecho cosas en términos populistas aberrantes: suspender descensos todo el tiempo, cada vez sumar más equipos a la Primera División. No existe la competencia, la meritocracia ni el fair play (...) lo que ha hecho es imperdonable”.
Las respuestas no tardaron en producirse. “¡Dejen a mi papá en paz!”, disparó Dalma, la hija mayor del “Diez”, a través de las redes. “Tuvieron mucho tiempo para decirle las cosas en la cara y no lo hicieron. Ahora son todos guapos”, dijo en una clara alusión a Macri. “El único problema que van a tener es que cuanto más lo quieran ningunear, más grande se hace”.
Giannina, la otra hija de Maradona, le habló directamente a Macri. “Vos sos insignificante para el mundo. Mi papá, en cambio, no. Ni siquiera para vos, porque aún después de estar en el cielo seguís dedicándole tu rencor, tu odio, tu tiempo. ¿Será porque nunca se arrodilló ante tu poder”.
La reflexión de Gianinna no es desacertada ya que durante su permanencia en Boca Juniors, entre otras cosas, fue irreverente y se burló de su pretendida finura verbal cuando Macri se refirió al barro como “lodo”. De paso le dejó un mote ilevantable: “El Cartonero”.
No solamente el ámbito familiar salió en defensa de Maradona. Ernesto Cherquis Bialo, decano de los periodistas deportivos, al considerar que forzó “una comparación entre el astro Lionel Messi y el giro político del gobierno argentino”, lo calificó de manera durísima: “Qué perverso es este hombre”. Ex profeso, Macri no tuvo en cuenta que, en la adjudicación de su último balón de oro, Messi reconoció a Maradona como su inspirador y, de hecho, le dedicó el premio.
Es pertinente una reflexión sobre las tan imprudentes declaraciones de Macri –políticas en definitiva— contra el ídolo. Es conocida por todos su escasa agudeza verbal, que ahora vuelve a quedar en evidencia. Si lo suyo fue producto de su ensoberbecimiento ante el triunfo de Milei (en el que indudablemente tuvo parte) se diluye en la frase de Giannina: “Ojalá que en tu paso por la tierra les des al pueblo argentino un cuarto de las alegrías que les dio mi papá”.
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