Sabado 27 de abril 2024

Títulos y honores

Redacción 06/03/2024 - 00.46.hs

Quienes asistieron a la inauguración del año legislativo por parte del presidente seguramente se vieron sorprendidos por la presentación que hizo el locutor oficial, quien antepuso un inesperado “doctor” a la condición de autoridad al frente del país. Si bien ése es un título habitual en los políticos, hasta ahora nunca había sido portado por Javier Milei, quien, por lo que se sabe, es licenciado en Economía por la Universidad de Belgrano y no realizó curso alguno que amerite el uso de ese grado académico.

 

Semejante anormalidad movió a los periodistas, siempre en su condición de tábanos molestos (como dijera el filósofo griego) pero imprescindibles a la democracia, a que se abocaran a indagar en el pasado académico del presidente, en el que no aparece ese título de grado.

 

En esa indagación se comprobó que sí posee un doctorado honoris causa (es decir honorario, sin haber cursado las materias para obtenerlo) que le fuera otorgado un par de años atrás por una entidad de perspectiva universitaria que, aunque requiere una cursada de cinco años, no puede otorgar títulos de grado: la Escuela de Economía y Administración de Empresas. Para mayores suspicacias, esa entidad educativa data de los años de la última dictadura militar y cuenta con la orientación de uno de los popes del liberalismo y emblema de la llamada Escuela Austríaca, una teoría económica de orientación ultraliberal. Para con ambos, fundador y teoría, manifiesta Milei una cerrada adhesión y en ellos basa su desprecio por el Estado y sus instituciones.

 

Ya en el terreno de los comentarios, se supo que las –por llamarlas de algún modo—singularidades de Milei se vieron potenciadas cuando le fue entregado el título por un acto académico en el que usó toga y birrete, a la manera de su apreciada cultura estadounidense, con una vestimenta acorde con el discurso del directivo, en una celebración que lo puso de azul y oro.

 

Algunos comentarios periodísticos señalaban días atrás que una de las mayores preocupaciones del equipo que rodea al presidente es evitar que su verborragia y falta de perspectiva política y social lo lleven a caer, y persistir, en el ridículo. Los episodios señalados evidencian que no pudieron atajar ese inesperado tiro libre.

 

Ante semejantes hechos, que parecen asimilarse a una comedia de enredos, la pregunta se impone: ¿Es posible que el primer mandatario de un país, incluso de un país que pretende liderazgos, brinde semejante flanco de crítica? La realidad ofrece sorpresas francamente inesperadas y, con motivos o sin ellos, suele dar lugar a rumores insidiosos, máxime si apuntan a las altas magistraturas. La de este singular doctorado viene a sumarse a la nunca desmentida acusación de plagio técnico-literario que le endilgara alguien de su propia bancada legislativa.

 

Curiosamente, en los últimos tiempos también han vuelto a tomar cuerpo los comentarios acerca de la condición ingenieril del ex presidente Mauricio Macri, con dudas hacia los documentos que pretenden avalar esa condición e insinuaciones sobre favores retribuidos. Quienes transitan la falta de certezas al respecto subrayan que no se conocen compañeros de cursadas, firmas debidas y actos relativos al egreso. Si su antecesor se hubiera atrevido a tanto, ¿cómo Milei no podría ostentar un modesto doctorado por fuera de las reglas?

 

' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?