Un ejemplo claro

Cristina Fernández de Kirchner se junta regularmente a comer helado de Rapanui con la fiscala Gabriela Boquin, quien evitó que Mauricio Macri le condonara la multimillonaria deuda del Correo a su familia. Así figura en el registro de ingreso al departamento de la vicepresidenta y ambas lo confirmaron. Las reuniones coinciden con los dictámenes donde Boquin insiste en investigar el vaciamiento de Correo Argentino y reclama la quiebra de la empresa de los Macri.

 

El párrafo anterior es un invento, nunca sucedió ni se publicó algo así. Es tan invento como las inexistentes reuniones del juez Sebastián Casanello con CFK en la Quinta de Olivos, que sí se publicaron bajo un guion escrito en los sótanos de la Agencia Federal de Inteligencia para presionar al magistrado para que avance en la línea del lawfare.

 

Lo que sí ocurrió, figura en documentos oficiales y fue confirmado por los protagonistas son las 16 reuniones de Macri con el juez Mariano Borinsky en la quinta de Olivos y las 2 que tuvo con el juez Gustavo Hornos, que en esta semana rechazaron apartarse de la revisión de la condena a CFK en la causa Vialidad. Causa que, según explicó el propio Macri, es la única del catálogo del lawfare que se inició durante su gobierno y que la hizo (usó ese verbo) Javier Iguacel. La realidad supera cualquier invento, publicado o no.

 

Esas reuniones coinciden con los fallos clave en las causas del lawfare, incluida Vialidad. Un ejemplo claro: el 2 de noviembre de 2017 Borinsky y Hornos confirmaron el procesamiento de CFK con un exorbitante embargo de 10.000 millones de pesos. Fue en plena temporada de visitas de Borinsky a Olivos, entre su séptima y octava visita registrada, y apenas 48 horas después de la cuarta reunión de Hornos con Macri en Olivos. Todo está documentado.

 

Este escándalo de los encuentros de Borinsky y Hornos con Macri fue revelado en abril de 2021, en la investigación Operación Olivos. A partir de un pedido de acceso a la información pública se obtuvieron los registros de accesos a la quinta de Olivos que lleva la Casa Militar. Y dentro de esas planillas figuran los ingresos de Borinsky y Hornos a ver a Macri.

 

Con las planillas alcanza, pero además de esos documentos públicos está el reconocimiento de Borinsky de que concurrió a Olivos ante una consulta periodística. "Pero no tantas veces", buscó defenderse.

 

También está el reconocimiento de Hornos, que se lo confesó a sus pares de la Cámara de Casación cuando le reclamaban que renuncie a la Presidencia de ese tribunal

 

Y además, el reconocimiento del propio Macri, que en una entrevista dijo: "Un juez, que arrancó porque él tenía una propuesta del Código Penal, jugó al tenis simultáneamente al tenis conmigo, teníamos amigos en común".

 

En esa entrevista Macri agregó que "este cinismo del lawfare no se lo cree nadie" y luego se sinceró: "Todas las causas que tiene el kirchnerismo empezaron antes que yo llegue salvo una que es la de Vialidad Nacional que la hizo el señor ingeniero Iguacel". La hizo. En su gobierno. Mientras se reunía con los jueces que ahora van a revisar la condena en esa causa. Se explica solo. (Por Ari Lijalad, extractado de El Destape)