Miércoles 24 de abril 2024

Soluciones en cuotas para los problemas de efectivo

Redacción 23/10/2022 - 00.23.hs

Cada vez queda menos para fin de año y parece que las autoridades buscan llegar como sea, tratando de encontrar sin mucho éxito la forma de hacerle frente a una crisis que parece interminable.

 

Esta semana estuvo dominada por las soluciones en cuotas, pero como se presenta la situación solo parece que será un nuevo parche en esta rueda económica que siempre se desinfla del lado de los trabajadores y los jubilados.

 

Mientras, los empresarios le dicen que no a cada propuesta ministerial para regular los precios, amparándose en la inviabilidad de los proyectos oficiales.

 

Es que los dueños del poder real ya se dieron cuenta que las amenazas del gobierno son cada vez más blandas y para colmo nunca llegan a concretarse. Si hasta les avisaron con tiempo que se iba a iniciar una "guerra contra la inflación" que se empezó a perder desde el mismo día que se anunció que el ataque comenzaría 72 horas después. Ni al peor de los estrategas bélicos se le podría ocurrir semejante idea.

 

El contraste es la dura realidad de todos los días. Si ni siquiera en el Día de la Madre y con nuevos paquetes de descuento se pudo igualar el nivel de ventas de antes de la pandemia, es porque algo anda decididamente mal. Y si tampoco se comercializó la misma cantidad de carne que en otras épocas, cuando el pico del año lo marcaba el fin de semana en que padres e hijos agasajan a las madres con un asado, quiere decir que estamos transitando graves momentos en la economía argentina.

 

Y si para colmo en el recambio ministerial nos encontramos con autoridades nacionales que frenan reclamos gremiales con el argumento de que una recomposición salarial realista es "inflacionaria", cada vez va quedando menos esperanza. Como si los precios de los productos los remarcaran los trabajadores. Increíble pero real, el hecho pasa a formar parte de una nueva teoría económica que solo puede registrarse en un país como el nuestro, en el que mueren todos los estudios racionales sobre la materia.

 

En consecuencia, mientras los empresarios sigan teniendo la posibilidad de hacer lo que se les antoje, quedan pocas chances de un cambio favorable para el lado del pueblo trabajador.

 

Cuotas aquí y allá.

 

Ante este panorama, todo lo que aparece que para atenuar el deterioro es la vieja idea de las cuotas. Como si se hubieran puesto de acuerdo, casi simultáneamente, Ziliotto anunció el nuevo plan del Banco de La Pampa y a nivel nacional lanzaron planes para trabajadores y jubilados. Seguramente ayudará a la economía de los asalariados y dinamizará al sector comercial, pero no alcanzará para remontar la enorme brecha de un poder adquisitivo que no termina de recuperar capacidad.

 

Falta fuerza y decisión para dar pelea en la puja distributiva. Y como para poner de ejemplo, el presidente acaba de decir, por enésima vez, al hablar de la inflación, que "todos tenemos que hacer un aporte y un esfuerzo para seguir en este proceso decreciente". ¿Todos? ¿Qué más tienen que hacer los trabajadores y los jubilados?

 

Debería pedir que el esfuerzo lo hicieron los empresarios, favorecidos siempre, con y sin pandemia, pero a esta altura de su gestión las chances de que eso ocurra se esfuman como los precios.

 

Afuera también la pasan mal.

 

Aunque los grandes medios no muestran demasiado, como para evitar el efecto contagio, en el extranjero también el pueblo la está empezando a pasar mal. No es casualidad que en Gran Bretaña, si bien el derrumbe económico se debió a un programa impositivo inconsistente, la renuncia de la premier Liz Truss envió una clara señal acerca de los peligros políticos que les esperan a quienes no logren atacar la inflación y el deterioro de los niveles de vida.

 

En tanto, en Alemania, un paquete de asistencia de 200.000 millones de euros implementado por el gobierno a principios de mes, con promesas de precios máximos de gas y electricidad, más ayudas directas a familias y empresas en dificultades, parece haber aliviado parte de la bronca de la calle.

 

En cambio, en Francia hay huelgas y manifestaciones en aumento, por el temor a la degradación de la calidad de vida como principal preocupación. Sin ir más lejos, el martes pasado los principales sindicatos de Francia encabezaron una marcha en París, con miles de personas que se movilizaron por aumentos salariales.

 

En Argentina, mientras tanto, el presidente se molestó con las declaraciones de un participante de un programa de televisión y decidió retrucar las acusaciones con una vehemencia digna de mejores causas. Tal vez podría pensar en dar respuestas más rápidas al pueblo que lo votó. Y debería tratar de que las soluciones no lleguen en cuotas.

 

DANIEL ESPOSITO

 

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